VALÈNCIA. El Teatre Escalante, el proyecto de artes escénicas de la Diputació de València, cambia de sede sin haber llegado a poner en marcha la que tenía prevista. Hace casi una década que el proyecto tuvo que abandonar su sede histórica, tiempo en el que ha ido operando sin contar con un espacio estable. Tras años de incertidumbre, no fue hasta 2021 cuando la corporación provincial dio con una solución a esta situación, que pasaba por la construcción de un nuevo edificio en el entorno de la avenida de las Cortes Valencianas. La previsión para poner en marcha el concurso de ideas, sin embargo, no cumplió con los plazos anunciados y, tras las elecciones, la pregunta volvió a ponerse sobre la mesa, ahora a sus nuevos gestores: ¿por dónde pasa el futuro del Escalante?
Aunque en un primer momento la respuesta de la Diputació fue la de mantener lo acordado, para lo que incluso se había reservado una partida presupuestaria para este mismo año, el escenario de presente y futuro ha cambiado por completo en apenas unos meses: finalmente no habrá sede de nueva construcción. Así lo ha desvelado la diputada de Teatros, Rocío Gil, y la vicepresidenta segunda y responsable de Proyectos Técnicos de de la Diputació, Reme Mazzolari, este martes, en una convocatoria en la que han compartido la nueva hoja de ruta para establecer una sede definitiva para el teatro, un nuevo camino con el que la corporación busca no solo dar una solución a años de vacío sino, además, recortar plazos de ejecución y presupuesto.
De esta forma, la corporación provincial ha decidido fijar la sede del teatro en uno de los espacios del Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF), siendo esta una de las tres opciones que hace años se puso sobre la mesa, junto con la construcción de un nuevo espacio, que resultó la elegida en un primer momento. “La idea principal de este equipo de gobierno era seguir trabajando en la hoja de ruta del teatro, que pasaba por construir un nuevo edifico, un proyecto a muy largo plazo”, explicó Mazzolari durante su intervención. Sin embargo, aunque la previsión era que en 2027 estuviera en marcha, este calendario “no era real en absoluto”, apuntó, una realidad que ha pesado a la hora de cambiar de plan.
Con el concurso de ideas todavía pendiente de licitación y la posterior ejecución de la obra, la construcción de una nueva sede “hacia imposible que durante esta legislatura pudiéramos dar una solución al tema”, subrayó Mazzolari, con lo que se ha optado por un giro de timón, ubicando el teatro y su escuela en un inmueble ya existente y propiedad de la Diputació. Con este cambio, explicaron, se prevé acortar los plazos de ejecución, con una previsión de apertura de la sede antes del final de la legislatura, en 2027, así como una reducción de los costes, pasando de una previsión de gasto de siete millones de euros que suponía la nueva sede a aproximadamente tres millones de euros para la adecuación del espacio del IVAF.
“No se trata de buscar la solución más rápida, sino de buscar la solución idónea y estamos convencidos de que la hemos conseguido, racionalizando el gasto y acortando notablemente los plazos para que el Escalante, no más allá del 2027, sea una realidad”. Sobre el espacio, con todo, se llevarán a cabo una serie de obras de mejora y adecuación que, según explicó Gil, tendrá en cuenta las peticiones que hicieron las distintas asociaciones profesionales de las artes escénicas hace meses, aunque entonces sobre un escenario distinto. “Estas condiciones técnicas que nos planteó el sector han sido trasladadas el equipo de Proyectos Técnicos para que puedan recogerse en este proyecto. Entendemos que las exigencias que se pusieron encima de la mesa por el sector son las idóneas”.
Cabe recordar que fue en el año 2016 cuando el teatro dependiente de la Diputació de València tuvo que abandonar su sede histórica tras detectar graves daños estructurales, momento desde el que ha continuado operando sin sede estable, llevando su programación por distintos escenarios de la ciudad, como la nave de Ribes o el Teatre el Musical. No fue hasta 2021, un lustro después, cuando la corporación, entonces con Glòria Tello (Compromís) al frente del área de Teatros, acordó la construcción de una nueva sede para el teatro, para lo que se proyectó un presupuesto de cinco millones y un plazo de ejecución de más de tres años. El anuncio, además, también venía con la promesa de licitar el proyecto en el primer trimestre de 2023, unos plazos que nunca se llegaron a cumplir.