VALÈNCIA. La crisis del coronavirus alteró los planes de la sociedad valenciana y sus efectos se reflejan significativamente en el apartado demográfico, donde las cifras de natalidad comienzan a recuperarse tras registrar el menor número de nacimientos en un año desde hace ocho décadas. A su vez, la mortalidad encaja este enero su peor dato mensual desde 1975, y los números de divorcios y matrimonios han acusado otro descenso manifiesto. En el caso de la nupcialidad, de hecho, la parálisis pandémica condujo en 2020 a su peor resultado en 45 años.
Así lo revelan las series que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha ido publicando paulatinamente desde el inicio de la crisis, y en las que se observa cómo el virus ha modelado, al menos por unos meses, el curso demográfico de la Comunitat Valenciana. Por ahora, la pandemia ha acentuado gravemente las tendencias que ya se observaban años atrás, como la caída continua de la natalidad. Si en 2018 el número de nacidos se situaba por debajo de los 40.000 anuales en la autonomía valenciana, algo que no sucedía desde el pasado siglo, el año pasado la cifra no llegó a los 35.600 nacimientos, 1.739 menos que en 2019. Es el menor registro desde 1941.
La razón de este considerable descenso se encuentra sobre todo en el último tramo de 2020, cuando la natalidad cayó mucho más de lo esperado. En diciembre, cuando nacieron los primeros bebés concebidos tras decretarse el confinamiento, el número de nacidos se redujo casi un 30 % respecto al mismo periodo de 2019. Lo mismo ocurrió el mes siguiente, enero de 2021, según las estimaciones experimentales que realiza el INE para tratar de trazar con mayor rapidez los efectos de la pandemia: se produjeron 2.492 nacimientos, un 34 % menos que en enero del año anterior.
No obstante, el número de recién llegados ya habría alcanzado de nuevo niveles similares a los anteriores a la pandemia, en gran medida gracias a la contribución de dos tramos clave. El primero fue marzo de 2021, cuando se cumplieron nueve meses del final del primer desconfinamiento. Entonces, la cifra de nacidos superó incluso a la registrada en el mismo mes del año anterior, un momento en el que los efectos del virus no afectaban todavía a las estadísticas. El segundo tramo, julio de 2021, habría supuesto el retorno de la natalidad a cifras idénticas a las de octubre de 2020, el último mes antes de su desplome.
De este modo, la diferencia entre el acumulado de personas nacidas a lo largo de 2020 y de 2021 se reduce con cada mes que pasa. Mientras que en enero de este año habían nacido un 25 % menos de bebés que en el mismo mes del curso anterior, en septiembre ese desajuste se habría rebajado hasta el 3,4 %. Así pues, dependerá de este último trimestre que 2021 no sea, de nuevo, el año con menor natalidad.
En el caso de la mortalidad las cifras son desgraciadamente mucho más conocidas, aunque los datos del pasado año aún no recogían el peor momento de la pandemia en territorio valenciano. Dado que en la Comunitat la ola que dejó más decesos fue la tercera, los números de defunciones que el INE estima para el pasado enero superan con creces a los de cualquier otro mes. Hasta entonces, diciembre de 2020 era el periodo con más muertes por cualquier causa, con 4.796, una cifra muy inferior a las más de 7.100 que se contaron el mes siguiente. Así pues, y aunque los datos de este año pueden variar al ser solo estimaciones, el incremento en la mortalidad es tan elevado que será difícil que enero de 2021 no se convierta en el mes con más fallecimientos desde 1975.
La fuerza de la tercera ola queda de manifiesto además porque, entre el pasado enero y diciembre de 2020, el segundo mes con más decesos por cualquier motivo es febrero de 2021, con casi 5.000. A partir de entonces, eso sí, las cifras de mortalidad ya se reducen a niveles inferiores a los registrados en el primer año de la pandemia. No obstante, y debido a ese fatídico inicio de año, el número total de fallecidos en este 2021 es todavía un 6,4 % mayor al registrado en 2020. Aun así, a comienzos de año ese porcentaje estaba disparado y rondaba el 70 %.
