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De los orígenes rockeros a liderar el blues nacional: Travellin' Brothers celebran 20 años en Benicàssim

29/05/2024 - 

CASTELLÓ. Un año más regresa un evento muy importante dentro del circuito blues y música negra en la Comunitat, el Benicàssim Blues Festival, que ya va por su décimo segunda edición y que se realizará del 30 de mayo al 2 de junio y que en esta edición contará con artistas de la talla de Vasti Jackson, con cuatro nominaciones a los Grammy, La Perra Blanco, Noa & The Hell Drinkers o los vascos Travellin´Brothers, que éste año celebran su veinte aniversario sobre las tablas del festival el 1 de junio a las 00:15h en el Escenario B.B. King.

Los vascos son uno de los grupos españoles más conocidos a nivel internacional dentro de la escena. Su último disco Coming Home ha sido uno de sus mejores álbumes y aprovechamos que pasarán por el festival de Benicàssim para pasear juntos por sus diez elepés de estudio y sus más de 1200 conciertos alrededor del orbe. Hablo con Aitor Cañibano, fundador y guitarrista del grupo.

Se puede decir que Travellin´ Brothers es una de la banda de blues más internacionales que han salido de nuestro país, que más repercusión ha tenido y han estado en el festival en varias ediciones. Todo comenzó para ellos con el rock. “Yo había tocado en pequeñas bandas de instituto con los colegas de toda la vida – señala Cañibano, nos compramos instrumentos sin saber tocarlos porque queríamos montar una banda de rockanrol. Yo descubrí el blues, digamos, bastante tarde a través del rock and roll, te llegaba un disco, te llegaban historias, y a mí me cautivó, y cuando estos proyectos de, por llamarlos de alguna manera, de instituto o de amigos, se acabaron, yo quería montar una banda de blues, y recurrí a mi hermano, que tocaba el bajo, que no venía del blues tampoco, tocaba en una banda heavy”, comenta.

Travellin´ Brothers nació como una banda formada por miembros de la familia. Algo bastante habitual, cuando eres un chaval las personas que tienes más cerca son tus familiares. “Mi primo Jon, que es el cantante, había vivido en Francia toda su vida, venía aquí los veranos a mi casa, y es como un hermano más, con el fallecimiento de su padre, ya se vinieron toda la familia otra vez aquí a Bilbao. Decidimos montar un grupo familiar entre los tres, yo tenía claro que tenía que ser blues, y fue un poco cabezonería, al principio, hacíamos un blues muy básico, éramos bastante malos”, dice.

Cañibano y el resto del grupo han sido muy trabajadores en su estilo y han ido mejorando prácticamente de la nada. Su aprendizaje fue a base de esfuerzo. “A fuerza de trabajar y de pelear, de indagar en el estilo y tocar mucho y cometer errores también, para que luego se convirtieran en aciertos y aprender de ello. Trabajamos mucho en los inicios, siempre hemos sido una banda muy trabajadora, queríamos hacer una banda de blues y a pesar de… hoy en día con la información que hay en las nuevas tecnologías lo tienes muy fácil, pero en aquellos días había que descubrir, era un poco prueba empírica, prueba-error y venga, y así poco a poco fuimos introduciéndonos en el estilo”, recuerda.

Un primer concierto inolvidable

Recordamos el primer concierto en 2004 del grupo, algo inolvidable para cualquier banda, que además no fue un bolo en un lugar olvidado o perdido, sino en el Kafe Antzokia teloneando al armonicista inglés, Paul Lamb. Una entrada por la puerta grande.  “Se fundó una asociación de blues que se llamaba The Basque Country Blues Association, que yo creo que es la primera asociación de blues que hay en España, ahora hay muchas, Asociación de Blues de Madrid, Asociación de Blues de Cataluña, la de Alicante, la de Sevilla … pero creo que aquella fue la primera, y un poco para promocionar las bandas locales las ponían con artistas internacionales que venían por Bilbao, y nos ofrecieron ser teloneros de Paul Lamb, y fue ahí cuando decidimos que el proyecto que teníamos un poco de local de ensayo de futuro grupo, pues tenía que pasar a ser algo ya más profesional, tomárnoslo en serio, ahí decidimos ponernos ya el nombre de Travellin´ Brothers y debutamos como Travellin´ Brothers en ese concierto, ese día”, comenta.


