Restorán de la semana

RESTORÁN DE LA SEMANA

Casa Salvador (Cullera)

A orillas del Estany de Cullera, Casa Salvador sigue siendo uno de los grandes templos del arroz valenciano. La tercera generación ha sabido mantener viva la esencia familiar, actualizando con acierto el legado de Salvador Gascón y Concha Ortega para situarlo en el presente sin perder su alma.

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Perpetuar un legado nunca es tarea sencilla, y menos cuando ese legado lleva el nombre de Salvador Gascón, figura esencial de la gastronomía valenciana y alma de Casa Salvador. Surge entonces una pregunta inevitable: ¿habrá quedado su cocina anclada en la nostalgia, sin rumbo ni evolución? Regresar al restaurante despierta en mí una mezcla de curiosidad y temor. Temor a descubrir que se haya desvanecido aquella exquisitez, aquel saber hacer que convirtió sus paellas en un referente y este lugar en punto de peregrinaje. Pero haré un pequeño spoiler para disipar cualquier duda: los fantasmas estaban solo en mi cabeza. En Casa Salvador se sigue comiendo tan bien como siempre.

 

Al cruzar la gran cúpula azul de la entrada, el tiempo parece detenerse. Más aún cuando se atraviesa el pasillo y aparecen los altos techos de las barracas construidas en los años ochenta para ampliar el espacio. Todo conserva ese aire familiar que siempre ha definido la casa: manteles blancos, decoración tradicional —testimonio de la importancia del arroz en su historia— y la figura de Salvador Gascón, presente en cada rincón. En un mueble, incluso, reposa el libro Los mejores arroces de la Comunidad Valenciana. El equipo de sala va y viene: es domingo y los salones están llenos. Al fondo, tras cruzar el restaurante, se abre la terraza, un privilegiado balcón sobre la laguna de l’Estany de Cullera. El agua reposa en calma; unas barcas tradicionales se mecen suavemente y un grupo de patos de collar nada entre ellas. En la otra orilla se divisa un pescador. Con suerte, atrapará alguna lubina. Sentarse junto al Estany y contemplar el paisaje es, sencillamente, un lujo.

 

  • - Diego Moreno
  • - Diego Moreno

Casa Salvador ocupa este enclave desde el 10 de abril de 1950, cuando Salvador Gascón y Concha Ortega abrieron un modesto bar para atender a vecinos y pescadores. Su especialidad era la llisa a la sal, cuando este pescado abundaba en la laguna. Con el relevo de sus hijos —Salvador, Concha y Juanjo—, aquel bar evolucionó hacia una casa de comidas que pronto se convirtió en punto de encuentro para los amantes del arroz. En los años setenta, mientras otros miraban a la cocina francesa, Concha y Salvador reivindicaron la tradición. Hoy, la tercera generación —Anabel y Salvador (hijos de Salvador), Jose e Inma (hijos de Concha)— mantienen vivo el espíritu familiar, junto a David Zorrilla, responsable de la cocina. En ese mismo espacio donde antaño se movía con maestría Concha, David trabaja con solvencia, respetando el legado pero dejando su propio sello, especialmente visible en los entrantes.

 

  • -  David Zorrilla, jefe de cocina
  • - Inma Jover, jefa de cocina y Anabel Gascón, gerente

El producto manda en esa primera parte del menú: sepia de Cullera a la plancha, gamba roja de Dénia, chipirones, calamares a la romana, croquetas de llisa —dos clásicos imprescindibles— o la tosta de esgarrat. Conviene no excederse: aquí se viene, sobre todo, a disfrutar de un buen arroz al centro. En eso, Casa Salvador puede presumir de una de las cartas más amplias de toda la Comunitat Valenciana. De marisco, valenciana, de verduras; melosos, caldosos o secos… la lista roza los cuarenta tipos. David mantiene el listón alto: arroces en su punto exacto, sabrosos y equilibrados. Y para el postre, un clásico infalible: el flan de huevo elaborado por Silvia. La bodega, amplia y bien seleccionada, completa la experiencia.

 

 
 
 
  • - Fotos: Diego Moreno

Volver ha sido un acierto. Se esfumaron las dudas y los temores. La tercera generación no solo ha sabido conservar el espíritu de la tradición, sino que ha logrado situar a Casa Salvador en el presente, con una cocina que honra la memoria sin renunciar a evolucionar. Tras 75 años de historia, sigue siendo un referente indiscutible y una de las terrazas más hermosas de la Comunitat Valenciana. Casa Salvador no vive del recuerdo: lo honra, lo actualiza y lo comparte. Es, sin duda, uno de los grandes templos del arroz valenciano.

 

 

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