Nacido en Benissoda (Valencia), un pueblo de 400 habitantes de la Vall d´Albaida, Arturo Roig (1992) acaba de ganar el concurso Arrocero del Futuro 2025 en el TastArròs y es el primer valenciano en conseguirlo. Empezó a estudiar Agrónomos, pero con 19 años dio el salto a la cocina profesional con una primera experiencia de unos meses con Miquel Ruiz. Con 20, se formó en el CdT de Gandía. Tras abrir junto a su padre el restaurante Paixixi en Ontinyent, fue chef privado en Mallorca, Ibiza y Los Ángeles y fue en 2022 cuando creó su proyecto más personal, el restaurante A Roig Viu: una antigua casa de pueblo con alma mediterránea situada en el centro de Albaida, cuya propuesta gastronómica gira alrededor de las brasas, la colaboración con productores locales y la artesanía sobre las bases del recetario tradicional y los sabores de la cocina familiar.
1. ¿Qué preparas en casa cuando tienes invitados?
A mediodía una paella valenciana o algún arroz. En la temporada de otoño- invierno me gusta mucho hacer gazpacho manchego, que es también muy tradicional en mi zona. Y si es por la noche, una torrà con embutido de Ontinyent: longaniza, chorizo, morcilla, panceta, chuletas de cordero… También disfruto mucho haciendo tortillas.
2. Darte un homenaje para ti significa…
Disfrutar de la cocina y sala de mis amigos Ausiàs y Feli, en Pedreguer.
3. Tu último descubrimiento gastronómico (Un bar, restaurante, un vino, un producto, un productor…)
Como restaurante, Arrels. Aún no había visitado a Vicky y me encantó. Y últimamente disfruto mucho bebiendo vinos naturales, descubriendo proyectos artesanos de viticultores de proximidad como Cristóbal Vanyó de Celler Cos a Cos, en Carrícola.
4. Tu última cena consistiría en…
Compartir mesa con las personas a las que quiero, por ejemplo, en casa de mis amigos Nando y Noe de Casa Raquel en un ambiente campechano y con buena gastronomía.
5. ¿A qué le tienes miedo?
Tengo miedo a perder mi identidad, mi autenticidad. Eso me aterra. Por eso trabajo el recetario tradicional y quiero asentar mi parte personal y profesional. Creo que quien pierde sus raíces, pierde su identidad. También tengo miedo a dejar de disfrutar de la cocina o del trato cercano con el comensal por estar más en la parte empresarial inherente al negocio.
6. ¿Qué guiso o plato familiar forma parte de ti?
El puchero valenciano de mi abuela Maruja Pérez, sobre todo esa sopa que hacía con pan del día anterior y con las minucias (hígado y vísceras) que salteaba con ajo, perejil y huevo duro.
7. Para combatir la resaca lo mejor es…
Un zumo de tomate preparado con nuestros tomates en conserva de casa o un buen zumo verde.
8. Lo que menos me interesa de la gastronomía es…
Generar humo sin coherencia, la falta de verdad, el postureo.
9. La cocina del futuro debería ser…
Una cocina con base tradicional y recetario local con productos del momento. El futuro debería ser la tradición bien hecha.
10. ¿Por qué te gustaría que te recordaran?
Por “hacer bondad”. Siempre recuerdo una frase que nos decía el padre de mi amigo Joan antes de salir de casa: “feu bondat”. También me gustaría que me recordaran por ser un buen anfitrión, por hacer sentir a la gente cómoda y como en casa, por esa transmisión de raíces y cultura gastronómica que defendemos en A Roig Viu. Me gustaría trascender por haber sabido dejar ese legado gastronómico.
11. Última vez que pediste comida en Glovo y qué fue
Yo nunca pido en Glovo pero hace poco estando con unos amigos, un domingo por la mañana, uno de ellos pidió chocolate a la taza, unos churros y unos buñuelos de calabaza.
12. ¿Cómo es tu restaurante perfecto?
Aquel en el que me siento como en casa, con un ambiente cuidado, en una ubicación rural idealmente al aire libre, con un tono desenfadado, familiar y cercano.
13. Tu momento más feliz asociado a la gastronomía
El llegar a casa después de haber ganado el premio Arrocero del Futuro 2025 en el TastArròs y compartir la noticia con mi abuelo Antonio Espí, que tiene 93 años, y con mi gente.
14. ¿A qué cocinero/a o persona vinculada al sector admiras?
A Vicente Patiño porque sigo su proyecto desde hace años y no solamente le admiro profesionalmente, sino también a nivel personal por su manera de conciliar. A Miquel Ruiz porque con él fueron mis inicios en cocina y me aportó la pasión por el oficio y la disciplina. Y a Pablo Chirivella porque me inspira: admiro su persona, su talante y su proyecto de parrilla en la casa de su abuela.
15. ¿En qué país del mundo se come mejor? (No vale España)
No he estado en México, Perú o Japón… pero me quedaría con Italia, con el Mediterráneo.
16. Un placer culpable a la hora de comer
El dulce, soy muy goloso. Me gusta mucho la pastelería clásica.
17. ¿Qué haces para desconectar del trabajo?
Estar tranquilo en el pueblo, pasear por la montaña y asistir a eventos de música electrónica emergente. De hecho, este año he creado junto a unos amigos un proyecto llamado Santuari, con el que queremos generar experiencias y atmósferas a través de unos valores y una filosofía propia.
18. ¿Has conquistado a alguien por el estómago?
Eso intento hacer con mis clientes. Y afortunadamente durante estos años de trayectoria muchos de ellos se han convertido en amigos.
19. ¿Crees en los influencers foodies como herramienta de visibilidad para tu negocio?
Con todo el respeto, no es mi estilo. Me decanto más por el periodismo gastronómico y por el boca a boca de la gente que viene a visitarme.
20. Un plato o ingrediente que pienses que está sobrevalorado
Quizá la gamba roja por el precio que tiene actualmente, que a mí también me encanta comerme cinco o seis, pero creo que la gamba blanca es un gran producto al que en una cata a ciegas le daríamos también un gran valor. A veces nos sugestionamos por la conceptualización social que tenemos de las cosas cuando son escasas o caras y hay productos más modestos que también tienen un gran valor culinario.