DE MODA

El modelo que ha conseguido reconciliar a Palestina e Israel

Qaher Harhash es el primer modelo palestino que consigue firmar un contrato en una agencia israelí, se trata de la agencia Roberto models, con sede en Tel Aviv y que representa a modelos internacionales. El joven modelo palestino es una prueba más de que la moda es universal y está por encima de cualquier situación política

24/01/2016 - 

VALENCIA. 

Desfilando entre el conflicto 

Jovencísimo, metro ochenta y seis de cuerpo delgado y fibroso, huesos bien estructurados, pelo oscuro, mirada intensa y labios carnosos. Podría ser cualquier aspirante a top model masculino pero Qaher Harhash no es como el resto de “nuevas caras” que intentan hacerse un hueco en el competitivo mundo de la moda. Un mundo ya de por sí difícil y que para Qaher, de origen palestino y nacido en una familia musulmana al este de Jerusalén, es aún más complicado. 

El sueño de este joven modelo de 17 años era, hasta hace unos pocos meses, solamente eso, un sueño inalcanzable roto constantemente por la negativa de las agencias de modelos y de las firmas al descubrir el origen palestino de Qaher. Sin embargo, él nunca se dió por vencido a pesar de tener que pasar controles, barreras y no ser demasiado bien recibido cada vez que debe cruzar la frontera para acudir a un casting o sesión de fotos en Tel Aviv, al igual que, por otra parte, le ocurre a muchos palestinos. No debe ser fácil cuando además tiene el recuerdo reciente y nítido del ejército israelí asaltando su casa cuando sólo era un niño y arrestraron a su tío mientras cenaban en familia.

Sorprende que el joven modelo no se haya instalado en el rencor y que, lejos de culpar la actitud de algunas marcas y agentes de modelos, la excuse diciendo que también ocurre lo mismo con los israelíes en Palestina y que la única manera de romper ese círculo es con el díalogo y la paz, según afirma en unas declaraciones ofrecidas al medio online 'Deutsche Welle'. No es de extrañar que él mismo se autodefina con gran acierto como “el modelo que traspasa una situación política”. 


Cuando la moda consiguió acercar Palestina a Israel

La perseverancia de Qaher Harhash ha encontrado por fin su recompensa y, contra todo pronóstico, ha sido en Tel Aviv y gracias a un israelí. 

El reconocido agente de modelos israelí Robert Ben-Shoshan se fijó rápidamente en los rasgos singulares de Qaher, su androginia exótica y en su gran potencial como modelo y, obviando su origen palestino, lo ha fichado para su agencia con sede en Tel Aviv “Roberto Models Agency”. Después de tantos rechazos, Qaher ha visto llegar así su gran oportunidad de convertirse en un modelo masculino reconocido internacionalmente. Ahora faltará comprobar si las firmas olvidarán los prejuicios y se atreverán a contratar al modelo palestino para sus campañas y presentar sus colecciones. No contemplo que ocurra lo contrario pues la moda debe permanecer siempre ajena a este tipo de conflictos y convertirse en un ejemplo para el resto del mundo de diversidad y libertad. 

Las aspiraciones de Qaher Harhash van más allá de las meramente profesionales, son más profundas que las del resto de sus colegas. En la situación política que le rodea, Qaher desea principalmente algo tan sencillo para el resto como ser una persona normal con una identidad que no deba ser cuestionada en todo momento debido a sus orígenes. Un deseo que ha visto parcialmente cumplido ahora que por fin una agencia israelí ha confiado en él. 

Una vocación atípica entre soldados armados 

El joven modelo palestino recuerda en una entrevista concedida a “Deutsche Welle” como siendo un niño se pasaba tardes enteras junto a sus hermanas viendo desfiles en 'Fashion TV'. Así empezó a interesarse por ese mundo de moda y pasarelas tan alejado de la realidad que les rodeaba donde los soldados armados y el sonido de los misiles eran algo con lo que ya estaban familiarizados a pesar de su corta vida. 

Ya adolescente cuando creció y sus rasgos se definieron, Qaher pensó que quizás pudiera formar parte de ese mundo que tanto le fascinaba convirtiéndose en modelo como su admirado Tyson Beckford -de origen jamaicano y asiático-. Con catorce años le dijo a su familia que quería hacer de la moda su profesión convirtiéndose en modelo. El rechazo inicial se transformó más tarde en aceptación por parte de sus padres que únicamente le pusieron una condición, intuyendo quizás las dificultades que sus orígenes le acarrearían: no olvidar nunca de dónde viene. 

No cabe duda que el palestino está cumpliendo el deseo de sus padres y, lejos de renegar y ocultar sus orígenes, los está convirtiendo en su mayor distintivo y en su mejor baza para hacerse un hueco en la industria. Pero Qaher no busca sólo ser un modelo famoso, sino que quiere ser también un referente para una generación de jóvenes palestinos e israelíes cansados del conflicto político en el que viven y que desean alcanzar la paz. 

Qaher Harhash no es solamente un modelo de moda, también es un modelo de la convivencia posible y pacífica entre palestinos e israelíes. La moda, en esta ocasión, es un medio más para alcanzarla.