VALÈNCIA. No aparece entre las capitales de provincia con mayor renta del país, pero su nivel adquisitivo sí se sitúa al menos por encima de la media española. De hecho, y pese a que los ingresos de sus vecinos no están al mismo nivel que los de San Sebastián, Barcelona, Madrid o Girona, la ciudad de València tiene en torno al 36 % de su población viviendo en secciones censales que se encuentran entre el 25 % más rico de España, como la calle Jorge Juan o el entorno de la Porta de la Mar, y solo un 12 % habita áreas de baja renta, como algunas manzanas de los barrios de Rascanya, Benicalap o l’Olivereta.
Así lo revela la última actualización del Atlas de Distribución de Renta elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que proporciona los ingresos netos medios por persona en 2020 para las más de 36.000 secciones censales de España. Este nivel de desglose, el más detallado posible, se ofrece también dividido en cuatro tramos iguales según la renta, lo que permite conocer si un área está entre el 25 % con menos ingresos del país, tiene un poder adquisitivo medio-bajo o medio-alto, o figura entre el 25 % con mayor nivel económico.
En el caso de València, las zonas donde residen los vecinos con mayor renta neta anual se ubican, como sucede con otros indicadores económicos, en pleno centro de la ciudad, aunque desplazadas hacia los márgenes de Ciutat Vella y las primeras calles del distrito de l’Eixample. En este sentido, algunas de las manzanas con el tren de vida más elevado están en los límites de la Xerea, y quedan definidas por la plaza Tetuán y la de Porta de la Mar, por un lado, y el Paseo de la Ciutadella, por otro. Desde ese punto, y avanzando por la calle Colón, algunas de las vías perpendiculares que se cruzan con Cirilo Amorós, como Jorge Juan o Hernán Cortés, concentran también a varias de las rentas más elevadas de la ciudad, con más de 31.000 euros netos al año por persona.
Son, por tanto, calles que coinciden con el epicentro comercial y financiero de València, y esa influencia económica se deja apreciar incluso al otro lado antiguo lecho del río Turia, en el Pla del Real. En ese distrito, que en su conjunto es el que posee la renta más alta de València, se encuentran zonas, como las que cobijan a los bloques de viviendas más cercanos a Viveros, donde los ingresos anuales superaron también en 2020 los 31.000 euros netos por habitante.
En general, prácticamente todas las secciones censales del centro de la capital, desde su nacimiento en el barrio de Sant Francesc hasta avenidas más exteriores como Peris y Valero al sur o Blasco Ibáñez en el norte, figuran entre ese 25 % con mayor poder adquisitivo de España. En el distrito de Extramurs, por ejemplo, la manzana que queda enmarcada por la Gran Vía de Ramón y Cajal y la calle Jesús casi alcanza los 21.000 euros anuales de media por persona, una cifra todavía muy elevada dado que el INE no solo tiene en cuenta los ingresos percibidos en concepto de salario, sino que incluye en su cálculo a pensionistas o a quienes reciben prestaciones por desempleo, cuyos ingresos suelen inferiores.
En algunas áreas de gran nivel adquisitivo, no obstante, se producen también situaciones de contraste, como sucede en las calles más periféricas de Penya-roja. Este barrio, que en el último siglo ha demostrado ser un importante polo de atracción para las rentas altas y familiares, limita al este con la sección número dos del Grau, que posee una renta neta por persona de 8.888 euros, mientras que solo a unas calles, al otro lado de la vía Menorca, los ingresos crecen por encima de los 20.000 euros. En este sentido, el distrito de Poblats Marítims, en el que se halla el Grau, se encuentra entre los que poseen una menor renta por habitante de València, junto a Benicalap, Pobles de l’Oest o Rascanya.
