El valenciano Manuel Borja-Villel dejará la dirección del Reina Sofía tras 15 años

18/01/2023 - 

MADRID (EP).  Manuel Borja-Villel, actual director del Museo Reina Sofía y cuyo tercer mandato al frente de la institución termina el próximo jueves 19 de enero, no se presentará a la reelección del cargo, tal y como han informado a Europa Press desde el museo, que añaden que era "una decisión tomada hace tiempo".

Pese a que la legislación establecía dos renovaciones máximas del contrato de director -las cuales ya había cumplido Borja-Villel hasta un total de 15 años al frente-, el hasta ahora director podía optar a presentarse de nuevo por un nuevo periodo de 5 años -y otras dos renovaciones-.

A partir de este próximo viernes, tras la salida oficial de Borja-Villel, la subdirectora artística de la pinacoteca, Mabel Tapia, y el subdirector gerente, Julián González, asumirán el cargo de forma interina hasta la llegada del nuevo director.

El pasado mes de noviembre, el Patronato del Museo Reina Sofía puso a disposición de los miembros un informe que recoge, de manera general, las principales líneas de actuación para la elección de la persona que ocupará el cargo de director, el cual se conocerá en 2023.

En el transcurso de la reunión plenaria se trataron diversos aspectos relacionados con la finalización del contrato de alta dirección del actual director del museo, Manuel Borja-Villel, que tendrá lugar el próximo 19 de enero de 2023.

La presidenta del Patronato, Ángeles González-Sinde, presentó entonces un informe sobre el proceso selectivo que había de llevarse a cabo para adjudicar un nuevo contrato de alta dirección, a tenor de lo dispuesto en los estatutos del museo.

Desde la pinacoteca se recuerda que el director "es nombrado y separado por Real Decreto acordado en Consejo de Ministros, a propuesta de la persona titular del Ministerio de Cultura". Así, a tales efectos, "se acudirá a un sistema de preselección que garantice la publicidad y concurrencia, que asegure la participación del Real Patronato, con el asesoramiento de un comité de expertos y profesionales del mundo de la cultura y de su gestión".

Precisamente, este pasado lunes el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, defendía la legalidad del contrato de Borja-Villel, asegurando que es previo a la Ley reguladora del Museo. "El contrato se ha hecho ajustándose a derecho. El Reina Sofía lo ha explicado claramente", subrayaba Iceta, calificando de "curioso" que una noticia en relación a un posible fraude de ley salte "unos días antes" de que la dirección del museo quede vacante el próximo 19 de enero. Previamente, la pinacoteca había negado en un comunicado "fraude de ley" en el contrato de Borja-Villel después de que el diario Abc publicase que sus contratos desde 2012 incumplen la ley del museo.

Borja-Villel llegó al Reina Sofía tras un proceso que finalizó en diciembre de 2007 e imponiéndose a 28 candidatos, siete de ellos extranjeros, que se presentaron al concurso internacional convocado por el Ministerio de Cultura -entonces dirigido por César Antonio Molina- para sustituir a la ex directora, Ana Martínez de Aguilar, que dimitió.

Entonces, un Comité Internacional de Expertos, presidido por el director general de Bellas Artes, José Jiménez, fue el encargado de elegir al nuevo responsable del museo tras ponerse en marcha un Código de Buenas Prácticas y que establecía que sólo tendría competencias artísticas. No obstante, con las sucesivas renovaciones --una con José Ignacio Wert al frente de Cultura y la otra con Íñigo Méndez de Vigo-- se amplió esa labor.

Claros y oscuros

La labor de Borja-Villel al frente del Reina Sofía estos años de mandato ha estado marcada por algunos logros como el hecho de alcanzar un récord de visitas con la exposición dedicada a Salvador Dalí en el año 2013 -con un total de 732.339 personas- o la reordenación de la colección permanente del museo, que terminó y presentó en este último semestre de 2022.

Por el contrario, su mandato también ha estado salpicado por algunas polémicas, como el organizar una muestra de León Ferrari que incluía obras como un Cristo crucificado en un avión --y que le supuso una querella de Abogados Cristianos--, o este último tramo en el que ha recibido varias críticas por el hecho de contemplar la posibilidad de prolongar su mandato más allá de las tres fases que habilitaban las buenas prácticas.

Desde que accedió a la dirección ha puesto en marcha una política de contabilización de visitas que supuestamente le ha elevado por encima de otros museos como el Prado -con más de 3 millones de visitantes anuales-, si bien estas cifras incluyen las sedes gratuitas del Retiro -Palacio de Velázquez y Palacio de Cristal--, quedando este último año un total de 1,1 millones de personas únicamente para la sede principal.