VALÈNCIA. Cuando hace unos meses se presentó la programación de 2024 del Centre del Carme estaba claro que era un curso de transición. Con un inicio de año marcado por el cese del anterior gerente del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont; la designación del nuevo, Nicolás Bugeda, y la promesa de ‘fichar’ a un director artístico que sigue sin llegar, el centro cultural armó su calendario con una mezcla de proyectos heredados y algunos de nuevo cuño, liderados estos últimos por el historiado del arte y trabajador de la casa, Vicente Samper, quien de manera transitoria está capitaneando la gestión artística del centro a la espera de que la Conselleria de Cultura dé solución a su vacío.
Esta situación de impasse quedó negro sobre blanco con la comunicación de las propuestas del año que, de manera extraordinaria, se solventó con una nota de prensa remitida a medios, esquivando la habitual presentación para compartir el programa anual. Desde entonces el museo ha ido caminando con pies de plomo en un contexto también cambiante en lo político, pues en estos meses el área de Cultura ha pasado de estar dirigida por Vicente Barrera a José Antonio Rovira, tras la salida de Vox del gobierno autonómico.
Los cambios, con todo, continúan también en el ámbito artístico, y es que en apenas tres meses el centro ha suspendido al menos cuatro propuestas expositivas, dos previstas para julio y otras dos en septiembre. Entre ellas, la exposición Paco Giménez. El domador de líneas, que según lo anunciado debía haber abierto sus puertas hace unos días, un proyecto que se plantea como un recorrido de la producción gráfica del Premio Nacional de Ilustración. También en septiembre, en este caso el pasado día 20, el museo tenía previsto abrir sus puertas a la exposición en torno a la obra del la fotógrafo Francisco Llop, una apertura que no se produjo. En su lugar, abrió sus puertas en la Sala Dormitori una muestra de fondos fotográficos del MACVAC (Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni) fruto de la colaboración con el festival ValenciaPhoto, muestra que ocupará la sala en el mismo periodo que debía haberse visto la de Llop.
Tampoco han abierto sus puertas algunas de las propuestas vinculadas a las convocatorias públicas que impulsan cada año. Tal es el caso del proyecto Good Game de Ana Esteve Reig, seleccionado en la convocatoria Escletxes 2024-2026, un proyecto que reflexiona sobre el universo virtual y cuya apertura estaba prevista para el pasado mes de julio. Otra de las propuestas agendadas que no han abierto sus puertas es South body de Carlos Martiel, cuya inauguración también estaba prevista para julio. En este caso, el proyecto de Bermúdez fue uno de los seleccionados en la Convocatoria V.O 2024-2026, un trabajo en el que el artista cubano discurre sobre violencia, desigualdad, discriminación, resistencia o compromiso.
Preguntados por este diario, desde la Conselleria de Cultura se han limitado a decir que los cambios responden a “motivos de carácter técnico y ajustes en la programación” y que se está realizando una “adecuación de la nueva temporada del centro hasta reorganizar el próximo ejercicio”, un nuevo curso que, de momento, se diseñará sin todavía un director artístico. Con todo, desde Conselleria y el Centre del Carme no han ofrecido más información sobre el motivo de las distintas suspensiones o la posible reubicación de los mencionados proyectos. Tampoco sobre si se prevé algún cambio más en los próximos meses.
Cabe destacar que en este mes de octubre, de acuerdo con la programación anunciada por el Consorci de Museus el pasado mes de febrero, están previstas al menos tres inauguraciones: El Bosque. Hugo Martínez Tormo, Jauría de Yolanda Benalba y Todo lo solido se desvanece en el aire. Por el momento, la única certeza es que en apenas tres meses han sido hasta cuatro las exposiciones que se han suspendido en el Centre del Carme, un cambio que todavía se desconoce cómo afectará a la programación del próximo año, que debería estar configurándose ahora y que, previsiblemente, se presentará en los próximos meses.