VALÈNCIA. La negociación para el reparto de las alcaldías pedáneas entre las dos formaciones ha resultado en otra sonora riña entre los socios de gobierno del Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV. Aunque el acuerdo estaba muy avanzado, se mantenía atascado desde hace varias semanas a falta de cerrar quién gestionará el pueblo de Benimàmet. Un bloqueo que ha dado lugar a un nuevo choque entre la formación de Joan Ribó y el partido de Sandra Gómez, cuya relación no pasaba por su mejor momento debido a las tensiones surgidas a raiz del fraude acaecido en la EMT de València. Es más, esta riña empeora por momentos las relaciones de ambos socios y amenaza con afectar al procedimiento que sigue la empresa municipal de transportes, dirigida por Giuseppe Grezzi (Compromís).
Como había publicado este diario, sólo quedaba cerrar quién llevaría la alcaldía de Benimàmet: el pasado mandato estuvo dirigido dos años por un alcalde elegido por el PSPV y otros dos por otro con el apoyo de Compromís y Podem. Siguiendo esa línea, la coalición valencianista abogaba ahora por repartirse el cargo dos años cada partido -Podem no tiene presencia en el consistorio tras las elecciones-. Por contra, los socialistas optaban por, aplicando el mismo criterio que se había aplicado al resto de pueblos -quien más votos saca, gobierna-, dirigir la alcaldía de Benimàmet en solitario todo el mandato. Máxime teniendo en cuenta que la diferencia de votos entre ambos partidos es considerable: 300 votos en favor del PSPV.
No obstante, fuentes de Compromís insistieron este jueves en apuntar al acuerdo alcanzado el pasado mandato. Entonces, subrayan, la coalición venció en pueblos como Poble Nou o Borbotó y, por contra, los alcaldes pedáneos acabaron siendo elegidos por los socialistas. En ese sentido, no ven una excentricidad que algo similar se pudiera aplicar en este caso. Ahora bien, eso sí, Benimàmet es la pedanía más importante de la ciudad en términos poblacionales.
El pasado verano tras las elecciones, como ambas formaciones alcanzaron un acuerdo de gobierno municipal in extremis, no dio tiempo a acordar cómo se repartirían las delegaciones de las pedanías. La decisión se ha ido postergando y en septiembre, el cargo de los alcaldes del pasado mandato tuvo que ser prorrogado sine die, hasta sellar un acuerdo al respecto. Así se ha ido desarrollando la negociación sin llegar a un consenso: faltaba Benimàmet.
Aprovechando que, en la práctica, estos nombramientos son competencia exclusiva del alcalde, y -según Compromís- para acabar con la interinididad tras muchos meses de retraso, la formación de Ribó ha decidido nombrar a los nuevos responsables de las pedanías. Y en el caso de Benimàmet, ha impuesto su criterio: dos años para la coalición, y otros dos para los socialistas. Ahora bien, dijo que por su parte "pondrá una persona independiente y de consenso entre la población".
Esto levantó no poca polvareda en las filas socialistas, hasta el punto que su portavoz, Sandra Gómez, se mostró sorprendida por esta "decisión unilateral" y aseguró haberse enterado por la prensa, si bien fuentes de Compromís insistieron haberlo comunicado el día anterior a miembros del PSPV. Gómez dijo que le "decepciona" la decisión dado que no "respeta la voluntad democrática de los vecinos", ya que el PSPV fue el partido más votado en Benimàmet.
El grupo municipal de Compromís, por su parte, consideró que la postura socialista no es "razonable" y que la decisión se ha tomado para "desbloquear" la situación. "Más allá de intereses partidistas, estamos aquí para dar soluciones a la gente, para facilitar su día a día, y por eso es necesario nombrar ya a los alcaldes", añadió, para negar a continuación que haya una crisis de gobierno.
El desencuentro ha sido tal que los socialistas han convocado una comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno entre ambas formaciones, suscrito apenas cinco meses atrás, en julio. Considera el PSPV que se está vulnerando el llamado pacto del Rialto y que esta situación debe resolverse en dicha reunión, convocada para este mismo viernes por la mañana. No obstante, al cierre de esta edición, los representantes de Compromís habían rechazado su asistencia.
Este choque se antoja un eco del que se produjo hace apenas dos meses con motivo del fraude de cuatro millones perpetrado contra la EMT, empresa dirigida por el edil de Compromís Giuseppe Grezzi. A mediados de octubre, las disensiones entre Compromís y PSPV sobre el papel que debía jugar Grezzi en la comisión de investigación dio lugar a "una crisis de gobierno sin precedentes" -en palabras del vicealcalde de Compromís Sergi Campillo-, cuyos golpes todavía se revelan inflamados.
Aunque sólo han pasado 57 días desde entonces, no ha cesado una agria, convulsa y vertiginosa actualidad entre las paredes consistoriales: en respuesta al desencuentro en la comisión de investigación, Compromís apartó temporalmente a la portavoz del PSPV de la comisión delegada de La Marina; la oposición ha forzado dos plenos extraordinarios con el foco puesto en la EMT; la comisión de investigación por el fraude continúa su curso y ha revelado lagunas en los protocolos internos de la empresa municipal que pudieron facilitar la estafa; también en ella se han sucedido algunos desencuentros entre socialistas y Compromís; asimismo, se han descubierto los vínculos empresariales y laborales del que fuera secretario de la firma municipal con el cuñado del alcalde, lo que más tarde llevó a la dimisión del letrado, pero la oposición exige todavía más responsabilidades; y además, el caso sigue su fase de instrucción en los juzgados.
A nadie se le escapa que, si algo ha faltado durante estos dos meses, ha sido reposo y tranquilidad. Es más, la disputa por las pedanías aviva las rencillas entre los socios y puede acabar afectando a todo el procedimiento relacionado con la EMT, en cuyo seno, huelga recordar, el desencuentro ahora entre Compromís y socialistas se centra en informar o no del fraude al Banco de España y al Tribunal de Cuentas. La coalición no lo ve adecuado por el momento, en base a los informes jurídicos de los abogados recién contratados; el PSPV cree necesario hacerlo.
A todo esto, en medio de todo el guirigay, este viernes se presenta la programación navideña del consistorio.