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entrevista al director adjunto de la marina de valència 

"La Marina debe ser tan atractiva que a alguien de Requena o Castellón no le resulte extraño venir"

22/02/2021 - 

VALÈNCIA. La Marina de València presentaba hace unas semanas a su nuevo director adjunto, Evarist Caselles. Lo hacía como relevo de Ramón Marrades, quien dejaba el pasado verano su puesto ene l Consorcio Valencia 2007.

Director del Patronat Provincial de Turisme de la Diputació de València hasta la fecha de su nombramiento, cuenta también con una amplia experiencia profesional en el ámbito de la producción cultural y promoción económica, que pone al servicio del nuevo cargo de director adjunto de La Marina de València. 

- ¿Cómo se le plantea la posibilidad de unirse al proyecto de la Marina de València?

-Personalmente estoy ligado al proyecto casi desde el principio. No por la amistad que tengo con Vicent, sino porque el proyecto de la ciudad tiene que ver mucho con lo que hacía antes, que era el turismo en Valencia. Era aquel momento en el que intentábamos vincular diputación y ayuntamiento con actividades de promoción económica y fue entonces cuando montamos el 'Club de les Comarques'.

También es indudable que esto es un proyecto de ciudad y me lo estaba pasando muy bien con turismo pero, tras los primeros meses de pandemia, Vicent me propuso venir a echarle una mano para la segunda parte de su mandato, antes del verano. Entonces estaba cerrando las subvenciones y lo retrasamos. En este sentido, me han propuesto que aporte la capacidad de vincular los intereses de las empresas de aquí.

En mi experiencia profesional tengo mucho de 'fer comboi', sinergias para sacar los proyectos adelante. Hay proyectos en este espacio que lo han convertido en un gran atractivo, pero hay tres familias: el mundo del ocio y la gastronomía, la náutica y la economía y el conocimiento. Mi trabajo es ligar que no sean tres proyectos, sino un proyecto. Hay mucho trabajo hecho, pero ahora hay que intentar que todo eso saque flor. Entonces, mi labor es ayudar a generar programación que permita la unión de esas tres familias.

- ¿Por dónde va su visión del futuro de la Marina?

- La Marina de València tiene la dimensión de Benimaclet o del Eixample, aunque aquí no hay edificios. Esto no va a ser un barrio porque no hay residencia. Entonces, ¿qué tenemos que hacer para que eso converja? Porque la ciudad, además de usar este espacio, tiene que entender que es suyo. Por ejemplo, este fin de semana, con todo cerrado, esto estaba lleno.

Cuando hablan de que València estaba de espaldas al mar, eso no es verdad. Lo que pasa es que hemos tenido, desde principios del siglo XX, un muro que nos impedía traspasar y es que, cuando querías ir de la calle La Paz a la Malvarrosa eran dos horas. O si estabas en el Cabanyal ir a la ciudad eran dos horas. La supresión de esa barrera es la que permitió una cierta permeabilidad que ahora ya nadie tiene en cuenta pero sí que existe, porque se ha creado un esponjamiento en esta parte de la ciudad muy interesante.

Hay dos ejes: Tarongers y Baleares. Con dos centros importantes: Las Naves y las dos universidades. Lo que tengo que intentar trabajar aquí es el distrito de la innovación y la creatividad del Marítimo. Yo entiendo, como vengo del mundo municipal, que la ciudad va desde Gandia, Castellón y Requena. Esos 60 minutos cuando hablábamos del turismo para poder llegar al lugar. A alguien de Gandia, según para qué, no le resulta incómodo venir a Valencia. Hemos de conseguir que este distrito sea tan atractivo como para que alguien de Gandia, Castellón o Requena no le resulte extraño venir hasta aquí. 

Ese "¿qué más hay?" es lo que yo le estoy buscando. ¿Por qué vendría un señor de Requena, Náquera o de Castellón aquí? Porque esos sí que tienen el arroz, la playa y la gente. ¿Qué es lo que tenemos nosotros que no tiene en Helsinki? La capacidad para la creatividad, por eso estamos trabajando con el mundo del diseño. Y ese es el proyecto. Tengo que hacer que ayudar a que La Marina funcione muy bien. A que se pueda combinar con ese ámbito ciudad y que sea tan atractivo para los nuestros que los demás ya vendrán porque es atractivo para nosotros. Carta a los Reyes Magos: quiero que un señor de Helsinki venga a la Marina y alguien de ese distrito produzca para Kioto. 

- ¿Y eso cómo se implementa?

