VALÈNCIA. Debido a su particular orografía y a la combinación de zonas de montaña y playa a pocos kilómetros, la Comunidad Valenciana es un territorio que esconde muchos secretos. Y uno de ellos son sus cuevas y grutas naturales, tanto marinas como terrestres, que suponen un auténtico tesoro que debemos cuidar y respetar al máximo.
En este artículo te proponemos una ruta por algunas de las cuevas naturales de la Comunidad Valenciana que actualmente están abiertas al público. La mayoría pueden visitarse con guías y son aptas para todo tipo de personas, aunque son especialmente interesantes para los curiosos que desean sumergirse en estos fascinantes enclaves subterráneos.
Situadas en el magnífico paraje natural de la Sierra de Espadán, en Castellón, las Cuevas de Sant Josep son una de las grutas más conocidas de la Comunidad Valenciana, un paisaje de cuento formado alrededor de uno de los ríos subterráneos navegables más largos de Europa y que supone uno de los patrimonios geológicos más importantes de nuestra región.
Uno de los principales atractivos de estas cuevas es que debes hacer parte del trayecto, de casi un kilómetro, en barca.
El resto se realiza a pie, en una galería seca en la que podemos observar pinturas rupestres y yacimientos arqueológicos de unos 15.000 años de antigüedad.
Nuestras costas están llenas de historias de piratas, y la Cueva de las Calaveras (también llamada "Cueva del Infierno") parece que no es una excepción. Aun así, su nombre puede deberse a otros factores, como que en su interior se hayan encontrado numerosos restos óseos, entre ellos huesos de caballos o dientes de rinoceronte, además de puntas de flecha.
Estos hallazgos, junto a la presencia de estalactitas, estalagmitas y cúpulas de piedra de más de 50 metros de altura, hacen pensar que esta cueva se formó hace más de 150 millones de años, y que estuvo habitada hace 50 mil años.
Sin duda, una curiosa excursión para conocer más a fondo la comarca alicantina de la Marina Alta.
Seguimos en la provincia de Alicante, concretamente en el municipio de Vall d'Ebo, donde, a principios del siglo XX, José Vicente Mengual, conocido como el tío Rull, descubrió esta magnífica cueva.
Abierta al público en el año 1995, la visita a la cova del Rull se hace con un guía que nos ayudará a hacer un recorrido de apenas 200 metros, pero con un desnivel que supera los 19 metros.
En la visita llaman especialmente la atención las diferentes formaciones geológicas subterráneas, con estalagmitas, estalactitas, coladas o banderas.
La Cueva de Don Juan es una curiosa formación ubicada en un paraje único dentro del barranco de los Capellanes, situada en un afluente del río Júcar.
Este barranco, habitualmente seco, está equipado para su descenso, siendo el escenario elegido por muchos amantes de los deportes de riesgo para la práctica del barranquismo.
Sin embargo, para llegar a estas bonitas cuevas no necesitarás utilizar un arnés ni una preparación especial. De hecho, el acceso a la Cueva de Don Juan es sencillo y está perfectamente señalizado. El camino incluye un paseo hasta llegar a una zona de relieve con miradores donde podremos disfrutar de unas excelentes panorámicas de los cañones del Júcar.
La visita a la cueva, de unos 400 metros de extensión, dura algo más de media hora.
Busot, una pequeña localidad a 26 kilómetros de Alicante, esconde una de las cuevas naturales más bellas de la Comunidad Valenciana: las llamadas "cuevas de Canelobre", donde el paso del agua ha esculpido increíbles y caprichosas formas que podemos asimilar con candelabros, medusas u órganos.
Estas cuevas, con varias galerías, están perfectamente adaptadas e iluminadas, y son el escenario perfecto para hacer excursiones en familia.
Una de sus principales peculiaridades es su altura, que confiere a este espacio una acústica diferente y especial.
Si quieres hacer una excursión más "didáctica" con los peques de la casa, te proponemos visitar esta cueva-museo donde descubrirás los secretos del pirata Dragut, lugarteniente del corsario Barbarroja quien, según la leyenda, atacó por sorpresa las costas de Cullera en 1550.
La Cueva del Dragut se encuentra en la denominada Isla de los Pensamientos, en el Cabo de Cullera, justo a los pies del Faro.
Allí podrás conocer numerosos aspectos del modo de vida de los piratas en aguas del Mediterráneo en el s. XVI y ver piezas de artillería, mapas históricos, vestidos o monedas que pertenecieron a piratas reales.