VALÈNCIA (EFE). Representantes de la dirección y del comité de empresa de Pilkington de Sagunto se reunirán con miembros de la Dirección General de Trabajo en València, a petición de la representación de los trabajadores, para tratar de llegar a un acuerdo sobre el futuro de la empresa, dedicada a suministros de parabrisas para la automoción. En la planta trabajan unas 400 personas.
Fuentes del comité de empresa han informado de que este acuerdo se ha alcanzado tras mantener una reunión en la que la dirección de la factoría "ha mostrado cierta apertura a abordar la situación de la planta" de laminado.
La representación social ha pedido una reunión conjunta con la Dirección General de Trabajo en València "para que los compromisos que se puedan adquirir sean también con las Administraciones Públicas". Según los trabajadores, la dirección de Pilkington ha aceptado la propuesta y ahora se están realizando los trámites para solicitar esta reunión.
El comité de empresa ha indicado que este martes, 23 de marzo, se reunirán con la Delegación del Gobierno para exponer la situación de la planta y solicitar su apoyo en la resolución del conflicto.
A pesar de la apertura de esta vía de diálogo, el comité de empresa ha recalcado que se mantiene la huelga en el turno de noche de este lunes y durante todo el martes hasta que se alcance un acuerdo satisfactorio.
La planta de parabrisas inició este lunes una huelga convocada por los representantes de los trabajadores como "única alternativa" para "buscar soluciones que conlleven la continuidad las instalaciones y "garantizar inversiones y con ello el empleo de la plantilla".
Desde los sindicatos lamentaron que la empresa "sigue sin comprometerse con la continuidad de la Instalación de Laminado, para lo que, además, ha manifestado que la supervivencia del resto de la planta tendría que pasar por una gran transformación de la estructura actual y de las condiciones laborales y salarios actuales".
Según el Comité de Empresa, la salida de 37 personas que ha planteado la compañía a través de un plan de jubilación, es solo el principio, "un dado envenenado", y creen que "detrás está el cierre de la línea de parabrisas", en las que trabajan más de un centenar de personas. Esto a su vez, conllevaría "la pérdida de la viabilidad de la planta", en la que trabajan unas 400 personas, advierten.