VALÈNCIA. El economista Juan Ángel Poyatos es probablemente el alto cargo del Consell que más responsabilidades diferentes ha desempeñado en lo que va de legislatura. Tras varios años de trayectoria en el sector privado vinculado al voluntariado y la consultoría, ingresó en el Consell de la mano de María José Mira como director general de Planificación y Servicios del Servef. Su papel clave en el levantamiento del veto de Bruselas a las ayudas a este organismo llevó a Manuel Illueca a ficharle como director adjunto de Evaluación de Proyectos del IVF con el objetivo de optimizar la captación de fondos europeos.
Ahora asume nuevas competencias en una de las direcciones generales más complicadas de la Conselleria de Hacienda. Poyatos, doctor en Administración y Dirección de Empresas, se ha marcado como objetivo para lo que queda de legislatura dar el empujón definitivo a la ley que debe poner orden en el sobredimensionado y caótico sector público valenciano y sentar las bases para la transformación del modelo económico de la Comunitat.
Como "casero" de la Generalitat, una de las facetas que más tiempo le consume, tiene ante sí el reto de crear el primer inventario de bienes de la administración valenciana en tres décadas, un catálogo que permitirá conocer con exactitud qué propiedades posee la Generalitat y gestionarlas de manera eficiente.
En esta entrevista, Juan Ángel Poyatos huye de polémicas competenciales con otras instancias de la Generalitat como el Ivace, que recientemente ha criticado la publicación de una orden de ayudas para atraer grandes inversiones porque considera que invade sus competencias. Tan es así que se muestra incluso a ceder el control sobre la gestión de las mismas, siempre y cuando quede garantizado que no quedarán en el limbo: "No podemos fallar, esto ha de ponerse en marcha sí o sí; da igual que la hagamos nosotros, el Ivace o la AVI".
–¿Cómo afronta llegar a una dirección general como la de Sector Público a un año de que acabe la legislatura? ¿Qué cree que podrá hacer con el tiempo que tiene?
–Soy una persona muy práctica. En las primeras semanas intenté tener claro lo que teníamos encima de la mesa y cuáles eran las prioridades. Marcamos una serie de objetivos e indicadores para ver qué cosas estamos en disposición de afrontar de aquí al final de la legislatura. Aunque sea un año complicado por el proceso electoral, creo que se pueden hacer muchas cosas.
"Queremos tener un borrador de la Ley del Sector Público antes de que acabe el verano"
–¿Qué conclusiones ha sacado de ese análisis?
–Patrimonio y Sector Público son subdirecciones parecidas porque dan servicio al resto de la Generalitat y en ninguna de las dos ha habido gestión históricamente. Por eso lo primero es intentar poner orden, ser transparentes y eficaces. Vengo del mundo de la empresa y hay fórmulas que sí nos pueden ayudar y más con este esquema de presión temporal, tenemos un año escaso y hay que intentar resolver estas cuestiones.
–Y a un año vista, ¿qué objetivos cree que son alcanzables de verdad?
–En Sector Público el gran objetivo es normalizar, poner orden, y creo que lo vamos a conseguir. En la parte más compleja, la gestión de más de 6.000 empleados frente a los por ejemplo 17.000 que gestiona Función Pública, hemos avanzado bastante. Hemos alcanzado un tercer acuerdo muy importante, el de las gestión de las bolsas, que es en un gran avance. En los meses que quedan queremos plasmarlo todo en una ley que termine de poner orden. El acuerdo como tal es muy importante, pero el control financiero de las entidades, la transparencia y la rendición de cuentas al final tiene que regularse en una ley.
–¿Hay tiempo de que salga esa ley?
–Creo que sí que va a dar tiempo a menos que Les Corts se disuelvan anticipadamente. Las cuestiones más complejas ya las hemos resuelto, la parte que queda es más sencilla y rápida. Queremos tener un borrador antes de que acabe el verano. Ya había uno, pero creo que hay que simplificarlo mucho.
–¿Qué quedaría entonces para cerrar el círculo? ¿Definir la figura jurídica que han de tener las empresas?
–La ley no solo ha de entrar en cuestiones técnicas como la forma jurídica o cómo se tienen que hacer las bolsas, también hay que aprovecharla para darle una estructura al sector público. Estamos siendo operativos, pero quizás falta elevar un poco la vista para aprovechar el momento y plantear cuál es el sector público que necesita la Generalitat, qué instrumento necesita.
–Esas empresas están adscritas a conselleries en manos de partidos diferentes, ¿cómo puede interferir en el proceso la tensión preelectoral entre los dos socios de Gobierno?
–En estos tres años no he percibido dificultades partidistas. A veces es una cuestión más de personas que de partidos.
"falta elevar un poco la vista para aprovechar el momento y plantear cuál es el sector público que necesita la Generalitat"
–¿Le resta fuerza a este tercer acuerdo que regula el acceso a las bolsas de empleo del sector público el hecho de que Intersindical se haya desmarcado?
