El gerente del Consorci de Museus, Nicolás Bugeda, que cumple en diciembre un año en el cargo, afirma que "todas las convocatorias de la pasada gestión eran irregulares", acusa de "desidia" en el mantenimiento del centro y deja en el aire el futuro de las exposiciones suspendidas
VALÈNCIA. El Centre del Carme está en crisis, pero, ¿de quién es la culpa? Sus actuales gestores parecen tenerlo claro. Hace un año que la Generalitat Valenciana destituyó a su anterior gerente, José Luis Pérez Pont, y eligió a dedo a Nicolás Bugeda para ocupar su puesto, con la promesa de fichar a un director artístico que sigue sin llegar. Un año después, el museo se ha desdibujado del circuito cultural valenciano, meses en los que no solo ha roto relaciones con muchos de sus aliados sino que, también, acumula ya casi una decena de exposiciones suspendidas. En estas últimas semanas, de hecho, apenas tenía una muestra abierta al público, fruto de la colaboración con un festival de fotografía y no prevista en su calendario inicial.
Este diario ha venido consultando sobre esta situación -desde septiembre y en distintas ocasiones- a la Conselleria de Educación y Cultura, liderada por José Antonio Rovira, desde la que se ha ofrecido relatos que, bien por falta de transparencia o bien por las escuetas explicaciones, han ido dando matices distintos sobre la situación por la que pasa el museo. En septiembre, la suspensión de exposiciones respondía a cuestiones de "carácter técnico y ajustes en la programación". En octubre, porque es "necesario adaptarse a la nueva normativa". En noviembre, por "irregularidades" en la contratación y, además, por el cierre de varias salas de exposición por "falta de mantenimiento". El relato más reciente lo firma el propio Nicolás Bugeda a preguntas realizadas por Culturplaza tras la presentación de la exposición Babel. Materia y Lenguaje, en la que supone la primera rueda de prensa que realizan desde septiembre.
"Ustedes saben cual es el origen de los males del Centre del Carme y el Consorcio de Museos: es fruto de una gestión pretérita abocada al caos [...] Probablemente teníamos que haber cerrado el Consorcio de Museos durante seis meses y hacer una planificación de la contratación. Recuerdo que el cambio de rumbo de esta institución vino marcado precisamente por una mala gestión, insisto, en la contratación pública", expresó Bugeda, quien accedió a la gerencia del Consorci de Museus hace ya casi un año, en diciembre de 2023.
Lo cierto es que desde julio se ha ido sucediendo la suspensión de numerosas exposiciones, muchas de ellas fruto de las convocatorias públicas impulsadas en los últimos años para la confección de la programación del centro. Un modelo que, de acuerdo con la Conselleria, es el motivo -o uno de ellos- del freno expositivo. "Todas las convocatorias de la pasada gestión eran irregulares”, aseveró el gerente, pero, ¿en qué punto? Preguntado insistentemente por esta cuestión, deslizó que estas irregularidades pasan "porque es una mezcolanza de distintas normativas" -"no la ha hecho, digamos, un jurídico experto", añadió- o porque "lo que se puede es adelantar el 70%, como muchos de los expedientes que tengo encima de la mesa, por adelantado”, insistió el gerente.
Pero no solo ha sido esta cuestión la que ha frenado parte del proyecto del Consorci de Museus, pues también señaló Bugeda que en estos meses muchas de las salas han sido cerradas para acometer trabajos de mantenimiento ante el mal estado de las instalaciones. Un elemento novedoso con respecto al relato de Cultura de los últimos meses: "Precisamente, por el origen del problema, han estado cerradas unas salas. Llevamos tres meses restaurándolas. Estaban reventadas, durante ocho años aquí no había contratos de mantenimiento. Eso ha provocado que todos los forjados, todos los voladizos, se hayan desmembrado. Eso ha hecho unas filtraciones en un monumento nacional que ha hecho que las estructuras estén destrozadas. El Centre del Carme está hecho una caca por falta de mantenimiento, ha habido una desidia, y es una vergüenza. Esta es la situación".
No detalló, en todo caso, el calendario de actuaciones y la previsión de cierre de las salas de cara a los próximos meses. "Va a haber actuaciones, lo que pasa es que yo no tengo las competencias, sí que sé que hay una licitación para intervenir en la sala Ferreres, porque está hecha polvo", dijo. Este diario ha contactado a la Conselleria de Educación y Cultura para concretar las actuaciones realizadas y a realizar así como en lo referente a las “irregularidades” a las que ha hecho referencia el gerente del Consorci, sin haber recibido respuesta al cierre de este artículo.
Con este panorama, ¿qué pasa con exposiciones suspendidas? Pues, ciertamente, también es un misterio. Si bien desde la Conselleria de Cultura se trató de minimizar la cuestión insistiendo en que las muestras no iban a ser canceladas, sino que ya se estaba trabajando de la mano de artistas y comisarios en su reprogramación, ahora el escenario es distinto. Un cambio que justifican en los efectos de la Dana: "En estos momentos el gobierno valenciano y sus instituciones públicas están centrados en la reconstrucción y esa reconstrucción pasará, indudablemente, porque haya una revisión de proyectos para el año que viene [...] Vamos a focalizar todos los esfuerzos en ayudar al sector, a nuestras industrias, a nuestros artistas y galeristas", relató el gerente del Consorci de Museus.
"[Reprogramar] era el plan, intentar pasar estas exposiciones en los ejercicios sucesivos, pero bien es cierto que en estos momentos todo ha cambiado. Habrá proyectos o no. Nuestra ilusión sería ser garantistas y poder ayudar a todas esas personas que se engañaron mediante procedimientos de convocatorias irregulares. Pero, en estos momentos ha cambiado la situación con la Dana", continuó Bugeda. Con todo, queda en el aire todavía qué proyectos se recuperarán -si es que se reprograma alguno- y en qué medida este cambio de rumbo afectará a la programación de 2025, que todavía no se ha presentado.
Cabe destacar que no todas, aunque sí la mayoría, de las exposiciones suspendidas son fruto de las convocatorias públicas, exposiciones estaban previstas entre julio y noviembre y no se han llevado a cabo. Estos proyectos son: Paco Giménez. El domador de líneas; Good Game de la artista Ana Esteve Reig; South body, comisariada por Adonay Bermúdez; una muestra en torno a la obra del fotógrafo Francisco Llop; El bosque, de Hugo Martínez Tormo; Jauría, de Yolanda Benalba; Todo lo solido se desvanece en el aire, comisariada por Diana Padrón, o una exposición de Pepe Beas. De cara al mes de diciembre, según la programación oficial, está prevista la inauguración de Love story, de Mavi Escamilla, y Páginas en construcción. Muestra de revistas ensambladas, experimentales y raras, proyectos que todavía se desconoce si se llevarán a cabo o no.
Un año después del cese de Pérez Pont el centro sigue sin crear la plaza de director artístico y ya acumula cerca de diez exposiciones suspendidas