Comer

Coral Menorca, comerse la isla bocado a bocado con vistas a un atardecer de ensueño

En la parte noroeste de la isla, muy próximo a la Cala en Forcat y a diez minutos de Ciutadella en coche, nos espera este restaurante con ‘vibes’ de chiringuito que promete convertirse en el hallazgo de esta temporada estival en Menorca. ¿Nos guardas el secreto?

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

Como bien dice nuestra querida directora Paula Pons se podrían considerar a las Baleares como ese gran apéndice o extensiónde Valencia a disfrutar durante los meses estivales. Verano tras verano, estas se convierten en el refugio por excelencia de un sinfín de viajeros que persiguen su propio verano de Estrella Damm, aquel protagonizado por chapuzones en aguas cristalinas, horas y horas bajo la sombrilla en playas de arena fina devorando un libro tras otro, atardeceres de esos que quitan el aliento y una gastronomía donde darse el mejor de los homenajes.

Entre toda esa ecuación, Menorca se presenta como la más tranquila del archipiélago mediterráneo y siempre existen nuevas excusas para visitarla en cuanto se nos presenta la más mínima oportunidad. Hoy traemos una de esas: Coral Menorca. Un proyecto que a pesar de que no llega de nuevas y que en la isla ya cuenta con fieles seguidores de su cocina, es probable que todavía no hayas oído hablar de él si vienes de fuera. 

El chef ítalo-argentino Federico Giomi, junto con su pareja Cristina Merino, su hermana Florencia Giomi y el resto del equipo, llevan desde 2022 al frente de este restaurante con espíritu de chiringuito (pero nada más lejos de la realidad), que puede presumir de tener cada día uno de los mejores atardeceres de Menorca. A este hay que sumarle una gastronomía de producto de KM0 de temporada con una gran dedicación a la brasa e influencias a los orígenes del chef y una propuesta de coctelería que versa entre las creaciones de autor y los cócteles de siempre. 

La gran pregunta es por qué no habíamos descubierto este paraíso antes. En cuanto lo pruebes, será uno de esos lugares a los que recurras mentalmente durante el invierno para recordar el verano que ya pasó. ¿Lo bueno? Seguirá estando ahí la próxima temporada. Y es que tenemos Coral Menorca para rato. 

Aunque no nos adelantemos y disfrutémoslo en este 2025. El festín está servido. 

 

  • Cristina Merino, Federico Giomi y Florencia Giomi

 

El sueño de Federico Giomi

Para poder explicar cómo nace Coral Menorca, es necesario remontarnos unas décadas atrás y centrarnos en la figura de Federico Giomi. Fue a los 17 cuando este chef de ahora 36 años decidió emigrar de su argentina natal en búsqueda de nuevas salidas profesionales, tras estudiar cocina en Celia (Fundación de Enseñanza Integral Gastronómica) en la ciudad de Córdoba. Aunque la pasión por la cocina no comenzó ahí, sino que le venía de más lejos todavía.  

«Desde muy pequeño, siempre he sido una persona muy curiosa e inquieta y me entusiasmaba el simple hecho de ayudar a mi abuela y a mi madre en la cocina. Crecí en una familia, donde los momentos en la mesa eran instantes para compartir, reír y hasta llorar. La comida, sus aromas y sus secretos, se transformaban misteriosamente en una demostración de cariño y afecto. Mi padre en aquellos años solía tener un obrador, donde hacíamos pan y bollería. Gracias a ello, tuve la oportunidad desde pequeño de familiarizarme con muchos productos, técnicas y sobre todo impregnarme de amor hacia las cosas bien hechas», reconoce el chef Federico Giomi.

Con su doble nacionalidad debajo del brazo pasó a partir del año 2010 por las cocinas de países como España, Reino Unido, Suiza, Francia o Tailandia en restaurantes y diferentes grupos hoteleros como Marriot, Starwood Hotels o InterContinental Hotels Group. Hasta pudo trabajar de la mano de prestigiosos chefs como Jean-Marc Banzo, nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en 2006. 

