CASTELLÓ. Geldo ya ultima todos los detalles para cuando lleguen, a final de este mes de septiembre, los artistas urbanos que este año participarán en la novena edición de ImaginArte, un festival en el que pintarán muros, paredes y fachadas de este pequeño municipio del Alto Palancia. Y es que no solo Fanzara presume de murales (aunque el MIAU sigue sin celebrarse desde el año pasado): en Geldo esta cita se ha convertido no solo en un reclamo turístico y artístico, sino también en un orgullo para sus vecinos. "La gente de aquí lo tiene muy a gala y se implica personalmente con los artistas y todos los que vienen de fuera", explica el alcalde, David Quiles.
Tanto es así que son los propios geldanos los que dan el visto bueno a las propuestas que plantean los pintores. Consideran que la manera más democrática y con la que evitar posibles problemas de censura es que artistas y propietarios de viviendas acuerden el mural que luego se plasma. En cualquier caso, el munícipe asegura que hasta la fecha no se ha dado ningún caso de negativa o malestar ante un boceto. "Hay libertad total, porque el verdadero jurado son los vecinos, que son los que aceptan lo que se va a pintar. Nosotros les enseñamos la propuesta para su pared y, en caso de no haber acuerdo, tenemos siempre un plan B, pero sería muy raro que no accediesen a que ilustren su medianera o su fachada".
Quiles añade que cuando el trabajo se ejecuta en un muro público ahí la libertad es total, puesto que ni si quiera se pregunta al artista por la temática de su obra. También sucede que la organización de ImaginArte suele conocer a los artistas que acuden y, por tanto, el trabajo que normalmente llevan a cabo. Cuando no es así les dejan un pequeño muro del Paseo del Arte, que es el que rodea al colegio de Geldo, y en formato de 3x4 pintan sin restricciones.
Hasta el 16 de septiembre tienen de plazo para presentar las inscripciones. Los seleccionados dispondrán de siete días para realizar sus murales, previsiblemente del 28 al 5 de octubre. En este festival de pintura mural al aire libre no hay ningún estilo predefinido. Según las bases que publica el Boletín Oficial de la Provincia, el objeto de la actividad consiste en elaborar un mural que represente la pluralidad y diversidad de la población, concienciación y respeto por el medio ambiente, integración en el entorno rural, sensibilización ambiental o desarrollo sostenible, entre otros. Aunque también se acepta la posibilidad de otras temáticas, siempre que no contengan contenidos violentos hacia personas o animales, ni tampoco contenidos sexistas o xenófobos. Pueden participar personas de cualquier procedencia, de forma individual o en grupo o crew.
El Ayuntamiento se encarga de entregar a los participantes pinturas, andamios, grúas e incluso alojamiento, puesto que les reservan las casas rurales municipales durante esas fechas. Hay algunos que prefieren quedarse con las familias en cuyas viviendas están pintando los muros, "con lo cual la convivencia es muy enriquecedora. Los que se quedan en algún alojamiento propiedad del pueblo también tiene el aliciente de que convive con el resto de artistas, algo que les agrada mucho por las sinergias que se crean y que difícilmente se da en eventos similares que hay en otros puntos de la geografía".
A la hora de avalar los trabajos, el consistorio cuenta con la ayuda de la Asociación Cultural Torre Selda, un colectivo que se constituyó en Geldo en el 2020 y cuyos miembros conforman el jurado, "además de estar a todo lo que se nos pueda necesitar", indica su secretario, Narciso Rueda.
Una de las novedades este año es que el festival se celebra a finales de septiembre y no en agosto como hasta ahora, para así evitar el calor y para desestacionalizar el contenido cultural, que en verano aglutina numerosas actividades. Como apunta Rueda, "buscamos tener un acto fuerte al menos una vez al mes durante los doce meses del año". Por eso no sorprende que además de ImaginArte se organicen en el pueblo festivales como el de cortometrajes o el infantil Titirigeldo, ferias del libro, semanas culturales, la exposición permanente en homenaje a Ramón Rubio, el fundador de los Cuadernillos Rubio, nacido en la localidad, o las numerosas actuaciones de los músicos de la banda que ya han cosechado hasta premios provinciales.
Las cosas no siempre han sido igual de fáciles. Al principio costó mucho que los vecinos dejaran alguna pared para que se pintara. El alcalde recuerda que en aquel entonces la gente "no lo veía nada claro. Pero ahora hay una relación y una complicidad entre propietarios, vecinos y artistas muy bonita. Es más, no nos gusta que los participantes en el festival vengan, pinten y se vayan. Preferimos que se queden y convivan y se relacionen con nosotros. La clave es mimar a los artistas y que se sientan a gusto".
Año tras año se han ido acumulando obras, puesto que no se ha eliminado ninguna. Por ello, se presenta ahora un interrogante y es qué hacer con aquellos murales que por el paso del tiempo comienzan a estar deteriorados. En las próximas fechas se estudiará qué hacer ante esta situación, aunque lo más probable es que procedan como han hecho con la pieza que estaba en el consultorio médico y que es la única que han tenido que intervenir por unas obras que se ejecutaron en el centro de salud. En ese caso, llamaron al mismo artista que pintó el original para que dibujara una nueva versión y se instaló una placa con un código QR donde se puede ver tanto el anterior mural como el actual, además de todo tipo de información de la obra y del autor. "Podríamos hacer algo similar con los que están envejeciendo demasiado en el resto del pueblo. Nos da mucha pena pero esta es una manera con la que queda huella del original", apunta Quiles.
El festival es la guinda de una agenda cultural que durante los doce meses del año es una muestra de que, con un presupuesto pequeño, se pueden proponer infinidad de iniciativas que pongan al pueblo en el mapa del Alto Palancia como alternativa al ocio y la cultura.
"Desde el primer momento quisimos invertir en cultura y los vecinos enseguida nos apoyaron. En Geldo hay interés por poner a la cultura como signo de identidad del pueblo y no solo lo estamos consiguiendo, sino que se ha convertido en una herramienta de convivencia entre los vecinos. Somos un pueblo con interés que le da valor a la cultura y que busca expresiones diferentes, innovar y que se le vea más allá del cliché de pueblo rural. Estamos muy lejos de la cultura de pandereta. Nos preocupamos por organizar de la forma más cuidadosa posible actividades innovadoras y de calidad", detalla el alcalde.
De hecho, la asociación Torre Selda nace para dar apoyo al movimiento cultural que en los últimos años ha experimentado Geldo. Nicolás Rueda recuerda que, en vista de que el Palacio de los Duques de Medinaceli se habilitó para acoger eventos, decidieron aprovechar el momento para formar el colectivo y así poder organizar exposiciones, conferencias, visitas guiadas y presentaciones de libros, entre otros. "Todos los fines de semana hay algo que hacer, y gratis. Estamos muy satisfechos de la respuesta de la gente. Empezamos con 30 socios y ya superamos los 150... y eso que el pueblo tiene solo 650 habitantes".
El año pasado la Generalitat Valenciana nombró a Geldo Capital Cultural 2023 para un municipio de menos de 5.000 habitantes.