Esos jóvenes que acababan de salir del huevo musical estaban llenos de vida y energía, no se amilanaron, como hubiera sido algo normal, y salieron a escena a darlo todo. Ofrecieron un show con mucha fuerza, algo que sorprendió incluso al británico. “La verdad que dimos un show muy bueno, muy enérgico, igual no con la calidad que tenemos a día de hoy, pero trabajamos mucho para el primer bolo; la verdad que estuvo muy guay e incluso la anécdota de que Paul Lamb le dijo a su manager que la próxima vez que viniera por aquí, no nos pusiera de teloneros porque hicimos un gran show y le robamos un pelín, un pelín sólo, el protagonismo, eso indica que ya desde los inicios íbamos con mucha energía,  mucha pasión”, recuerda.

Su primer trabajo, A Blues Experience fue un elepé grabado en directo. “Lo grabamos en directo en el Kafe Antzokia, en este caso de Ondárroa, que es uno más pequeñito que hay en otro pueblo cercano a Bilbao, y era una carta de presentación, está con la inexperiencia hecho a la carrera”, recuerda. Concuerda conmigo en la charla que es en el segundo álbum, From the Road donde ya vemos a un grupo más definido y maduro. “Pasa un año y pico, preparamos canciones; ahí es cuando entra el sexto miembro de la banda y ya nos abrimos un poco a un Blues más tradicional, más guitarrero, más que solo blues ya empezamos a tocar palos de la música americana en general, ya empezó a haber toques más de soul, toques de Funky, toques de góspel”.

Sin embargo, es en el tercer trabajo, Red, Hot & Blue (2009) donde algo tan importante en una banda como el estilo queda definido totalmente. “Marca ya la tendencia del estilo de la banda, no sólo de blues sino ya de una banda de raíz americana en la que abarcamos todos los estilos, desde el jazz hasta el swing, el blues, el góspel, el country incluso, y ya empiezan a aparecer los sonidos de Nueva Orleans que en nuestra carrera son fundamentales”, comenta.

Aquel disco tenía mucho de los mimbres que hemos podido escuchar en sus siguientes trabajos. “Ya con las ideas claras, ya como cinco años de bagaje de nosotros tocando muchos conciertos, empapándonos del estilo, y yo creo que sí que es en el tercero en el que realmente hay un salto de calidad ya bastante grande, y es en el que empezamos a tocar ya en sitios más importantes, es con el que empezamos a girar un poco fuera, y en el que empezamos a estar contentos realmente con lo que estamos tocando”, dice. Es como si la banda hubiera comenzado realmente con Red, Hot & Blue y sus dos discos anteriores fueran un entrenamiento o ensayo “A día de hoy no hay canciones en nuestro directo del primero y del segundo, pero el tercero sí que las hay. Yo creo que es desde ahí desde donde realmente nos sentimos orgullosos de lo que tocamos”, sentencia.

Un reto mayúsculo

En el disco Big Band se lían la manta a la cabeza y montan una Big Band con nuevos músicos, seleccionados uno a uno, no contratando una una Big Band ya formada, pasando de un sexteto a dieciocho músicos, con todos los problemas que conlleva eso en materia de logística. Un reto mayúsculo que sorprende a todo el mundo y que les abre un nuevo mercado. “Siempre somos una banda que ha buscado aportar algo nuevo en cada disco, dar un paso más, mejorar, ofrecer algo nuevo dentro del estilo. Claro, dentro del estilo que manejamos, de repente no vamos a descubrir nada nuevo”, comenta.

Se liaron la manta a la cabeza porque había algo que les impulsaba, era un momento donde parecían regresar a la palestra las Big Bands y además contaban con excelentes músicos. “Tenemos la suerte de tener a Alain Sancho, el saxofonista, que además de saxofonista tiene la carrera de dirección de orquesta. Siempre nos gustaban mucho las Big Bands, nos gustaba, en aquella época, estábamos escuchando mucho a Colin James and the Little Big Band, esa onda que nos gustaba mucho. Como gente actual estaba rescatando las Big Bands y el rollo swing y demás. Y bueno, decidimos intentar hacer algo con nuestras propias canciones, hacer unos arreglos para Big Band. Montar nuestra propia Big Band, con músicos, amigos, conocidos y demás. Creíamos que lo más importante era hacerlo en directo, porque con tanto músico en un estudio iba a perder un poco la esencia y decidimos hacerlo en el auditorio de nuestro pueblo (Kulturleioa)”

Travellin´ Brothers dieron en el clavo, acertaron de lleno porque este álbum les abrió, como ya he dicho, otras puertas a festivales diferentes. “Fue un éxito, lo grabamos en directo a una sola toma, hicimos dos días de concierto, por si acaso uno había algún problema técnico o lo que sea, y bueno, pues salió todo bien, nos quedamos con uno de ellos. Y luego, la verdad que tuvo muy buena aceptación, decidimos llevarlo a la carretera. Lógicamente, fue un reto logísticamente hablando, la verdad que fue una aventura que duró dos años de gira”, relata, Cañibano.

