VALÈNCIA. Calles cortadas, actores haciendo el esmorçaret y mucho pero que mucho talento. La Comunitat se ha convertido este 2025 en escenario clave de grandes producciones: desde series a películas que no han dudado en rodar con la luz del Mediterráneo. Antes de que acabe el año, Culturplaza repasa algunos de los rodajes que han visitado Castelló, València y Alicante durante este curso y que, tal vez, podrán verse en las salas próximamente.

Respira

Nada más empezar el 2025 Netflix reabrió el hospital de su serie Respira en València, convirtiendo la Universitat Politècnica de València en el Hospital Joaquín Sorolla. El equipo, además, rodó varias escenas entre el Perelló, la Patacona, Ruzafa y hasta sobre la azotea del Rialto. La decisión de rodar en València llegó tras el buen sabor de boca de haber trabajado en la tercera temporada de Respira en la ciudad. 

En l’eixam

Dando el salto al largometraje de ficción el cineasta valenciano Óscar Bernàcer estuvo rodando en la Comunitat Valenciana su film En l’eixam (En el enjambre), un inquietante thriller rural protagonizado por Pablo Molinero y Cristina Fernández Pintado ambientado en una sociedad utópica aislada en busca de su porqué. 

Después de Kim

La directora Ángeles González-Sinde ha elegido València para rodar su cuarto largometraje: Después de Kim, una película, protagonizada por Adriana Ozores y Darío Grandinetti, grabada entre Benidorm y València, donde convirtieron instituto San Vicente Ferrer se transforma, al mismo tiempo, en un colegio y en una comisaría para ambientar “una historia de afectos” que navega entre lo cotidiano y lo dramático.

María Martínez Ruiz no puede volver

Poniendo el foco en la historia de María Martínez Ruiz el director Óscar Bernàcer viaja a los años 90 y a los 2000 para convertir À Punt en La Teua TV para rodar María Martínez Ruiz no puede volver. En la película se introduce en la redacción de Verònica t’escolta, un programa en el que “la risa convive con la culpa” y con el que pretende que el espectador reflexione sobre cómo ha cambiado la televisión en los últimos 25 años.  

El Último Mono

Durante varias semanas el centro de València estuvo cerrado al público por una manifestación falsa. Un 8M ficticio para rodar la película El Último Mono, dirigida por Joaquín Mazón. En esta, en tono de comedia, se cuenta la historia de un hombre que vende cursos para “machos alfa” aconsejándoles para ser mejores hombres. El reto de este protagonista es enamorar a una mujer feminista que se encuentra de gira presentando su último libro. 

La Cena

En pleno 2025, València viajó al Madrid de 1939 a través de La Cena, una comedia dirigida por Manuel Gómez Pereira en la que se imagina el momento en el que Franco propone celebrar su victoria con una cena en el Hotel Palace junto a todos sus generales. Aunque no sabe que la cena la prepararán unos cocineros republicanos que están ante su última oportunidad de huir del país. Durante el rodaje tres edificios emblemáticos se convirtieron en el Hotel Palace: el Palau de les Comunicacions, el Ateneo Mercantil y el edificio de la CEV en la Calle Hernán Cortés. 

Morir no siempre sale bien

La directora Claudia Pinto decidió rodar en el Puerto de València para componer su nueva comedia: Morir no siempre sale bien, un film que cuenta la historia de una familia obrera que decide secuestrar el cadáver de su antiguo jefe y pedir un rescate a su viuda adinerada, con una historia que habla “sobre la felicidad y las líneas rojas que somos capaces de cruzar para alcanzarlas”.

Persiguiendo a Michael

El productor valenciano Kiko Martínez explora el impacto de la musicoterapia en personas con párkinson en Persiguiendo a Michael, una película que se centra en la historia de Sonia, una joven a la que le diagnostican párkinson y empieza a vivir su vida de otra manera gracias a su grupo de Musicoterapia. Para contar esta historia, Martínez estuvo rodando a caballo entre Canarias y València, donde estuvo entre el barrio del Carmen y la Patacona.