 


En el año 2016 la isla de Menorca se cruzó en su camino y ya no hubo vuelta atrás. «De Menorca me enamoró todo, su producto, su paisaje, su gente y toda su gastronomía en general. Fue a partir de este momento cuándo comencé mi proyecto personal ofreciendo toda mi experiencia y conocimiento en cocinas de clientes particulares en la isla como chef privado. El boca a oreja hizo el resto», indica Giomi a Guía Hedonista.  

Fue estando al frente de los fogones de la finca Al Parico en Ciutadella de Menorca como chef privado, cuando surgió la oportunidad de dar un paso más allá. Acompañado por la finca Al Parico junto con un grupo de origen suizo con una amplia trayectoria en el sector gastronómico, decidieron crear Coral Menorca a las afueras de Ciutadella. 

El producto local y de temporada siempre ha sido el eje conductor de mi cocina y protagonista de esta propuesta gastronómica itinerante, y que en la actualidad también se hace presente en Coral Menorca aunque sin olvidar mis raíces ítalo-argentinas. Llegó un momento en el que tocó apostar por mi proyecto personal y no puedo estar más agradecido con la decisión tomada y con las personas que me han ido acompañando en este camino”, añade.

  • -

Y es así como nace Coral Menorca en la temporada de 2022. A tan solo 6 km de Ciutadella, en una cala privada rocosa, muy próximo a Cala en Brut o Cala en Blanes con vistas de bruces al atardecer. Acompañando al chef Federico en esta aventura, encontramos a su pareja Cristina Merino (enfermera de profesión y jefa de sala y gestora administrativa por elección), a su hermana Florencia Giomi (diseñadora y artista plástica al mando de las relaciones, recepción de clientes. eventos, marketing y diseño del proyecto) y a todo un equipo que cada temporada alcanza a contabilizar la veintena de nombres entre personal de sala y de cocina. 

Coral Menorca es nuestro bebé y además es como si hubiéramos sido padres primerizos porque ninguno de los tres integrantes del proyecto imaginábamos la magnitud que iba a tener cuando nos lanzamos a él. Este restaurante significa mucho para los tres, ya que tiene una impronta muy afectiva, familiar y personal desde sus orígenes. Cris, Flor y yo somos familia, para lo bueno y para lo malo. Así que Coral Menorca, además de exigirnos mucha dedicación y cariño, se traduce en un aprendizaje en continúa evolución, que nos hace crecer a diario tanto a nivel profesional como personal. Cada temporada tenemos la suerte de abrir nuestra casa a 20 personas, algunas nuevas y otras ya veteranas, quienes nos acompañan en la apasionante tarea de ser anfitriones, de trasladar nuestro concepto y nuestra filosofía, a cada una de nuestra clientela”, reconoce Federico Giomi. 

El nombre escogido no podría haber sido más acertado, por su proximidad al mar y por el color del atardecer, ese que nos regala su privilegiada ubicación cada tarde independientemente de la temporada en la que estemos, siempre y cuando el buen tiempo haga acto de presencia. Por lo que si tienes que reservar una hora en concreto, hazlo justo antes de la famosa golden hour para ser testigo de la puesta de sol con un buen cóctel en mano, previo a la mejor de las cenas. 
 

  • -

 

Menorca con influencias italianas y argentinas 

Pero no nos quedemos solo en sus atardeceres de infarto, aunque ya te adelantamos que solo por ellos merece la pena el viaje hasta aquí. Su propuesta de gastronomía y de coctelería no se quedan atrás, siendo fieles competidores en toda esta ecuación. En Coral, degustaremos Menorca, pero también Italia y Argentina haciendo especial referencia a la pasta en la primera y a la brasa en la segunda. 

