Abrió ayer, y el piano de más de seis metros de cola -el más grande de España- que ocupa todo el centro del local a la vez que funciona como barra, sacó los primeros "wows". Serán muchos más, eso sí, porque el micrófono, el escenario y las copas invitan a disfrutar del ambiente y de la buena música, aunque a veces suene "desafinada". Si habéis estado alguna vez en un piano bar, sabréis que la atmósfera no es la de un karaoke al uso, es mucho más comedida. Pero a la vez es mucho más divertido tomar algo allí que en cualquier otro bar de copas. Pides canciones, subes a cantar -si te atreves- o las va entonando el "host" al ritmo de un piano que late al compás de la noche.
Si eres de foto "fardadora" en Instagram, tomarte un cóctel en una copa con la cara de Nino Bravo o de Rosalía tiene cierto encanto. Y si simplemente quieres pasar un buen rato, allí te esperan hasta las tres de la mañana, con más de 200 referencias de ginebras y más de 50 whiskies. Una cena por la zona, unas copas con Lupin, y si te lanzas puedes subir al escenario, que también cuenta con músicos profesionales para amenizar la velada. Tiene terraza, unos bartenders con experiencia y pinta de que se va a convertir en la opción favorita del late night del Ensanche. De momento ha robado nuestra atención; ahora falta saber si Lupin nos robará alguna nota afinada y desvergonzada, y esas sonrisas cómplices que acechan tras las cortinas de su piano bar.
