VALÈNCIA. El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) de València recupera en una exposición el proyecto Cabanyal Portes Obertes, cuando un barrio en "lucha por su supervivencia" y que "no sabía cómo iba a ser su futuro" abrió las puertas de sus casas y establecimientos al arte para recuperar su "sensación de autoestima" y reivindicarse.
1998-2015 Cabanyal Portes Obertes. Cultura y Ciutadania permite recorrer, desde este viernes y hasta el 24 de octubre, casi 17 años de movilización social y cultural y recoger el compromiso del arte con el movimiento ciudadano Salvem El Cabanyal a través de más de 70 proyectos de las 16 ediciones de esta iniciativa, que convirtió las casas del barrio amenazadas en pequeñas galerías de arte.
El director del CCCC, José Luis Pérez Pont, y los comisarios de la muestra -que formaron parte del movimiento- Maribel Doménech Ibáñez y Emilio José Arroyo han presentado este viernes la exposición, acompañados por artistas que formaron parte de la iniciativa, reporteros que la inmortalizaron y el exportavoz de Salvem El Cabanyal Tino Villora.
Entre 1998 y 2015, ha recordado Pérez Pont, el Cabanyal protagonizó una "ejemplar lucha vecinal, en la que ante un proyecto urbanístico - El Proyecto Especial de Protección y de Reforma Interior del Cabanyal Canyamelar (PEPRI)- que pretendía arrasar con todo un barrio declarado Bien de Interés Cultural (BIC)" y amenazaba con causar un "daño patrimonial irreparable", surgió una "respuesta muy importante" de la ciudadanía y también de artistas.
El mismo 1998, se impulsa por primera vez Cabanyal Portes Obertes "como herramienta para aglutinar el apoyo del sector cultural y artístico", "dar visibilidad" a la problemática y "dar a conocer el barrio", ha recordado el director del CCCC.
Durante 26 ediciones, "un montón de artistas, algunos premios nacionales de artes plásticas, desde gente muy joven hasta muy consagrada", situaron su arte al lado de la lucha, ha explicado el director del CCCC. Las exposiciones "se desarrollaron dentro de las viviendas afectadas y otras del barrio", en un "formato cultural significativo y singular" que "marcó toda una época" y "aportó oxígeno a la sociedad".
Los vecinos, ha recordado la comisaria Maribel Doménech, "no sabían cómo iba a ser su futuro" y ver sus casas convertidas en exposiciones con obras de arte, gracias a Portes Obertes supuso recuperar la "sensación de autoestima" del barrio.
En palabras del exportavoz de Salvem El Cabanyal Tino Villora, "Portes Obertes significó una de las patas más importantes de la resistencia", porque "la gente comenzaba a mirar su calle con otros ojos, otra perspectiva".
Por ello, según ha precisado Emilio José Arroyo, la exposición en el CCCC hace hincapié en "colocar cada obra en el contexto original donde se expuso", para así "ampliar su sentido", con las obras de Yolanda Herranz en la sede del Matadero y las de Josep Renau en las casas, entre otras.
Esa lectura se completa con material documental y "un tercer nivel" de la exposición que va recordando las diferentes etapas, protestas y acciones de la plataforma para vincular las obras con la cronología de la lucha.
La muestra da la bienvenida al visitante con una gran pancarta de Salvem el Cabanyal que corona una larga lista con los nombres y apellidos de las personas que contribuyeron al movimiento de alguna forma. Así lo ha explicado Maribel Ibáñez, que detalla que, cuando el proyecto urbanístico muere y Salvem el Cabanyal se despide, "había una necesidad de terminar de una manera agradeciendo a todo el mundo su solidaridad".
En la exposición se puede ver una selección de los proyectos más importantes y de las aportaciones de artistas como Antoni Muntadas, Juan Genovés, Esther Ferrer, Monique Bastiaans, Pedro Ortuño, Pepa López Poquet, Mira Bernabeu, Werner Moron, Bia Santos, Patricia Gómez, María Jesús González, Yolanda Herranz y fotógrados como El Flaco, Enrique Carrazoni y Juan Peiró, entre otros.
El CCCC expone el cobertor de Paco 'cent onze' con más de 5 metros de altura inicia el recorrido, entre 1998 y 2001. En su confección participaron vecinos de toda la ciudad bordando sobre tela su propia dirección, mostrando su apoyo al Cabanyal, "casas que se solidarizaban con casas".
Frente a esta pieza se muestra una selección de obras de Josep Renau de la más grande exposición que se le había dedicado hasta el momento, en la tercera edición de Cabanyal Portes Obertes (2000), con obras cedidas por la Fundación Josep Renau que prestó sus fondos y el préstamo también del IVAM.
También destaca la pancarta solidaria de Werner Moron (2008), que colgó un gran corazón en el cruce de la calle Reina con la travesía Pescadors en 2000. Se vendían corazones que el artista donó para recaudar dinero para la causa. De las paredes de la Sala Carlos Pérez cuelga también la pancarta de Juan Genovés.
Entre las piezas de la muestra está el trabajo de investigación de Patricia Gómez y María Jesús González, con elementos inéditos que no se habían exhibido, a raíz del proyecto en el que forraron de textiles el interior del edificios del barrio para hacer una imprimación que inmortalizara sus suelos, paredes y ventanales.
También se puede interactuar con la instalación participativa del Laboratorio de la Luz de la Universitat Politècnica de València (UPV), que según ha mostrado su directora, Trinidad Gracia, sitúa al espectador que se pone en frente, gracias a una cámara, en conversaciones entre los miembros de la plataforma, reuniones para hablar de la huelga y otras escenas grabadas en la época.