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Cinco años desde la reversión del Hospital de La Ribera: así ha cambiado el Departamento de Salud

Foto: KIKE TABERNER
1/04/2023 - 

VALÈNCIA. Este sábado 1 de abril se cumplen cinco años de la reversión del Área de Salud de La Ribera y del Hospital de Alzira, un centro que atiende a más de 260.000 personas de 30 municipios. Inaugurado en el año 2000, se convirtió en un símbolo de la gestión del Consell del Partido Popular que, en zonas donde no existían hospitales de referencia, creó nuevos centros mediante la colaboración público-privada, o lo que es lo mismo, financiados por la administración y gestionados por una empresa en régimen de concesión administrativa. 

El que fuera el pionero de este modelo en España, cumple un lustro de gestión por parte de la Conselleria de Sanidad. Tras el cambio del Gobierno en 2015, La Ribera pasó en 2018 a manos de la Generalitat cuado acabó la concesión con Ribera Salud, empresa adjudicataria. La entonces consellera de Sanidad, Carmen Montón, reconoció que la decisión se debía más a motivos ideológicos que económicos en un escenario en el que Botànic llevó por bandera las reversiones a su entrada al Palau de la Generalitat. Tras ellas, como también ocurrió en Torrevieja, hay un complejo proceso que afecta a las infraestructuras, los profesionales, y, sobre todo, a los pacientes. 

Desde la dirección de el Departamento de Salud de La Ribera valoran de forma positiva la reversión y consideran que se ha avanzado hacia un modelo basado en “la humanización, la atención primaria, la atención a la cronicidad y al paciente paliativo”. Esto ha permitido, según la explica la gerente del Departamento, Liliana Fuster, “mejorar los indicadores de calidad, actividad y recursos asistenciales”. 

Más personal, condiciones diferentes

Con la reversión, los profesionales que trabajaban en el centro pasaron a ser personal laboral a extinguir de la Generalitat, con una plaza a priori garantizada hasta la jubilación. No obstante, las condiciones respecto a trabajar en la sanidad privada cambian. Una de ellas son las horas de trabajo. De media, según los sindicatos, cada profesional realiza 200 horas menos anuales, lo que hace necesario un aumento de personal para garantizar la misma calidad asistencial. 

El Departamento de Salud de La Ribera cerró 2017 con 2.251 trabajadores, cifra que aumentó en 461 profesionales a cierre de 2018, año en el que se produjo la reversión. A finales de 2021, últimos datos ofrecidos por la Conselleria de Sanidad, esta área de salud contaba con 3.117 trabajadores, lo que supone un incremento de 866 puestos de trabajo, un 38,47% más, con respecto a 2017.

Sagrario Pérez, delegada de FSP UGT del Hospital de La Ribera, recuerda que tras la reversión se produjo un desajuste de plantilla provocado por diversos factores, entre ellos la reducción de horarios y la entrada de personal. Tras la salida del personal eventual, Sanidad contrató por bolsa a los nuevos profesionales, muchos de ellos jóvenes, lo que para Pérez provocó un aumento de la carga del trabajo para los profesionales heredados del ‘modelo Alzira’.

“La UTE con su dinero pagaba, incentivaba lo que fuera, pero conseguía gente con experiencia”, recuerda la delegada sindical. Pérez critica, además, que desde la Conselleria no se ha realizado “pedagogía positiva” de la reversión y lamenta la falta de "predisposición e inversión" por parte de la administración tras la salida del equipo de Carmen Montón cuando dejó de ser consellera. “Nos han escondido para que no aflorara lo que sucedía allí”, apostilla la delegada de FSP UGT. 

No obstante, reconoce que pasar a la gestión pública ha permitido a los trabajadores gozar de una mayor tranquilidad y estabilidad laboral. Aunque la empresa privada "no hacía muchos despidos", Pérez reconoce que, “si alguien no le caía muy bien, le ponía tres faltas leves” para justificar el despido. Además, el incremento de personal ha sido “positivo” para el conjunto de la plantilla, aunque los actuales trabajadores trabajan menos horas y "son menos productivos", según la delegada sindical.

Tras las negociaciones con Sanidad, el pasado 27 de marzo se llegó, después de años de reivindicaciones, a un acuerdo para una mejora de las condiciones laborales del personal a extinguir, el procedente de la antigua concesión. Este pacto entre sindicatos y la Conselleria de Sanidad se pondrá en marcha a partir de 2024, cuando se aplicará la reducción de jornada a 1.589 horas anuales y se equipararán los permisos, licencias y vacaciones al del personal estatutario. Además, se aplicará el Plan de Igualdad y se resolverá el descenso retributivo de la trabajadora laboral subrogada por motivo de embarazo, maternidad y lactancia. 