–Habría sido mejor que participaran en el tercer acuerdo, pero a algunas de las reuniones ni vinieron. Sinceramente, es un error no ir ni siquiera a las reuniones para dar tu opinión. De ese modo difícilmente tienes legitimidad para no firmar. Cada uno juega su papel y creo que esto es más eso, jugar un papel que estar o no de acuerdo con lo que se plantea en el acuerdo.
–¿Por qué siguen sin publicarse las Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT) como la de Ivace?
–Son problemas heredados que se arrastran desde hace muchos años. El problema de raíz es que la reestructuración del sector público se hizo con fusiones que no tenían ningún sentido. Ese proceso hizo que laboralmente se judicializaran muchos procesos o que hubiera personal haciendo lo mismo con retribuciones diferentes. Se mezcla el derecho laboral con el administrativo y se generan muchas dudas. Hemos avanzado mucho en tres meses gracias a la comunicación entre las direcciones generales de Sector Público y Presupuestos.
–¿Hacienda conoce realmente todos los detalles de las plantillas de las empresas públicas?
–En las RPT aparecen los trabajadores de estructura. De los 6.000 empleados del sector público, aproximadamente un tercio son temporales que no aparecen en la RPT y por tanto están bajo el control de Sector Público, pero sí de Presupuestos.
–¿Qué va a pasar con los enchufados?
–Los acuerdos tratan de dar estabilidad y regular las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) del sector público. Esas personas que entraron de una manera quizás irregular, cuando salgan las OPE, las plazas se van a regularizar. Esa va a ser la manera de poner orden. Pero insisto en que confluyen el derecho laboral con el administrativo y no está claro cuál va a prevalecer. Con los acuerdos y las OPE que se van a sacar al menos las personas que ocupen esas plazas sí habrán hecho una prueba y ganado la plaza.
–¿Están siendo coherentes las empresas con la línea ambiciosa que marcó Hacienda en la convocatoria de las OPE?
–Hay resistencias lógicas también por situaciones de personas que ven en riesgo su puesto de trabajo. Pero en general se ha asumido que es algo que había que hacer.
–¿Qué va a pasar con empresas como Vaersa? ¿Van a convertirse en entidades públicas y la Generalitat va a asumir a los trabajadores de encomiendas como personal a extinguir?
–Se están planteando posibles escenarios en el grupo de trabajo creado para reorganizar Vaersa. Aún no se ha tomado la decisión de cuál va a ser la fórmula viable jurídicamente.
–¿Es viable que los cerca de 900 empleados de las encomiendas pasen a depender de la Generalitat como personal a extinguir?
–Va a depender del tipo de entidad jurídica y del escenario en ese momento; no me atrevería a afirmar que esas personas van a terminar en la administración, ni tampoco lo contrario. No hay una propuesta formal de la Conselleria de Agricultura.
"Parte de nuestra responsabilidad es empujar a las conselleries para que liquiden las fundaciones pendientes"
–Este Consell no ha cerrado ninguna de las fundaciones públicas que se encontró en extinción en 2015, ¿hay dejadez de las conselleries?
–La peculiaridad de las fundaciones es que muchos de los patronos lo son en función de sus cargos en la Generalitat. Los cambios en los patronatos dificultan que se peuda avanzar. Una de las cuestiones que traté de impulsar cuando entré en el cargo es agilizar este proceso de liquidación. Hay que dar un impulso y estamos tratando de hacerlo. Por eso hemos empezado un proceso de revisión mensual de cómo avanzan esos procesos y hemos reforzado el servicio jurídico de Sector Público para apoyar a las conselleries sobre cómo llevar el proceso de liquidación. Parte de nuestra responsabilidad es empujar a las conselleries para que esto se lleve a término. Es importante tratar esto a nivel del Consell.
–¿Se va a liquidar por fin el ente RTVV este mes?
–Esperemos que sí. Es inminente.
–La última orden de Hacienda para el apoyo a grandes inversiones ha sido criticada por el Ivace por sentir que se invaden sus competencias… ¿Están invadiendo competencias de Ivace?
–Lo que hemos hecho en Modelo Económico ha sido diseñar el futuro de la economía valenciana. Hemos diseñado una orden complementaria con las del resto de la Generalitat. Es una orden de grandes proyectos, de un millón de euros como mínimo, y plurianual. Hemos logrado también, en diálogo constante con la Comisión Europea, evitar que se puedan considerar ayuda de Estado. No hay ahora mismo ni en Ivace ni en la AVI ninguna ayuda que tenga estas características. Las grandes empresas con las que nos hemos reunido en los últimos meses nos han respondido de forma unánime que ya era hora de que alguien hiciera esto.
