VALENCIA. En menos de dos horas es posible tener queso fresco hecho en casa con el nuevo diseño del estudio de producto Joan Rojeski para Lékué. CheeseMaker es el cuarto producto de los castellonenses para esta empresa en el que con apenas cinco pasos se convierte la leche fresca con limón, yogur o vinagre en un producto homemade.
Tal y como publicó DissenyCV, la iniciativa partió de Joan Rojeski y la inquietud por la elaboración de productos caseros que habitualmente no se preparan en casa. En este caso, para obtener un queso fresco y de calidad, se ha realizado un ejercicio de experimentación e investigación para obtener un producto casero y bajo en grasa. El diseño del producto tuvo en cuenta ocupar el espacio justo para la elaboración del mismo, con tres piezas diferentes para un único compacto.
En el recipiente principal se vierte la leche fresca y más tarde el ácido escogido (yogur, vinagre o limón), el molde para el filtrado de la mezcla y que acaba dando forma al queso y la tapa que, además de servir como mesurador del ácido, sirve para conservar el producto. Los tres elementos cuentan con sus propias cualidades para cada una de sus funciones: el recipiente que se somete al microondas es de PBT para obtener una gran resistencia al calor; el colador es de PP y la tapa es de silicona platino para facilitar su utilidad como vertidor.
CÓMO ELABORAR EL QUESO FRESCO
La receta es muy sencilla: verter la leche fresca en el recipiente y calentarlo en el microondas. Después, se añade el ácido deseado haciendo uso de la tapa medidora para controlar la cantidad deseada. El resultado se deja reposar media hora y se cuela posteriormente a través del molde. Se deja reposar una hora más en la nevera y, después, ya está listo para comer.