Concentración en el hospital de la Ribera. Foto: CSIF

“Estamos inmersos en el proceso de hacer viable que las condiciones laborales entre ambos tipos de profesionales sean semejantes. De este proceso se deriva el reciente acuerdo que se ha firmado entre la Conselleria de Sanidad y el Comité de Empresa del Departamento de Salud y que marcan el camino a seguir para el futuro”, apunta Liliana Fuster. 

En este acuerdo se mejora, también a partir de 2024, la prestación por incapacidad laboral. Y en 2025 habrá una actualización de los conceptos retributivos de antigüedad y carrera/promoción profesional del personal laboral y se creará un complemento personal de garantía cuando sea necesario. Para 2026, se aplicará la jornada laboral de 35 horas semanales, lo que equiparará las condiciones con las del personal estatutario.

“En tres años se van a equiparar las condiciones laborales, lo que va a ser más fácil tanto para la gestión interna del hospital y de la plantilla, como para que haya más armonía entre los trabajadores”, ha valorado Sagrario Pérez al respecto, que ahora ve “un poco de luz” con el acuerdo alcanzado con Sanidad. Respecto al acuerdo, Belén Domenech, miembro de CCOO, apunta: “En este caso, el objetivo es ir confluyendo hasta que al final haya un único sistema con unas únicas reglas del juego”. 

Las listas de espera apenas se han reducido

Durante la concesión, La Ribera pudo presumir de tener unas listas de espera inferiores a la media de los departamentos de salud de la Comunitat Valenciana. Así lo revelaban los datos oficiales publicados en junio de 2016 por Valencia Plaza. Mientras la media de los hospitales valencianos estaba en 98 días, en el Hospital La Ribera la cifra se situaba en los 42 días. Además, en todos los servicios ofrecidos por este hospital la cifra de listas de espera era menor a la media regional. 

El tiempo de espera actual en el Hospital de La Ribera es de 60 días, dos días menos que en el momento de la reversión hace cinco años y 20 días menos que la media del conjunto de hospitales de la Comunitat Valenciana. La demora se ha movido en el intervalo de los 60 y los 90 días en los últimos años, a excepción de la pandemia. En todo caso, salvo los meses de julio y agosto de 2020, La Ribera ha podido presumir de tener un tiempo de espera menor que la media de hospitales valencianos. 

Cabe recordar que las listas de espera se han podido reducir tras la pandemia, en parte, por la colaboración publico-privada. El consell ha firmado nuevos acuerdos con empresas privadas para desahogar la saturación del servicio público de salud. A finales de 2022 aprobó que los pacientes de patologías que tengan una lista de espera superior a los 60 días pueden operarse desde el primer día en una clínica privada. Con esta medida coyuntural el presupuesto destinado a centros colaboradores asciende en 2023 a los 22 millones de euros, 7 millones más que en 2022. 

En urgencias también mejora la espera, si bien antes de la reversión ya estaba por debajo de la media autonómica. En el momento de la reversión la espera media en urgencias en el Hospital de La Ribera era de 202 minutos, tres minutos menos que la media. Tras la reversión, se produjo un descenso hasta los 181 minutos, cifra que aumentó en 2020 y superó incluso la media de Comunitat. En la actualidad el tiempo de espera medio en urgencias en el Hospital de La Ribera se sitúa en 195 minutos, lo que supone 23 minutos menos que en la media de hospitales valencianos. 

30 millones invertidos desde 2018

Según los informes de gestión publicados por la Conselleria de Sanidad, la Generalitat Valenciana invirtió 19,2 millones de euros en infraestructuras para el Departamento de Salud de La Ribera entre 2018 y 2021. Las obras se han centrado en nuevos quirófanos y la introducción de nuevos dispositivos como un mamógrafo con estación de diagnóstico, el nuevo PET-TAC y el acelerador lineal. 

También se reformó la sala de espera de urgencias del hospital para adaptarla a las nuevas necesidades. Para acometer las obras de mejora del área de salud se elaboró el Plan Director de La Ribera, que entre otras cuestiones prevé una ampliación del hospital de 10.000 metros cuadrados, que no se ha llevado a cabo todavía. En todo caso, desde la gerencia del Departamento de Salud consideran que las inversiones llevadas a cabo en los últimos cinco años han permitido que el Hospital de Alzira “se encuentre a la vanguardia en cuanto a equipamientos de Radiología, Medicina Nuclear y Oncología Radioterápica”. 

En el capítulo de inversiones figuran las redacciones de proyectos de ampliación del hospital y de la creación de un nuevo hospital de día oncohematológico, así como la adjudicación para la ampliación del centro de salud de Algemesí. Sanidad añade que en 2023 se han presupuestado 4,8 millones de euros en inversiones para el departamento de salud, un 26,3% más que el año anterior. La cantidad total ejecutada desde 2018 en infraestructuras, aparataje y equipamiento es de 29,9 millones de euros, según la Conselleria. 

