VALÈNCIA. Aún queda para que los problemas generados por la depuradora de Pinedo encuentren resolución definitiva, o al menos satisfactoria. La salida a exposición pública del Plan Especial para la depuradora, elaborado por la Conselleria de Transición Ecológica que dirige Mireia Mollà, es un paso más en el camino hacia la regularización de las instalaciones. Por fin, parecieron decir tanto vecinos como la administración municipal de València. Ahora bien, debe superar todavía el período de alegaciones y en el Ayuntamiento de València ven cosas mejorables.
El mencionado Plan tiene dos objetivos: por un lado, regularizar la parte de las instalaciones que no tiene licencia, y por otro, dejar negro sobre blanco medidas correctoras para solucionar los problemas que la planta de tratamiento de aguas residuales genera en el entorno, bien sobre los vecinos más próximos, bien en el ecosistema y paisaje que la abraza. Unas actuaciones que alcanzarían los 36 millones de euros según las previsiones de la Conselleria.
Entre los principales efectos ambientales de la instalación se encuentran, fundamentalmente, el ruido y los olores. Y precisamente es lo que viene a intentar atajar el proyecto. Sin embargo, en el consistorio del Cap i Casal creen que debería incluir otro tipo de actuaciones, que vayan dirigidas a mejorar la capacidad de tratamiento de aguas residuales, para evitar la necesidad de ampliar las instalación.
Así lo aseguran desde la concejalía del Ciclo Integral del Agua, que dirige la socialista Elisa Valía, donde tras leer el proyecto, han advertido esta necesidad de mejora y pretenden elevar la petición a la administración autonómica, precisamente en este trámite de alegaciones. La edil siempre ha puesto sobre la mesa la excesiva carga de trabajo que tiene que soportar ahora mismo la depuradora. "Es una depuradora que ha funcionado bien pero que tiene muchísima carga", admitía la concejala en una entrevista a este diario: "Aquí sólo hay dos soluciones: o reducimos la carga que llega a Pinedo o aumentamos la capacidad de Pinedo".
La propuesta de la delegación de Valía pasa, por un lado, por ejemplo, por que se construyan tanques en diferentes municipios que ahora hacen llegar sus aguas a Pinedo. O por contra, ampliar la capacidad de tratamiento de la planta de Pinedo, pero sin agrandar sus instalaciones.
Esta última posibilidad, la de ejecutar una ampliación estructural en la depuradora, ya había sido planteada en varias intervenciones tanto por el alcalde de València, Joan Ribó, como por la consellera, Mireia Mollà. Pero no en las parcelas de la actual planta, sino que la opción era hacerlo en dos terrenos de la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL) dependientes de la Autoridad Portuaria, una zona todavía sin desarrollar.
De eso hace aproximadamente un año y poco se ha sabido desde entonces. Preguntadas en múltiples ocasiones fuentes del departamento de Mollà, aseguran que se ha avanzado poco en este sentido y rechazan manifestarse al respecto. Por ahora se regularizará una parte de la planta de Pinedo y se harán las obras de mejora. El tiempo dirá si, entre ellas, habrá actuaciones para mejorar la capacidad de tratamiento o, de manera subsidiaria, se estudia la ampliación de las instalaciones, en la ZAL o en otra zona.