El Premio Nacional de Danza estrena en Valencia 'Après moi, le déluge', obra que aborda la locura, tema central de todo el certamen
VALENCIA. El Festival 10 Sentidos, tras un año de impasss, se ha agigantado para su quinta edición proporcionando a la ciudad de Valencia un encuentro superlativo. 34 días de danza, teatro, música, cine, arte, talleres y encuentros. 9.000 espectadores, 200, 36 propuestas artísticas, 120 artistas, 40 sedes y 11 compañías internacionales son solo algunas cifras que ayudan a comprender el impacto e influencia del festival más allá de la ciudad, especialmente para los sectores culturales más próximos y sus profesionales.
El Festival nació en 2011 para convertirse en plataforma de las artes en Valencia, apostando por propuestas que no se podían disfrutar en la ciudad, y en espacio de encuentro de artistas con distintas capacidades. Así se convirtió en un certamen pionero y único, que después ha servido de inspiración para iniciativas similares en Madrid y Barcelona, iniciativas muy interesantes con las que la colaboración es absoluta. “Tras cuatro años era necesario avanzar, ser más ambiciosos y reivindicar nuestro lugar. De ahí que nos planteásemos una edición más potente, que llegase a públicos más diversos, que nos otorgase mayor visibilidad y que se consolidase definitivamente en Valencia. Y creemos que lo hemos conseguido”, señala la directora artística, Meritxell Barberá.
Entre los hitos de la edición está haber ocupado la plaza del Ayuntamiento, haber tenido actividad hasta en 10 sedes oficiales en la ciudad y haber sacado adelante las primeras producciones propias, entre ellas ‘Après moi, le déluge’, de La Veronal, que se presenta este fin de semana en el Palau de les Arts como clausura del festival.
Con un presupuesto similar al de otras ediciones, pero con muchos acuerdos de colaboración se ha conseguido una edición que durase un mes, que recibiese a más de 120 artistas, que acogiese hasta 36 propuestas artísticas y que llegase a alrededor de 9.000 personas.
Todo esto sin perder el espíritu comprometido y social que caracteriza a esta cita. Se han organizado talleres, charlas y encuentros para concienciar e informar sobre distintas causas y para promover la inclusión social y se ha organizado la programación en torno al tema de la enfermedad mental, con el fin de luchar contra el estigma y de visibilizar los problemas de quienes la padecen.
Nada de esto hubiese sido posible sin el apoyo de Caixa Popular que, como patrocinador principal del Festival 10 Sentidos, no sólo ha hecho una aportación económica sino que ha brindado su apoyo y colaboración y se ha involucrado en cada una de las actividades que organizadas.
“La labor social que acomete Caixa Popular comparte gran parte de los valores y la filosofía de este festival. Además de patrocinadores hemos sido asistentes de las actividades programadas durante el festival. La confianza es máxima y por ello la colaboración se prolongará en las dos siguientes ediciones”, anunció ayer José María Company, director del departamento de Negocio-Marketing de Caixa Popular.
Además el festival ha contado con el patrocinio de Fundación Bancaja y DKV Seguros, con el soporte de Obra Social La Caixa, Caja Mar, el Ayuntamiento de Valencia, CulturArts, Las Naves, La Universitat de València-La Nau y el INAEM, y con la colaboración de Lladró, Cervezas Ambar, Fnac, DO Vinos Valencia, Adif, Metro Valencia, Universitat Politécnica y el Conservatorio de Danza de Valencia.
“Queremos destacar el apoyo recibido en todos los espacios en los que se han desarrollado las distintas actividades del festival –Palau de les Arts, Las Naves, Teatro Musical, La Nau, Palau de la Música, Filmoteca y Fundación Bancaja- en los que nos hemos encontrado con profesionales entregados, que creían en el proyecto y que nos han puesto todo tipo de facilidades”, apunta la directora técnica, Inma García.
Marcos Morau es el Premio Nacional de Danza más joven en recibir dicho galardón, así como Premio Time Out al mejor creador, Premio Concurso Internacional de Danza de Hannover, de Copenhague, Madrid y Masdanza entre otros. Son algunos de los galardones de uno de los creadores más estimulantes del panorama nacional actual.
Junto a su compañía, La Veronal, tienen el propósito y la finalidad de reproducir el mundo que nos rodea como si fuera el reflejo de un mundo interior propio donde todo se reviste, se relaciona, se moldea y se construye de una forma personal e irreverente.
El coreógrafo valenciano ha creado una pieza específica para cerrar el festival 10 Sentidos, que se podrá ver el sábado 18 y el domingo 19 en el Palau de les Arts. “Actuar en el Festival 10 Sentidos significa reencontrarme conmigo mismo y con mis orígenes, es una oportunidad estupenda de volver”, indicó Marcos Morau. “Estoy encantado de colaborar en la búsqueda de nuevos tejidos culturales que se están dando lugar en la ciudad”, añadió.
La obra de La Veronal es la segunda producción propia que acomete 10 Sentidos este año, tras ‘Moira’. ‘Après moi, le déluge’, frase histórica atribuida a Luís XV, hace referencia a la indolencia con la que el rey francés pronosticaba el caos del mundo que le sucedería. Con un tinte profético, la Revolución Francesa llegaría años después de dicha frase. La Veronal toma prestada esta locución de Luis XV para reflexionar en torno al concepto del caos escénico desde el punto de vista perceptivo. ¿Qué pasa cuándo contexto y estructuras se disuelven? “La obra se refiere a la idea de locura. El punto de partida es intentar vincular la locura a la oscuridad, la locura como falta de claridad”, aseguró Marcos Morau, durante la rueda de prensa.
La pieza cuenta con la dirección de Morau, con coreografía suya en colaboración con los intérpretes, Lorena Nogal, Marina Rodríguez y Cristian Arenas.
Marcos Morau crea La Veronal en Valencia en 2005, colectivo formado por artistas procedentes de la danza, el cine, la literatura y la fotografía. La finalidad de su equipo artístico reside directamente en una constante búsqueda de nuevos soportes expresivos y referencias culturales que apuestan por un lenguaje narrativo con la intención de formar espacios artísticos globales.
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