Para la gente no muy puesta en esto de las Big Bands, es bastante habitual que por las fechas navideñas publiquen álbumes con villancicos, y claro, Travellin´ Brothers decidieron hacer lo mismo. Christmas Special contenía seis canciones tradicionales, dos de ellas en euskera, Olentzero y Haurtxo Polita. Ya que tenían montada una Big Band había que sacarle toda su esencia. “La verdad que estaba molando mucho lo de la Big Band, nos estaban llamando de mogollón de sitios, estábamos súper enchufados y dijimos: joder, pues ya que hemos hecho esto de la Big Band al más puro estilo americano, pues no hay Big Band que se precie que no haya grabado un disco de villancicos.  Decidimos hacer un disco de villancicos, pero dándole nuestro estilo particular y decidimos hacer un arreglo para estas dos canciones tradicionales vascas, pero al más puro estilo, llevarlas al más puro estilo americano de las Big Bands”

Desde entonces estos villancicos son parte de la navidad vasca. “Y la verdad que tuvo mucha aceptación, la canción, por ejemplo, de Olentzero sigue sonando todas las navidades aquí en el País Vasco a tope.  Es un arreglo que a la gente le gustó mucho, es traer música tradicional a los tiempos de hoy en día. Duro dos años y con algún coletazo, quizás tres, pues igual estuvimos cinco o seis navidades tocando con la Big Band por este repertorio navideño. O sea que la verdad que tuvo bastante aceptación, funcionó muy bien y probablemente, pues no sé decirte seguro, pero quizás nuestro disco navideño es el que más hemos vendido copias físicas en nuestra historia”

Viaje a una de las cunas de la música

Yo descubrí a Travellin´Brothers con un discazo, y el que considero su mejor trabajo, 13th Avenue South, diez canciones increíbles que los situaban en lo más alto. Para este trabajo los vascos decidieron marcharse a Nashville, no era la primera vez que grababan fuera de España, pero sí que era la oportunidad de poder hacerlo en una de las cunas de la música, además, el disco estaba producido por Brad Jones. “Creo que son canciones muy buenas, estamos en un momento de ejecución muy bueno, estamos tocando muchísimo en todos los países, entonces estamos en plena forma y decidimos que ese disco y esas canciones merecen ser grabadas de la mejor manera posible”, recuerda.


“Entonces, buscando sitios, empezamos a buscar sitios en Estados Unidos, en Nueva Orleans, en Memphis, en Nashville, en Austin y al final el que mejor nos cuadró un poco por feeling, hablando con los productores, pues por feeling, por tema logístico también, por tema de viajes, de coincidencia de fechas, de todo un poco. Y decidimos que Brad Jones es el que más nos interesa y Nashville es una ciudad que nos apetecía mucho, la ciudad de la música y decidimos ir allí, y la verdad que la elección no pudo ser mejor. Fue una experiencia de 10-12 días ahí increíbles, grabando en el estudio, a las noches yendo a ver música en directo a la ciudad, la experiencia fue brutal y es un disco que queda en nuestra memoria para siempre”, comenta.

Hay pocos discos que marquen una época como sí lo logró este trabajo.  “Creo que tiene un nivel muy grande, y de hecho es, yo creo que junto con el último, el Coming Home, el que lleva el peso de los directos, estamos muy orgullosos de ese disco y muy contentos, y ese también fue, digamos, como otro salto más en nuestra carrera. Este disco tuvo bastante reconocimiento, nos puso en el mapa más generalista dentro de ser una banda, pues un poco de música minoritaria, pero bueno, nos puso en un mapa más amplio y nos abrió también muchas puertas y muchos reconocimientos, muchos premios y la verdad que giramos mucho con ese disco y estamos muy contentos con él, la verdad”, remata.

Su último disco es el mencionado, Coming Home, que será el elepé que vendrán a presentar al Benicàssim Blues Festival. La composición y grabación del disco fue pospuesta por la pandemia.  “La verdad que es un disco que nos costó mucho enfrentarlo, porque nos tuvieron parados aquí encerrados un montón de tiempo por circunstancias de fuerza mayor, no encontrábamos el momento ni las ganas de acometer un disco. También para ensayar nos costaba porque no nos dejaban ir a ensayar, no nos dejaban salir a cada uno de su pueblo, porque aunque somos todos del mismo pueblo,  a día de hoy, cada uno vivimos un poco aquí por la zona, pero cada uno en un pueblo, con las limitaciones que había, pues no nos podíamos juntar, no había ganas y al final lo fuimos demorando, lo fuimos demorando, hasta que encontramos un poco la inspiración y las ganas de volver a preparar material nuevo, y lo cogimos con muchas ganas y la verdad que a nivel de composición, pues un nuevo salto”, señala.