- Curiosamente ahora ha salido la iniciativa de la Bauhaus. Desde Europa han sacado ayudas con el criterio de la creatividad y la cultura, lo que caracteriza al continente. Los únicos que tenemos sensibilidad respecto al medio ambiente, respecto a las libertades en las personas,... Y a eso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo el 14 de enero que quería que todo ese dinero se destinara siguiendo un criterio de colaboración.

¿Cuáles son las directrices que se están marcando? Lo que estamos haciendo. Que todo no es producir por producir, ni generar trabajo, pero sí bienestar para las personas. Nosotros estamos en esa línea y está en marcha, con la capitalidad del Diseño, las universidades,... La gente empieza a encontrarse a gusto no solo haciendo negocio.

- ¿Ese distrito de la innovación y la creatividad cómo se conforma? Porque lleva tiempo sobre la mesa.

- En Europa, los distritos de innovación y diseño tú puedes tener la voluntad de crearlos, sin embargo, no es lo que les hace funcionar. Hay espacios como el centro 104 de París han quedado degradados urbanísticamente y administrativamente se les da soporte para que generen los nuevos espacios, que tengan vitalidad, participen dentro del civismo de la ciudad y generen riqueza. Pero esos espacios, no salen cuando la administración lo dice. Los espacios cuajan con el paso del tiempo. Y muchas de las empresas que, por ejemplo, salen de Lanzadera, podrían querer instalarse aquí.

Los de diseño, por ejemplo, me han dicho que en este entorno se han instalado seis o siete talleres de gente. Una de las propuestas que hemos hecho es un living work para que puedan instalarse cuando salgan, por ejemplo. Llevamos un tiempo hecho de diez años y, probablemente, nos falten otros diez. Por ejemplo, mira lo que le ha costado a Las Naves. 

- ¿Debería tener La Marina de València incentivos para instalarse como Distrito Digital?

- El Distrito Digital es un problema de un espacio. A Alicante le quitan todo con la llegada de la democracia. Había mucha administración del Estado y de repente de las quitaron. La intervención directa sobre eso, y hablo como ciudadano, es porque algo hay que hacer. Y es intervencionista porque, sino, no crecerá solo. Pero como modelo es muy caro, porque a veces nos cuesta más la fregada que los platos. 

Este caso es distinto y yo soy de los que piensa que un proyecto no se crea porque haya dinero. Porque cuando no esté el dinero, que suele ser siempre, generas una falsa expectativa y te hundes. A las empresas tengo que facilitarle todos los elementos, más que darle dinero. Ayer, por ejemplo, estuvimos viendo en el ICEX un plan de empresas del mundo que están buscando por España espacios singulares. Y nosotros los tenemos. Son empresas que vienen a importar talento. Eso es lo que le va a ayudar mucho más a una empresa del entorno que 1.000 euros.  Al final esto tiene que tener un atractivo para que vengan las compañías y eso lo tenemos que crear.

- ¿Ha lastrado la pandemia el avance del espacio?

-La pandemia ha afectado inevitablemente a la gente del ocio. Por contra, a la náutica no. Mucha gente ha traído los barcos aquí. Este verano iban todos los charters llenos y han trabajado más que nunca. 

- ¿Y qué pasa con la Estación Marítima? Todavía no se ha puesto en marcha.

- Sé que es uno de los proyectos estrella de la casa, que están en negociación y que pronto se resolverá. 

- ¿Y la reforma de la base del Alinghi?

- Hay más de un plan para rehabilitar la base. Se inició con unas pretensiones, de repente han aparecido proyectos que han superado a eso y vamos a cambiarlo y no pasa nada. De esa base sé que está el Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible, que está la sala de exposición más las otras dos salas y que Telefónica entra, y ellos van a intervenir en ese proyecto, que modifica al anterior. Pero no sé qué fecha tiene.

- ¿Tiene pensada alguna estrategia para llenar los espacios vacíos?

- En nuestra intención está generar en un par de meses una presentación de cómo se vuelca todo esto. Pero esta evolución del plan estratégico, puedo decir directrices. Aquí, en el ámbito cultural, esto no es un centro de cultura y muchas veces se confunde. Tampoco es un punto de festivales, ni de arte. Pero lo que sí puede ofrecer es espacios muy singulares para generar disrupción. La iniciativa de La Pérgola, por ejemplo, me parece muy interesante. Igual podemos hacer intervenciones de 5.000 asistentes pero, ¿con qué criterio? Vamos a ser disruptivos.

Aquí no debe haber un museo, pero sí espacios abiertos. Vamos a hablar del espacio público. En el plan anterior hay una residencia de artistas y eso será inminente. Me gustaría que tuviésemos una línea que fuera por el espacio público. El día que se instale el centro de diseño, ellos van a tener un laboratorio de audiovisuales. A mí también me apetece mucho el cine, y se puede traer a gente aquí a trabajar. 

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