Respecto a 2020, y después de la publicación de la estadística de mortalidad por causas, se conoce que alrededor de un 8,4 % de los decesos fueron provocados entonces por la covid. En este sentido, y en cuanto a la mortalidad general, los peores momentos de la pandemia en 2020 coinciden también con los mayores picos de mortalidad, con 4.690 decesos por cualquier motivo en marzo y más de 4.500 en abril. Hasta esos meses, las cifras de defunciones eran similares a las de 2019, pero desde entonces siempre han sido, en mayor o menor medida, superiores.
Por otro lado, y dado que el INE permite conocer el motivo del fallecimiento según los certificados médicos de defunción, es posible saber si la pandemia coincidió en el tiempo con un aumento de causas de muerte distintas al coronavirus, como ocurrió con las enfermedades relacionadas con la piel y el tejido subcutáneo, o las dolencias endocrinas y nutricionales. En este sentido, en diversas ocasiones se planteó también cómo podría haber afectado el coronavirus al número de suicidios, que en 2020 y en la Comunitat se mantuvo en registros muy elevados (440) pero sin superar el récord de 2019, cuando se contabilizaron 450.
Sí se constata, en este sentido, un repunte de esta causa de muerte en los últimos años, después de que cayeran progresivamente entre 2012 y 2016, cuando se registraron 336 suicidios. Desde entonces, los números han crecido de nuevo casi ininterrumpidamente hasta anotar las dos cifras más altas de que comenzara la serie en 1980. Por otro lado, y a pesar del ligero descenso en 2020 respecto al año anterior, si se atiende a las franjas de edad los suicidios sí crecieron entre los 15 y los 39 años. En esta último tramo etario hubo 57 suicidios en 2020 por los 40 de 2019, mientras que en la primera franja se pasó de los 26 a lo 32.
Aunque todavía no existen datos oficiales sobre el número de matrimonios registrados en 2021, la reactivación económica tras la tercera ola hace prever que, como ya se observa en otros ámbitos, el número de matrimonios de este 2021 supere al registrado en 2020. Entonces, los enlaces nupciales cayeron en picado tras un buen inicio de año, en el que se registraron más bodas que en 2019. Sin embargo, la pandemia redujo las cifras hasta dejarlas en números nunca antes vistos, y durante el primer mes completo de confinamiento, abril, solo se contabilizaron 51 enlaces.
Pese a la posterior recuperación, en 2020 nunca hubo un mes cuyo dato superara al registrado en 2019 o 2018, y el año terminó con el menor balance de bodas al menos desde 1975, con 10.727 enlaces. Hasta ese momento, el número de matrimonios más reducido se encontraba localizado en 2013, con 16.070 uniones. Este desplome, además, estuvo muy asociado a la imposibilidad de realizar celebraciones con cierta normalidad, que se prolongó muchos meses más allá del confinamiento.
Por último, el número de divorcios, separaciones y nulidades cayó también en 2020, pero lo hizo con menos contundencia que la cifra de matrimonios. Aun así, el dato registrado, 9.762 rupturas, es un 14 % inferior al de 2019, debido en parte al cierre de los juzgados durante el confinamiento. Más adelante, la reapertura de los mismos no llegó a compensar del todo las cifras anteriores, y entraron en juego factores como la inestabilidad a nivel económico, que podría haber llevado a muchas parejas a esperar un mejor momento para concretar su separación.
En este 2021, y aunque el Instituto Nacional de Estadística todavía no ofrece datos al respecto, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sí ha publicado un primer informe sobre las demandas de ruptura matrimonial en el primer semestre del año, y en ellas no se refleja de momento un gran incremento que compense la caída del año anterior. De momento, los divorcios son todavía un 8 % inferiores a los de 2019, aunque las cifras, eso sí, ya se acercan mucho más a las que eran habituales en los tiempos anteriores a la pandemia.