Nos recibe una carta no muy extensa (¿para qué más?), pero bien ejecutada y dinámica que trabaja con platos fijos y especiales fuera de carta que varían en función de lo que ofrezca el campo y el mar cada semana. Damos a todos nuestros comensales la oportunidad de disfrutar de una experiencia creativa única donde destaca el producto local estacional y el inconfundible sabor de la brasa, acompañada de uno de los mejores atardeceres de la isla. Además apostamos por una coctelería de autor desenfadada, veraniega y creativa, donde se pueden apreciar ingredientes de temporada y de nuestra isla. Y donde los clásicos también tienen cabida, porque nos encantan”, reconoce. 

¿Algunas de las joyas de la corona? La berenjena rallada de Menorca a la brasa acompañada de mole rojo de especias, tahine, yogurt, sésamo y miel (¡un clásico entre sus platos veggies!); el crudo del día que varía en función del mar pero puede incluir pescados como el dentón o la serviola, tan típica de la isla; o el costillar de Wagyu de Menorca que representa las raíces argentinas del chef, cocinado 15 horas a baja temperatura, servido con emulsión de patata ahumada, chimichurri y demi-glace de la casa. 

 

 

Y el viaje al país vecino sin salir de la isla llega con sus pastas caseras, siendo la reina sus pappardelle de mar preparada con bogavante, su bisque, calamar y mejillón de Mahón, acompañada de brandy y fermento de chili casero. Con este plato Italia y Menorca se funden en solo uno creando la mejor de las combinaciones. Las otras dos pastas son el ravioli de burrata y pistacho o sus cavalleti con pesto de kale y miso de pipas de calabaza del chef. ¡De muerte! 

 


Es tal la precisión y dedicación del chef, que Federico cuenta con su propio laboratorio de macerados y fermentados donde prepara opciones que luego se trasladan a los platos en forma de ingredientes como el kimchi, los caldos, los aceites de cítricos, las salsas, entre otros.  

Nuestra carta cambia y evoluciona constantemente. Solemos atesorar aquellos platos que son un clásico temporada tras temporada y que forman parte de nuestra identidad culinaria; pero también jugamos con productos típicos de la isla, para ofrecer fueras de carta de forma periódica como el cordero de la finca Al Parico que además de gestores son un uno de nuestros proveedores por excelencia de aceite y cordero; los vegetales de la finca de Joan; los crudos de pescado de la isla; la vaca Vermella Menorquina; o nuestra famosa langosta de Ciutadella de Met, siendo estos algunos de nuestros protagonistas itinerantes de la semana”, señala Federico Giomi. 

 

Uno más a la lista de imprescindibles en la isla

Desde ya Coral Menorca, se suma a esa lista de restaurantes que están haciendo las cosas muy que que muy bien en una isla que está en plena ebullición. Nombres con el de Federico Giomi acompañan a otros como José María Borrás en Aquiara, Héctor Gallego y Elena Angosto en Pez Limón, Miquel Sánchez en Smoix, Silvia Anglada en Es Tast de na Sílvia, Eugeni de Diego en Pintarroja, Daniel Mora en Sa Pedrera d'es Pujol, Daniel Molero en Bar Augustin, Pau Sintes en el Hotel Cristine Bedfor, Sergio Villalonga en Café Balear…¡y sumando!

Para Coral Menorca por el momento el futuro se presenta de lo más prometedor. Nada nos haría más felices que seguir con este mismo rumbo muchos años más, poder establecernos como un imprescindible en Menorca o quizá obtener algún reconocimiento. Pero somos conscientes que todo proceso lleva su tiempo y que mientras tanto, tenemos que disfrutar de su recorrido. Es una enorme satisfacción que nuestros clientes tanto los habituales como los nuevos salgan con una sonrisa de nuestro restaurante y con el corazón contento. Y lo mejor es que repitan y nos recomienden”, comentan emocionados Fede, Flor y Cris. 

La excusa para visitar Menorca en las próximas semanas ya está encima de la mesa. Utilizarla o no, ya es cosa tuya. Desde aquí no nos lo pensaríamos dos veces.

 

 

 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo