Foto: KIKE TABERNER.VALÈNCIA. El Institut Valencià de Cultura (IVC) inicia, ahora sí, nueva etapa. Tras el goteo de ceses, acusaciones de politizar la programación y el impulso de distintos procesos de selección, el gran organismo cultural de la Generalitat Valenciana echa a andar con su primera línea al completo. Ha sido este mismo martes cuando el Pleno del Consell ha aprobado el nombramiento del abogado Álvaro López-Jamar como nuevo director general del IVC. Con este nombramiento, la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, liderada por Vicente Barrera (Vox), completa el cambio de caras del organismo del que, a falta de presentar el plan estratégico global de Cultura, se empiezan a conocer algunos detalles de su futuro.
Coordinador de la Fundación Ciutat de les Arts les Ciències, delegado de la Fundación Eutherpe y miembro del Comisariado artístico del proyecto MusaE, entre otros cargos, López-Jamar es la última incorporación tras el cese del anterior director general, Abel Guarinos. A la espera de la publicación del proyecto con el que ha ‘seducido’ al comité de selección, lo cierto es que aterriza en una casa en pleno proceso de ‘reinicio’. No en vano, fue hace apenas unas semanas cuando se efectuaron los nombramientos de los tres nuevos directores adjuntos de la entidad, encargados de las áreas de Audiovisuales y Cinematografía, Artes Escénicas y Música y Cultura Popular Valenciana.
María Fuster, María José Mora y Joan Cerveró le llevan unas semanas de ventaja a la hora de analizar cómo está el patio tanto entre los profesionales de cada sector como entre los trabajadores de la casa. En el caso de María Fuster, directora adjunta de Audiovisuales, se encuentra una Filmoteca que sufre, como ninguna otra, la paralización por su falta de personal. Por una parte, el Archivo, bajo mínimos, arrastra desde hace años déficits operativos que se cubren con el sobreesfuerzo de la plantilla que se mantiene; por otro, todos los departamentos se asoman a la próxima jubilación de varias personas que ejercen puestos clave; y por último, es un departamento al que le afecta de lleno el problema (también de personal) que arrastra el departamento de ayudas del IVC.
Con todo esto, el nombramiento de Fuster, que es novata en esto de la gestión cultural, generó algunas dudas. Durante las semanas que lleva en el puesto, varias fuentes apuntan a que ya ha mantenido reuniones con el sector y con la plantilla del organismo público y reconocen su “talante” y su predisposición a solucionar las cosas.
El sector audiovisual es una industria al alza. En los últimos años, los rodajes externos se han multiplicado; mientras que el cine valenciano ha metido cabeza en varios festivales y ventanas mediáticas importantes. Por otra parte, antes del nombramiento de Fuster, la Conselleria decidió cortar la financiación y los lazos con la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, la entidad más amplia con la que interlocutar.
Es María José Mora quien ocupa la dirección adjunta de Artes Escénicas. En su caso, no es una cara nueva para el sector, pues desde hace años lidera el festival Dansa València, cita que seguirá capitaneando hasta que se defina el modelo definitivo de gestión de los festivales dependientes del IVC, entre los que también se incluye Sagunt a Escena, sobre los que todavía hay muchas propuestas, tal y como expresó el director general de Cultura, Sergio Arlandis. La apuesta de Mora, en todo caso, es clara: “Mi propuesta es continuar con la dirección de Dansa València para terminar de asentar el proyecto […] Creo que estratégicamente juega a favor del proyecto global”, explicó en una reciente entrevista con Culturplaza.
En estos meses tendrá enfrente a uno de los sectores más peleones. Las distintas asociaciones de artes escénicas han demostrado en los últimos años que, gobierne quien gobierne, están dispuestos a alzar la voz. La más reciente, hace apenas unas semanas contra los retrasos en las ayudas y la indefinición del futuro del Circuit Cultural, que les llevó a emitir una carta conjunta contra la gestión de Barrera que derivó en una reunión urgente con todos los interlocutores de Conselleria. Estos serán asuntos que, sin duda, marcarán la agenda de los próximos meses.
Por lo que respecta a la programación del Teatre Rialto y el Principal, será en septiembre cuando empecemos a ver sus líneas de actuación, sobre las que ya deslizó algo en su proyecto, como el foco en el Siglo de Oro por lo que respecta al Principal. Además, suma otro objetivo: recuperar al público perdido. “Es un reto también aumentar la asistencia del público al Principal y poder ofrecer piezas de primer nivel que están circulando por España y que en algunos momentos no han llegado a València”.
Por último, Joan Cerveró es la cara más conocida por la Conselleria de Cultura, al haber estado a cargo de Ensems durante casi dos décadas. También es el director adjunto que más enmienda el proyecto de su predecesor. Bajo la premisa de Plural. Todas las músicas, todas las personas, el músico adoptar la posición de alejarse de “de cualquier interés ideológico colectivo o particular”, entendiendo (al parecer) la música pop en valenciano como un interés ideológico.
La dirección adjunta de Música y Cultura Popular ejerce la mayoría de sus competencias precisamente en la gestión cultural, en la organización de diferentes ciclos y festivales. Cerveró promete una reformulación completa, que pasa por generar nuevas propuestas, aunque descartar otras como Polirítmia, el ciclo de Músiques Valencianes en Les Arts, o la gira Sonora. Además, el sector de la música ya mostró su descontento al conocer que la gala de premios Carles Santos se diluirá en una “Gran Gala de las Artes Valencianas”.
