Los platos conocidos como arroces valencianos tienen como ingrediente básico el grano de arroz (arròs amb fesols i naps, arròs a banda o la paella valenciana, entre otros muchos). Este es un ingrediente tan común, que su importancia en el plato y en el campo valenciano suele olvidarse.

Este, y otros comentarios relacionados con el sector del arroz, surgieron en la mesa redonda organizada el pasado 21 de noviembre como parte de la Jornada sobre la cultura del arroz, celebrada por La Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana (AGCV) en el Tancat de l’Estell (El Palmar), instalaciones de la empresa familiar valenciana especializada en arroces Arroz Tartana. En el coloquio participaron Luis Blanch, agricultor arrocero y profesor de topografía en la Universidad Politécnica de Valencia; Rafa Máñez, agricultor y propietario de Arroz Ciudad de Sueca; Raúl Corbí, fundador y gerente de Agricorbi; Juan Valero, fundador y gerente de Arroz Tartana; Vicente Rioja, cocinero del restaurante Rioja y Raúl Magraner, cocinero del restaurante Bonaire. Entre los asistentes estuvieron Maribel Sáez, directora general de Comercio, Artesanía y Consumo y José María Lozano, presidente del Consejo Valenciano de Cultura. El debate estuvo moderado por Sergio Terol, presidente de la AGCV.

Los agricultores arroceros expusieron la realidad que vive el sector en la actualidad; tanto las situaciones compartidas con otras actividades del sector agrícola, como situaciones específicas del sector del arroz valenciano. “El sector está agonizando”, avisó Raúl Corbí. Entre los temas comentados: los resultados de la última campaña y las dificultades que han experimentado en los cultivos; la aplicación de las normativas en materia fitosanitaria y el coste que suponen para el agricultor; las desventajas creadas frente a granos de arroz importados del extranjero; la importancia de defender las variedades sin olvidar comunicar el origen al consumidor y que este se refleje en el etiquetado; la rentabilidad actual del cultivo de arroz y el relevo generacional; la relación directa con el futuro de la Albufera, desde el punto de vista ambiental y económico; así como la evolución de los costes y los precios de venta. Durante el coloquio quedó en evidencia la necesidad de tomar acciones para cambiar la situación del sector y evitar que los problemas presentes se agraven.

Los participantes de la mesa señalaron el papel de los arrozales como sustento del Parque Natural de la Albufera, siendo fundamentales para la conservación y sostenibilidad del espacio; tanto a nivel medioambiental, como económico y social. Además, recordaron el carácter cultural del arroz y su cultivo, presente en la literatura valenciana como parte del arte, la historia, las costumbres, el territorio y los recuerdos vinculados a la comunidad.

Otro de los temas tratados fue la necesidad de buscar nuevas estrategias de comercialización para el arroz valenciano: "No podemos competir en volumen, pero sí, en variedades diferenciadas”, defendió Juan Valero. Esto es, recurrir a la diferenciación del grano valenciano en lugar de pensar únicamente en producir a volumen. Sergio Terol aclaró una realidad de la que, en ocasiones, el consumidor medio no es consciente: Valencia y la Comunidad Valenciana no son las grandes zonas productoras (en volumen) de arroz en España. La realidad es que provincias como Sevilla o Badajoz y comunidades autónomas como Andalucía, Extremadura o Cataluña, son regiones competidoras con gran peso en el mercado. Teniendo esto en cuenta, Juan Valero remarcó la importancia de trabajar en mejorar la resistencia de las variedades cultivadas en la Albufera y en la Comunidad Valenciana. También, abogó por la divulgación de sus características como forma de poner en valor los granos de arroz valencianos.

Dicha divulgación y puesta en valor, en la medida en que el arroz es parte de la cultura valenciana, apela a diferentes sectores. Entre ellos, la gastronomía y la restauración son elementales.
 

Raúl Magraner del restaurante Bonaire señaló la importancia de apoyar a los agricultores del sector arrocero y recordó que en los restaurantes se está volviendo a los sabores populares; las arrocerías son un reclamo. En la línea gastronómica y concretamente, en referencia a la paella valenciana, Vicente Rioja destacó: “Hemos hecho lo más complicado, conseguir que el plato sea universal. Ahora hay que trabajar para que el grano valenciano también lo sea”. El cocinero del restaurante Rioja señaló la oportunidad que tiene el sector del arroz de defender que en la Comunidad Valenciana y en concreto, en la Albufera de Valencia, es donde se encuentra el producto idóneo para preparar un plato internacionalmente reconocido: “Nosotros no tenemos un producto básico, tenemos el mejor producto para hacer un plato universal y diferenciado”. En ese nosotros, Vicente Rioja englobó, entre otros, a productores, distribuidores, comerciales y cocineros; haciendo hincapié en la capacidad que tiene el sector gastronómico y para ser un altavoz evitando así, que el grano de arroz valenciano pierda importancia.