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Juan Morote, nuevo rector de la Universidad Europea

“Las universidades no deben ejercer una postura beligerante contra la Administración”

4/06/2016 - 

VALENCIA. Peso pesado de la Universidad privada en el ámbito valenciano. Hace un mes que la Universidad Europea anunciaba el nombramiento de Juan Morote como nuevo rector. Sustituía en el cargo a José Enrique Fernández del Río, quien estuviera al frente de la institución desde su implantación. Pero no se trata, ni mucho menos, del primer cargo de responsabilidad de Morote: fue vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia, además de gerente y vicerrector de Planificación Estratégica y Calidad de la Universidad Católica de Valencia. De esta última casa tuvo una abrupta salida en 2014.

Doctor en Derecho y MBA Executive, los últimos dos años ha permanecido volcado en el ámbito de la consultoría, pero regresa con ánimos renovados al ring eduativo. “Me pareció que era el momento perfecto para volver, ya que es el sector donde he estado toda la vida desde que acabé la carrera y me doctoré”, asegura. Y eso, pese a que soplan tempestades en dirección a su territorio: las relaciones entre el Gobierno autonómico y la educación privada no están en el mejor momento, hasta el punto de haber limitado la realización de prácticas en hospitales y haber denegado las becas para el alumnado, temas que el nuevo rector de la Europea prefiere abordar “con la mano tendida”.

- Acaba de desembarcar en la Universidad Europea, ¿qué retos se plantea?
- El reto fundamental es ponerla en el sitio que le corresponde dentro de Valencia. Que alcance el nivel de notoriedad y de implantación que debería tener. Todavía es una Universidad muy joven, con cuatro años de implantación, mientras que el resto de centros privados son entidades educativas de largo recorrido. Se han hecho las cosas estupendamente hasta ahora, pero hay que seguir igual o mejor.

- Ha pasado también por la Católica de Valencia y el CEU. ¿Cuál cree que es el punto fuerte de la Europea frente a su competencia?
- Son proyectos diferentes. La Universidad Europea tiene características propias, como estar volcada en la internacionalización o haber logrado unos índices de empleabilidad altísimos de más de un 90%. También tenemos una metodología muy distinta.

- Llega en un momento en el que la Administración valenciana y la educación privada mantienen una tensa relación. ¿Cómo ha pensado gestionarla?
- La Generalitat tiene su papel, que es intentar organizar de la mejor manera posible los recursos públicos, y nosotros tenemos el nuestro, que es centrarnos en trabajar y hacer todo lo que podamos con los recursos privados de los que disponemos. No recibimos ningún tipo de subvención y somos totalmente independientes de ellos.

- ¿Tiene previsto reunirse con el conseller de Educación, Vicent Marzà?
- Desde luego. Todavía no he tenido tiempo, pero espero hacerlo cuanto antes. Hablaré con Marzà, siempre con la mano tendida y buscando la colaboración. Seguro que hay muchos espacios donde la Generalitat valenciana y la Universidad Europea pueden colaborar: ciclos formativos, mapa de titulaciones, sectores productivos… Y no solo se trata de hablar con la Conselleria de Educación, también de Industria o de Sanidad.

“Hablaré con Marzà, siempre con la mano tendida y buscando la colaboración”

- ¿Les sacará el tema de por qué han anulado los convenios de prácticas que las universidades privadas tenían con los hospitales públicos?
- El único conocimiento que tengo del tema es por la prensa, pero todavía no he visto la orden concreta de la Generalitat y desconozco los términos en los que está redactada. Esperaré a ver el documento oficial. Mientras eso no suceda, la Universidad Europea no se va a pronunciar sobre el tema, esperaremos a ver qué pasa finalmente.

- Entonces, ¿cree que van a recular?
- Es una primera medida que se ha tomado. El Gobierno tendrá sus razones para haberla adoptado, las cuales desconozco, pero seguro que nadie hace las cosas porque sí. Creo que se podrá matizar, explicar, y al final las cosas no serán cómo parecen. Nosotros tenemos muy pocos estudiantes en centros públicos, la mayoría están en privados, pero es verdad que sí tenemos algunos y no creo que haya problema con que continúen.

- El Consell también ha anulado las becas para los alumnos de las universidades privadas, ¿cómo valora la medida?
- Al final creo que es un problema de asignación de recursos. La Generalitat se encuentra con las arcas totalmente vacías, con un déficit de financiación en la Comunitat importante, y a partir de ahí intenta ordenar los fondos como mejor puede. Yo no tengo mucho más que decir, porque bastante faena tiene ya de por sí el conseller.

