Lejos del turismo que desborda la ciudad condal, a los pies de Montjuïc, en el barrio de Poble Sec —sí, el mismo que vio crecer a Joan Manuel Serrat— se esconde una pequeña ostería que ha crecido al amparo del trajín de los cercanos teatros del Paral·lel y del Grec y, quién sabe, quizá también de los seguidores que recorren las calles donde el Noi de Poble Sec jugó a las tabas y daba patadas a la pelota.
Un restaurante cuya clientela incluye a Mario Vargas Llosa, Patti Smith o Sean Penn y que, fiel a sus normas, dejó sin comer a Woody Allen por llegar tarde. Aquí nadie tiene trato de favor. Pero que no cunda el pánico: entre esa lista tan variada de famosos también hay amantes de la buena mesa como tú y yo. Ese lugar que hoy incluimos como restaurante de la semana es Xemei, cocina venexiana. Sí, cocina tradicional del Véneto, sin artificios.

Al frente están los gemelos Max y Stefano Colombo —xemei significa “gemelos” en veneciano—. Stefano se formó como diseñador industrial y Max trabajaba como cocinero. Ninguno vivía en Barcelona, sin embargo, en 2007, decidieron abrir un restaurante para demostrar que la cocina italiana es mucho más que pasta boloñesa y pizza. Y lo hicieron, además, en Poble Sec, que por aquel entonces distaba mucho de ser el barrio gastronómico que es hoy. El reto era grande, pero lo superaron con nota. Y no se quedaron ahí: la experiencia y la popularidad que les dio Xemei los llevó a impulsar otros proyectos. Son los artífices del Bar Brutal, pionero en vinos naturales; de la pizzería del Raval Frankie Gallo Cha Cha Cha; y, desde hace unos meses, del Bar Super, un templo del tapeo de mercado situado junto al Mercat de Santa Caterina.
Pero volvamos a la cocina del Véneto. Hoy, Xemei está considerado uno de los mejores restaurantes italianos de la ciudad. Un dato que sorprende al entrar en su local: paredes coloridas, mobiliario vintage y un tanto desaliñado. El espacio es pequeño, dividido en dos salas con pocas mesas, lo que crea una atmósfera íntima y acogedora. El número de comensales crece gracias a su terraza a pie de calle, operativa todo el año. Así que, si piensas disfrutar de una velada aquí, mejor reserva con antelación.

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- Xemei
La carta es breve —cada vez valoro más la sencillez—, basada en el producto y la temporada, sin cocciones complejas que opaquen los sabores y con una interpretación personal de las recetas venecianas. Vayas cuando vayas, encontrarás una burrata impecable, un surtido de pescado Venexiano que querrás repetir —especialmente el baccalà mantecato— y una pasta fresca hecha a mano cuya aparente sencillez encierra bocados profundos, directos y honestos. Es el caso de los maccheroni freschi “Cacio & Pepe”, de sabor intenso, con una salsa de Pecorino cremosa y un toque ligeramente especiado. Para terminar, el tiramisú es una apuesta segura. También hay opciones de carne: cabrito lechal al horno o hígado a la veneciana. Todo ello puede acompañarse con un vino: la carta es amplia y con referencias bien seleccionadas de procedencias variadas.

- Surtido de Pescado Venexiano -
- Xemei
Esa exigencia en la cocina, palpable en cada detalle, contrasta con la cercanía y naturalidad del servicio. Es parte del sello de la casa y demuestra que la cortesía auténtica —sin protocolos excesivos— funciona. Xemei confirma que la honestidad culinaria aún existe y que los rankings no desvirtúan su esencia, sino que la subrayan. Porque Xemei no es solo un restaurante italiano en Barcelona: es un rincón del Véneto donde mandan la franqueza, el carácter y el sabor.
Precio Medio: Unos 50 euros
Ubicación: Passeig de l'Exposició, 85, Sants-Montjuïc, 08004 Barcelona