Foto: KIKE TABERNER

Desde el sindicato CCOO reclaman en materia de infraestructuras la ampliación del aparcamiento y el aumento en el número de camas, aunque reconocen que este último hecho depende de la saturación de las urgencias. Cabe recordar que en 2021 la ocupación media del hospital fue del 81,71%. 

En el capítulo de inversiones, la delegada de FSP UGT valora de forma positiva la introducción de nuevos aparatos electrónicos, en especial aquellos destinados a radioterapia, aunque lamenta una inversión grande en la ampliación o mejora de las instalaciones. Desde Comisiones Obreras coinciden con Pérez con la importancia para la calidad asistencial de incorporar estas nuevas tecnologías en el área de salud. 

Belén Domenech reconoce que durante el proceso de reversión hubo cierto miedo a que la Conselleria recortara en inversión y decidiera quitar especialidades de La Ribera, ya que pese a ser un hospital comarcal “da muchos servicios”. “Cuenta con especialidades como Cardiología Maxilofacial”, cuestiones que no son habituales en un hospital comarcal. Desde CCOO valoran esta cuestión de forma positiva, tanto para los profesionales sanitarios como para los usuarios.

Cabe recordar que desde Ribera Salud se elaboró un plan estratégico para el período 2018-2028 con el que se planteaba la visión de la empresa adjudicataria respecto a qué se debía mejorar en la presente década, con idea de prorrogar la concesión. El informe planteaba más de 73 millones de euros de inversión, 29 millones de los cuales destinados a la ampliación y remodelación del hospital, y 5 millones dedicados a la atención primaria. 

69 camas más que antes de la reversión

Cuando el Hospital de La Ribera pasó a la gestión pública contaba con 301 camas instaladas, el 3,16% del total de la Comunitat Valenciana. La cifra aumentó en 2019 hasta las 364 camas y alcanzó su máximo en 2020 con un total de 457 camas. Esta última cifra fue excepcional debido a la pandemia, de hecho en el conjunto de la Comunitat se crearon 1.100 nuevas camas entre 2019 y 2020. En los últimos años la cifra ha disminuido hasta las 370 camas, 69 más que en el momento de la reversión. La cifra actual representa el 3,7% del total de camas hospitalarias instaladas en la Comunitat Valenciana. 

Las concesiones, ¿un ahorro económico?

El análisis de la financiación de la concesión, publicado por Ribera Salud, revelaba que, de media, la concesión suponía un ahorro de unos 40 millones de euros respecto a si el Departamento de La Ribera estuviera gestionado por la Conselleria de Sanitat. Esto es debido a que el coste por unidad de personal es superior en la gestión pública, así como a que la tasa de pacientes por facultativo es mayor en las áreas de salud de gestión público-privada. En el cálculo del ahorro se excluyen servicios que se externalizan en todos los departamentos de salud, como es el caso del transporte sanitario, prótesis y farmacia hospitalaria. 

Por su parte, el síndic de Comptes, Vicent Cucarella, reconoció en 2021 que las áreas de salud de gestión privada tenían un coste inferior para la Generalitat que las de gestión pública, aunque se trata de una cuestión "muy dificil de discutir", pues en la privada hay menos personal y los salarios son más bajos. Cucarella dejó en manos de los gobiernos la decisión de apostar por un modelo de gestión u otro, y recordó que "desde el punto de vista estricto de la eficiencia, resultan más eficientes" las áreas de gestión privada. 

El síndic de Comptes, Vicent Cucarella . Foto: I. CABALLER (CORTS)

Desde la actual dirección del Hospital de La Ribera siguen la línea del síndic de Comptes de que el ahorro en costes se produce, en buena medida, por el ahorro en personal. Por ello, recuerdan que tras la reversión se han incrementado las plazas estructurales “con el fin de mejorar los radios del Departamento de Salud”. Además, apuntan a que “la precariedad laboral existente” durante la concesión “constituía una de las principales fuentes de ahorro de la empresa concesionaria”. 

Ahora, turno de Dénia y Manises

Tras la reversión del Hospital de La Ribera y el Hospital de Torrevieja, es el turno de Dénia y Manises. El primero ya tiene la comunicación oficial por parte de la Generalitat Valenciana y el próximo 31 de enero se hará efectivo el proceso, una vez finalice la concesión. En el caso del departamento de salud de Manises, la comisionada Emilia Sánchez aseguró que el próximo 30 de abril Sanidad comunicará a la empresa adjudicataria la no prórroga del contrato tras 15 años de concesión. Y tras ellos, solo quedará bajo el ‘modelo Alzira’ el departamento Elche-Crevillent.

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