Otro tema es que jurídicamente sea cuestionable si es competencia de uno u otro. Esto no va a ser ningún problema para nosotros. Hay que tener visión de Estado y lo importante es que esto que sirve para generar empleo en la Comunitat, que no existe ahora mismo, se haga. Esta semana me reuniré con Júlia Company –directora general de Ivace– para hablar de la orden y por nuestra parte no va a haber problemas. Lo importante es que salga porque ahora no hay nada que tenga estas características y es muy necesario. No podemos atraer grandes inversiones con ayudas pensadas para pymes. No podemos fallar, esto ha de ponerse en marcha sí o sí; da igual que la hagamos nosotros, el Ivace o la AVI, pero esto tiene que ponerse en marcha.
–¿Cederían el control al Ivace?
–Tenemos una reunión con el Ivace para explicar bien la orden. Ahora mismo barajamos todas las alternativas. Esto se ha identificado como algo muy importante porque hay empresas que condicionan su inversión en la Comunitat a una ayuda que puedan recibir. La pregunta es por qué no se ha hecho antes.
–¿Entiende estas críticas cuando el Ivace deja año tras año millones y millones de fondos por ejecutar?
–Yo intento gestionar mi casa y no me meto en cómo la gestionan los demás. Lo importante es que, esto que hemos identificado como importante para transformar el modelo económico, salga adelante sí o sí. Mi relación con Júlia Company y con el conseller Rafael Climent es muy buena y hablando encontraremos la solución.
–¿Qué supone, por ejemplo, que más de 31 millones de euros del programa operativo del Feder 14-20 se hayan quedado sin gastar en 2017?
–Los fondos Feder dan una flexibildiad temporal para evitar perder recursos, pero hay un límite. Quizás no haya riesgo de que se puedan perder esos recursos, pero es cierto que si tardas un año en hacer una inversión es un año más tarde que llega. Pero no es sencillo gestionar Feder y hay muchos requisitos que quizás la Generalitat no estaba preparada para afrontar.
"Nos enteramos de que somos dueños de inmuebles porque nos llegan notificaciones de impagos de IBI"
–Recientemente se ha presentado el Plan de Acción para la transformación del modelo económico. ¿Cuándo y de qué manera se verán los frutos de este cambio de modelo?
El plan como tal ha tenido dos grandes fases. En los últimos dos meses hemos contrastado el contenido del plan con el tejido económico para incorporar ideas. Estamos integrando 250 ideas y el hito que hemos marcado es presentar el plan en el seminari de govern de este verano con esas aportaciones enriquecidas y con un sistema de evaluación implantado.
–Se ha puesto en marcha un proceso para actualizar el inventario de bienes de la Generalitat por primera vez desde 1983. ¿Han encontrado mucho caos patrimonial?
–Sí. Ha habido una dejación de gestión histórica. Nos encontramos con inmuebles que aparecen porque nos llegan notificaciones de un impago de IBI, por ejemplo. El propio IBI no se pagaba desde 2013 y ahora nos estamos poniendo al día con todos los ayuntamientos. Hasta ahora no se hacía. Son cantidades importantes de dinero. Tenemos identificados 8.692 inmuebles a fecha de hoy. En el inventario que estamos haciendo se están visitando todos los inmuebles. Se están recopilando datos económicos. datos urbanísticos, cartográficos, etcétera. En algunos casos tenemos que ir hasta con cerrajero porque los inmuebes están ocupados.
–Eso va a permitir poder gestionar por fin ese patrimonio...
Hacer un uso óptimo en función de las necesidades de espacio de la Generalitat o establecer acuerdos con los ayuntamientos. Nos va a permitir vender o subastar inmuebles que ahora nos están costando dinero y no estamos usando. Podríamos obtener recursos para reinvertir en otros inmuebles más adecuados para la Generalitat. Es imposible gestionar mínimamente si no se sabe lo que se tiene.
–¿Cómo se explica que, por ejemplo, la Conselleria de Justicia vaya a gastar 1,5 millones de euros en el alquiler de la sede provisional del TSJ habiendo espacios disponibles como Colón 80?
–Este inventario va a permitir optimizar el patrimonio. Que se puedan vender los inmuebles que no tienen un uso lógico público. El patrimonio ocioso se va a optimizar.
–Usted llegó a la administración para aportar su visión del mundo de la empresa, ¿qué balance realiza de estos tres años? ¿Cómo ha experimentado desde dentro la administración y que cree que está aportando?
–No me considero mejor que nadie pero, en general, una visión externa en cualquier organización siempre es positiva. Cuando en una empresa llega alguien de fuera como un consultor, es enriquecedor y sano. Quizás en la administración falta esta perspectiva de personas que venimos de otro mundo con otras ideas. Se necesitan fórmulas en las que se promueva de manera más intensa la participación de gente de otros ámbitos. Los funcionarios han agradecido estas ideas distintas que traíamos.