VALÈNCIA. Dícese de la museografía que son las técnicas y prácticas relativas al funcionamiento de un museo. La puesta a punto, organización de exposiciones y todo lo que se prepara con meses de antelación antes de abrir de cara al público. Esta labor la llevan a cabo desde Matra Museografía, un equipo compuesto por Vicent Gisbert Cardona, encargado de Diseño Gráfico y audiovisual, Maite González en dirección de gestión económica y administración; Pepe Beltrán y Diego Saiz, directores creativo y de proyectos; Edurne Turcott, encargada del desarrollo y gestión de proyectos y Ángela de Manuel, encargada de los contenidos y museología" que llevan a cabo este trabajo desde hace ya más de 10 años.
En definición de Beltrán, encargado de la dirección creativa y de proyectos, el trabajo de Matra Museografía podría ser similar al de un director de cine, en cuanto a manejar equipos y narrativas que no ha escrito él mismo: “Entendemos que el proyecto expositivo es un lugar de encuentro entre diferentes oficios de creación, investigación y realización. Es en la práctica de este encuentro de disciplinas donde obtenemos las herramientas para adaptarnos a la realidad de cada proyecto”, a su vez esas herramientas se complementan perfectamente entre distintos equipos, donde cada área cuenta con su espacio dentro de un trabajo coral.
Y aprovecha para redefinir el término: “La museografía por definición es el conjunto de técnicas utilizadas para el funcionamiento del museo en lo referente a las colecciones, su conservación y su exposición”.
En estos momentos tienen 12 exposiciones en marcha: Asger Jorn en el IVAM; Miguel Hernández en Atarazanas; Sorolla en Roma en la Diputació; Sorolla Orígenes en el MUBAV; Fals en el MUVIM; Joaquín Sorolla y la pintura valenciana en el MUBAV de Alicante; De la Foscor a la Llum y Robert Capa en el Palau de les Comunicacions; Tota pedra fa paret en la Almoina; Hermano Lobo y Cap a la ciutat monstre en La Nau; Paco Roca, regreso al Edén en Benicarló. Y aunque aseguran que tener tantas exposiciones en marcha no es lo habitual desvelan a Culturplaza las claves de estas.
Desde Matra Museografía se diseña siempre en consecuencia, comprendiendo también las necesidades que cambian constantemente con el tiempo. Aunque el estudio taller nace en los años 80 (con motivo de crear mobiliario para el hábitat comercial) no es hasta 1989, cuando abre el IVAM que las instituciones deciden asignar un presupuesto para las exposiciones: “El proyecto expositivo se hace necesario pasamos de realizar una peana o una vitrina a instalar las obras y realizar diseños más complejos hasta la especialización. Con el tiempo y sobre todo por las diferentes crisis abandonamos la faceta de taller y nos quedamos solo con el estudio. Matra Museografía tiene 10 años pero la experiencia de parte del equipo supera los 30”, comentan los directores creativos.
Para generar una muestra de impacto explica Beltrán que la clave es mantener la sorpresa y la potencia visual de los montajes, cumpliendo las altas expectativas de los visitantes a una exposición: “La asistencia a una exposición es un acto cultural comunitario que trasciende del visionado de contenidos en una pantalla, no obstante, la experiencia debe de ser visualmente emocionante. En este sentido la integración de audiovisual, de imagen en movimiento, es un factor clave”. Esto, tal y como añade su compañero Saiz (también director creativo y de proyectos), solo se puede comprender teniendo en cuenta el orden de los elementos, objetos y mensajes que se desea que lleguen al espectador, y lo que es más importante aún es disponerlos correctamente.
“La mayoría de los centros o museos de nuestra ciudad, por ejemplo, son arquitecturas adaptadas, con mayor o menor acierto, exceptuando el IVAM, el Museu de Belles Arts o el MuVIM (y esté excesivamente singular) el resto no son edificios proyectados cómo museos. Las diferentes posiciones y agrupaciones posibles entre las obras crean relaciones diferentes entre las piezas y el espacio, el acierto está en la mejor solución del puzle. Esa es nuestra labor”, explica Saiz.
De esta misma manera todos los equipos y personas que conforman Matra aportan su pequeño grano de arena, realizando tanto la escenografía de la sala como el mobiliario expositivo y los audiovisuales si fuera necesario. Vicent es el encargado del Diseño gráfico y audiovisual, y su clave para lograr un buen resultado está en “no competir”, una de las primeras cosas que le enseñaron desde Matra: “Significa que la imagen gráfica no ha de eclipsar si sobreponerse a la imagen elegida para representar la exposición. La tipografía, los colores, y los pocos elementos gráficos utilizados deben guiar la vista del espectador para que éste obtenga la información necesaria, pero sin abrumar”, explica el diseñador. Aunque todo tiene sus peros, en las colecciones de varios artistas (o de arte contemporáneo) los artistas a veces pueden pasar a un segundo plano, dejando al diseño una mayor relevancia.
En el último caso explica Vicent que a veces no se tiene en cuenta la regla, a veces en colecciones de arte contemporáneo se ven muestras de diseño gráfico puro y duro sin referenciar las obras expuestas: “Nos pasó esto con 40 aniversario. La Colección Arte Siglo XX. 1977-2017 para el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, en 2017, es un claro ejemplo. Una tipografía y colores muy estudiados anunciaban la exhibición sin mostrar ninguna obra expuesta”.Saiz explica que en estos casos se tiene siempre en cuenta la exposición como un medio de comunicación, y que la variedad de contenidos son las que les lleva a “ utilizar recursos audiovisuales o gráficos para que el medio sea efectivo” y que de esa manera el espectador llegue a entender ese gran todo, y a su vez creando una presentación que sea atractiva hasta cuando los objetos no tengan un valor plástico como tal.
Y por supuesto con el paso del tiempo se añaden nuevos retos. Actualmente tienen que innovar sobre el tratamiento de Sorolla, en un año lleno de exposiciones del artista valenciano. Explica Saiz que innovar en estos casos es muy delicado: “Una obra como la de Sorolla es tan apreciada y tiene tanta consistencia que cualquier innovación es muy delicada. Son exposiciones donde lo importante es que cada pieza tenga su lugar más adecuado para apreciarla correctamente”, explica.
Desde el diseño Vicent contempla que tienen que crear varias campañas gráficas para las exposiciones de Sorolla, en las que siguen más o menos los mismos parámetros: “Una tipografia sin serifa, blanca y legible por encima de la pintura de Sorolla elegida, son los únicos elementos que informan al visitante. Este resultado, simple a la vista, es fruto de un complejo trabajo de elección de tipografia, colores (no siempre es blanco), ubicación de los textos en el espacio disponible (según la aplicación: carteles, banners web, banderolas, folletos, etc.) y los complicados y abundantes logos”.