VALÈNCIA. Adiós a los modelos S-Max y Galaxy en la factoría valenciana de Almussafes. Este lunes salían las últimas 25 unidades de dos vehículos que llegaron en 2015 a las instalaciones valencianas y que suponían cerca del 6% de su producción anual. Una salida, prevista inicialmente para 2024, pero que se adelantó un año como consecuencia de la transformación que está acometiendo la multinacional en su flota encaminada hacia la electrificación. De hecho, su actual hoja de ruta pasa por vender en Europa turismos para pasajeros solo eléctricos para 2030 y lograr una huella de carbono neutra en 2035.
"En Ford Europa estamos acelerando nuestra estrategia hacia la electrificación total de nuestros vehículos de pasajeros en 2030 y de todo nuestro portfolio en 2035. Por ello, mientras preparamos nuestra transición a un futuro eléctrico, la finalización de la producción de los modelos S-Max y Galaxy en Valencia será el próximo abril de 2023", anunció hace unos meses la compañía en un comunicado.
Una despedida programada, pero que no deja de tener un claro impacto en la actividad de la fábrica. Tanto es así que el final del ciclo de vida de estos dos modelos ha sido uno de los factores que ha llevado a la multinacional a proponer un duro ERE en las instalaciones valencianas, que afectará a cerca de 1.100 trabajadores.
Y es que con la despedida del S-Max y la Galaxy, Almussafes, que hace solo unos años fabricaba cinco modelos, únicamente se queda con el Kuga, el actual buque insignia de las instalaciones y que concentra la mitad de su producción anual. En estos años ha perdido el Mondeo, la Transit y ahora estos dos. Eso sí, está a la espera de recibir la nueva carga de trabajo de los eléctricos que se adjudicó tras ganar la pugna a la fábrica alemana de Saarlous. Pero, por ahora, esa inversión es una incógnita y la firma no desvela sus cartas, por lo que a lo largo de este año la actividad se minimizará.
La llegada a tierras valencianas de los modelos S-Max y Galaxy se produjo en 2015, el mismo año que perdió el C-Max, y como consecuencia del cierre de la factoría belga de Genk, que obligó a reorganizar la producción europea de Ford. Aquel desmantelamiento también supuso que el Mondeo recalase en Almussafes un año antes. Empezaba entonces el repliegue de la compañía por el continente europeo, que se ha saldado con el cierre de varias fábricas en países como Inglaterra, Alemania o Rusia.
Con esas adjudicaciones sobrevenidas, en solo dos años las instalaciones valencianas se convirtieron en la planta de Ford que fabricaba más modelos: cinco diferentes. Además, en 2021 Almussafes empezó a fabricar las versiones híbridas de ambas gamas, para lo que la multinacional invirtió cerca de 8 millones de euros.
Lo cierto es que el volumen de producción que ambos concentraban en la fábrica había disminuido en los últimos años y representaban solo cerca del 6% del conjunto de vehículos fabricados al año. En 2015, su primer año de producción, salieron 19.096 unidades del S-Max y 9.857 de la Galaxy; en 2016 fueron 40.026 y 19.303, respectivamente; y en 2017 se ensamblaron 30.160 coches del S-Max y 18.508 de la Galaxy. Ya en 2018, su fabricación descendió hasta las 21.705 y 13.431 unidades cada uno; mientras que en 2019 la fabricación del S-Max aumentó ligeramente hasta las 22.702 unidades, mientras que la Galaxy descendió hasta las 12.484.
La llegada de la crisis sanitaria y el parón de la actividad desplomó su producción y la de todos los modelos hasta los 12.704 vehículos S-Max y 7.592 Galaxy, aunque el golpe más duro fue en 2021 por la crisis de los michochips, que hundió la actividad en la factoría y se saldó con solo 1.800 y 1.700 unidades, respectivamente, de un total de 160.000 vehículos fabricados, la producción más baja de Almussafes en casi una década. Un año después remontó, pero lejos de las cifras de los ejercicios anteriores. Así, en 2022 salieron de las instalaciones valencianas 8.512 S-Max y 6.152 Galaxy.
Hasta abril de este año se habrán fabricado 6.083 coches entre ambos: 3.521 S-Max y 2.562 Galaxy, de acuerdo con las cifras aportadas por UGT, sindicato mayoritario en Almussafes.
Ahora, Almussafes encara un nuevo tiempo, marcado por la electrificación y los ajustes. En estos momentos se negocia un nuevo despido que afectará a 1.144 empleados, de los que 960 son en la planta de vehículos, 140 de motores y otros 40 proceden de la parte de sus oficinas en Valencia y Madrid. Un ajuste que en estos momentos se está negociando y que ya va por la octava reunión de la comisión negociadora.
La última propuesta que la dirección de Ford ha puesto encima de la mesa ha sido una rebaja de la edad de prejubilación hasta los 53 años, como reclamaban los sindicatos, pero en condiciones diferentes a las de los trabajadores de más edad. Los representantes de los trabajadores creen que sigue siendo "insuficiente" para llegar a un acuerdo y esperan recibir este martes una propuesta final para poder resolver el ERE.
Y, mientras tanto, se está a la espera de recibir el encargo de los nuevos eléctricos. Sin embargo, hace unos días el presidente y consejero delegado de Ford Iberia, Jesús Alonso, admitió que todavía están por definir. "A Almussafes vienen las siguientes versiones eléctricas, pero será más adelante", enfatizó. Y es que, como han venido señalando los directivos de la firma del óvalo, la carga de trabajo para Valencia todavía sigue sin concretarse porque en el seno de la firma tampoco se ha determinado cómo serán.
De hecho, el directivo tampoco quiso avanzar si serán o no de gran tamaño, aunque lo cierto es que ya se ha deslizado la posibilidad de que uno de ellos pueda ser la nueva versión del Mustang Mach-E. Y más teniendo en cuenta que la plataforma que acogerá la planta será la GE2, cuya primera versión la GE1 se utiliza para el Mustang eléctrico.
Lo que sí está claro es que será a partir de 2026 cuando se empezarán a ensamblar en Almussafes, o, a priori, ese era el plan de la multinacional. En cualquier caso, el presidente de Ford España subrayó que la electrificación es "la garantía de futuro del sector de la automoción" y, en ese contexto, Almussafes es "parte muy importante" de su "futuro".