Es precisamente en ese último distrito donde se condensan casi una veintena de secciones censales que aparecen entre el 25 % con menor renta del país, como la manzana que delimitan las calles de San Juan Bosco y Arquitecto Rodríguez, donde la media de ingresos por persona apenas supera los 7.322 euros al año. Esa es, por tanto, una de las zonas con menor renta de toda València, como también lo es el grupo de viviendas entre las calles Mondúver y Picayo, en Benicalap. Sin embargo, el grupo de calles con menos poder adquisitivo no se encuentra en el norte de la ciudad, sino en la sección 27 de l’Olivereta, donde no se alcanzan siquiera los 6.900 euros de media neta anual para sus vecinos.
Fuera ya de los límites de la ciudad de València, se aprecia cómo la mayor distancia del centro de la ciudad reduce los niveles de renta en los municipios del oeste y el suroeste, como Quart de Poblet, Mislata o Burjassot, hasta quedarse en muchos casos por debajo del 50% con más ingresos de España. Es algo que se aprecia también en las localidades industriales del sur, ya que por ejemplo Sedaví, Alfafar y Benetússer cuentan con muy pocas secciones con rentas altas. A pesar de ello, hay poblaciones donde se aprecian grandes contrastes entre barrios residenciales de alto nivel adquisitivo y zonas de muy escaso poder económico, como sucede en Paterna.
Allí, prácticamente rodeado de calles con elevados ingresos, se encuentra el barrio de la Coma, cuyas dos secciones censales no solo están entre las más bajas de toda la Comunitat Valenciana, sino que se encuentran entre el 1 % con menos renta de todo el país, con menos de 5.000 euros netos anuales de media por vecino. Justo unas vías más al norte, en cambio, ese volumen de ingresos se incrementa hasta superar los 21.000 euros, por lo que las desigualdades son más que evidentes. Del mismo modo, en Torrent existen grandes diferencias entre los poco más de 5.000 euros que se alcanzan en algunas zonas de su distrito número uno y las urbanizaciones y áreas residenciales del sur.
En el lado geográfico opuesto, municipios del norte del área metropolitana de València, como Alboraia, Vinalesa o Almàssera, presentan rentas más elevadas de forma generalizada. Además, en puntos de Rocafort o Bétera se hallan algunas de las secciones censales con mayor renta de la Comunitat Valenciana, como ocurre en Santa Bárbara (Rocafort), donde los ingresos medios anuales superan los 27.000 netos por persona.
A un nivel autonómico, y pese a que València se encuentra entre el grupo de localidades que pertenecen al 25 % más rico de España, en realidad poco más de cuarenta poblaciones de la Comunitat pertenecen a ese tramo de renta. La mayoría de municipios valencianos, un 44,6 %, son de ingresos medio-bajos, a la vez que un 23 % de ellos están entre el 25 % más pobre del país. De hecho, solo cinco regiones, como son Castilla-la Mancha, Canarias, Murcia, Extremadura y Andalucía, tienen un mayor porcentaje de localidades entre las de menor renta del Estado.
En este sentido, y si se analiza el mapa municipal de la renta, se aprecia cómo Valencia y muchas localidades de su área de influencia están entre las áreas que poseen una renta alta, como ocurre también en el caso de Castelló con Benicàssim o Borriol. También la comarca de els Ports es una zona con rentas elevadas, mientras que justo en el extremo opuesto, en el Baix Segura, todas las poblaciones están entre el 25 % con menor renta del país.
La provincia de Alicante es, de hecho, la que peor parada sale de las tres valencianas, ya que ni siquiera su capital, que arroja una renta neta media anual de 11.676 euros por habitante, logra situarse al menos entre las localidades con ingresos medio-altos. En Valencia, otras áreas que presentan una situación de bajo poder adquisitivo son las comarcas del Rincón de Ademuz y la Plana de Utiel-Requena.
En cuanto a otras comunidades, el País Vasco es la autonomía con más municipios entre las rentas altas, con un aplastante 88,8 %, muy por delante de Cataluña, que posee un 49,1 %. También la Comunidad de Madrid y Asturias presentan porcentajes muy elevados, y en otras regiones, como en Baleares y Aragón, un amplio número de localidades están al menos entre el 50 % con mayor renta del país.