BUSINESS PLAN

Ciutat Fallera desaparecerá en 10 años sin un plan de revitalización

Ciudadanos se reúne con representantes del gremio para crear un ‘Silicon Valley’ de la artesanía

25/11/2015 - 

VALENCIA. 10 años. Ese es el margen de tiempo que da el Gremio de Artistas Falleros para la desaparición de Ciutat Fallera si no se pone remedio a su situación. El plazo no es azaroso, pues es la diferencia entre la edad de jubilación y el artista más joven. Sin un relevo generacional real que esté dispuesto a hacerse cargo del uso y mantenimiento del medio centenar de naves que conforman el proyecto, el reloj de arena sigue corriendo a la espera de un plan de revitalización de la zona.

Más cifras. Actualmente sólo 25 del medio centenar de naves están ocupadas por artistas falleros, el resto han sido alquiladas como almacén de una fábrica de ropa, a una empresa agrícola o de mecánica, entre otros. La progresión es descendente y, por ello, el maestro mayor del gremio, José Ramón Espuig, pide acciones concretas para paliar la delicada situación económica por la que pasa la profesión. Una de ellas, la necesidad de mejorar el acceso por la ronda norte, que dificulta el acceso de grandes camiones, y aumentar el tránsito de autobuses para atraer a visitantes.

Pero, más allá del acceso, es el estado de las naves lo que más preocupa a los creadores, unos espacios que han quedado “obsoletos” para desarrollar su actividad y que necesitan reformularse para dar cabida a mayores piezas en una profesión que, aunque de base tradicional, ha de adaptarse a los nuevos –e inmensos-pedidos. De esta forma, una de las posible soluciones podría ser la ampliación de las mismas, con finales corridos. Con todo ello, la junta directiva se ha reunido con el portavoz del grupo municipal Ciudadanos, Fernando Giner, y la concejala Amparo Picó para confeccionar un plan de negocio que ponga freno a su situación. ¿La propuesta? Crear una ‘Silicon Valley’ de la artesanía en Ciutat Fallera.

El ‘business plan’ pasa por atacar la degradación de las naves y el envejecimiento de una profesión que necesita de savia nueva para sobrevivir. De poco servirá el recién estrenado ciclo de Formación Profesional, que suma medio centenar de alumnos, si no cuentan con un lugar donde poner en práctica su conocimiento. “El polígono está prácticamente vacío. Se están metiendo mecánicos, almacenes… nos estamos quedando cuatro gatos”, afirma Espuig.

Denominación de origen

Aunque el objetivo de esta reunión, que se repetirá en una semana, es crear un decálogo con propuestas concretas, Fernando Giner ya apuntó algunas ideas al respecto. Entre ellas, crear un sello distintivo, una denominación de origen que dote de carácter propio fuera de nuestras fronteras a la labor de los artesanos. Proteger, sí, pero también atraer, pues actualmente sus naves sólo realizan dos del total de monumentos de la sección Especial.

La idea es convertir Ciutat fallera en un clúster al modo de Hollywood, concentrando gran parte de la actividad artesana del cap i casal en esas naves que piden una renovación total. La petición llega, además, en un momento especial para la profesión, pues acaban de recibir la Medalla de Oro de la ciudad y ahora darán la bienvenida al año en el que se espera que la Unesco catalogue las Fallas como Patrimonio de la Humanidad. Más efemérides, pues Ciutat Fallera cumple medio siglo y la Batalla de Flores alcanzará los 125 el próximo ejercicio.

"El objetivo es claro: potenciar la Ciudad del Artista Fallero con medidas concretas para garantizar su supervivencia económica. Es fundamental que el espacio donde se construyen las fallas desde hace 50 años sea un lugar atractivo para los artistas falleros y profesionales del sector que decidieron marcharse o establecerse fuera del mismo", ha declarado Giner. 

La propuesta, que Giner cree será bien vista por el resto de partidos, viene precedida por el encuentro del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, y el secretario general de Junta Central Fallera, José Martínez Tormo, con el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata. En la reunión se resaltó la importancia de contar con un estudio de las universidades sobre el impacto económico que refleje de manera fidedigna el retorno de las Fallas a la ciudad, un primer paso de un plan estratégico por confeccionar.