“CLARO QUE ME GUSTARÍA QUE HUBIERA BECAS PARA TODOS, PERO LOS RECURSOS DE LA ADMINISTRACIÓN SON LIMITADOS”

- Pues a los estudiantes de la privada, sus estudiantes, no les hizo ni la menor gracia.
- Hombre, claro que me gustaría que hubiera becas para todos, transporte público para todos… pero los recursos de la Administración son limitados. Seguro que esta postura también se puede replantear, que es algo coyuntural en función de la situación, y en el momento en el que los recursos dejen de ser escasos todo cambiará.

- ¿Se unirá a la queja formal planteada por la Universidad Católica?
- No –rotundo–. Creo que las universidades no deben ejercer una postura beligerante contra la Administración. Nosotros debemos formar estudiantes, no hacer política. Así que desde la Europea no vamos a entrar en ninguna polémica con ningún Gobierno.

El coste de excelencia

- Sus tasas universitarias se encuentran entre las más caras del sector privado. ¿Solo se dirigen a gente de un nivel adquisitivo alto?
Tenemos nuestra propia política de becas y de ayudas, lo cual hace que no solo nos estemos dirigiendo a un alumnado de un poder adquisitivo determinado. Lo que buscamos es capturar talento y que los mejores se formen con los mejores. Pero es evidente que ofrecemos un producto diferenciado, y eso tiene un precio mayor.

- ¿Diferenciado en qué sentido?
Trabajamos de una manera diferente. Nosotros sí hemos implantado el auténtico espíritu de Bolonia. Apostamos por la metodología interactiva. El aula se ha convertido en un espacio colaborativo, donde el conocimiento no se transmite, sino que se descubre e infiere. Tenemos grupos más reducidos, de 25 o 30 alumnos, y eso hace que las tasas sean más altas. Si el grupo es más pequeño, si se dedican más horas a las prácticas, si se preparan un montón de ejercicios y se destinan un montón de recursos docentes, eso tiene un coste. También es verdad que la formación va a ser mucho mejor.

“Es evidente que ofrecemos un producto diferenciado, y eso tiene un precio mayor”

- Entonces, ¿los alumnos de la privada salen mejor preparados pública?
Yo solo hablo de la mía –ríe–, del resto no. Aspiro a que los alumnos de la Universidad Europea sean los mejor preparados de la Comunitat.

- En la privada, quien paga, ¿aprueba?
- Yo no conozco la renta de ninguno de mis estudiantes, ni los profesores tampoco. Hay un alto porcentaje de alumnos extranjeros, y ni siquiera sé de qué familia son. Aquí saca mejores notas el que más se lo trabaja

- ¿Diseñan su oferta académica atendiendo a la demanda del mercado?
- Siempre hay dos factores. La demanda es uno de ellos, como es lógico, porque no vamos a ofertar titulaciones que no interesen a nadie. Pero también está la excelencia. Hay titulaciones en las que, a lo mejor tenemos poca demanda, pero sabemos hacerlo muy bien. Por ejemplo, Arquitectura, con grupos súper reducidos. Pues resulta que dos ex alumnos de la Universidad Europea están trabajando con Norman Foster.

- Sabe que determinados sectores profesionales, como el de los odontólogos, claman contra las facultades privadas porque el mercado no abarca más profesionales.
- En parte puede estar justificado, y en parte no. Entiendo la preocupación de los colegios profesionales, y de hecho voy a reunirme con el presidente del colegio de odontólogos mañana mismo. Haré lo propio con el resto de sectores que nos atañen. Es un temor comprensible, pero también es cierto que nuestros estudiantes no se van a quedar trabajando por la zona necesariamente. Repito que muchos son extranjeros.

“Entiendo la preocupación de CIERTOS colegios profesionales, pero nuestros estudiantes no se van a quedar EN la zona necesariamente”

- ¿Es partidario de los sistemas de control externo de las universidades?
- Ahora mismo la universidad tiene más controles externos que nunca antes en la historia española. Y pienso que todavía debería haber más. Nosotros estamos sucritos a modelos de calidad de distintas empresas norteamericanas que nos evalúan constantemente porque necesitamos tener indicadores objetivos de que lo estamos haciendo bien.

- ¿Unos buenos resultados en las evaluaciones y el ascenso en los ránkings de universidades repercute en la subida de las tasas?
- No, es algo que realmente sirve para mejorar. Además de destacar lo mejor, también ponen de manifiesto los puntos débiles que tienes y eso te lleva a corregirlos para el año siguiente. Al final eso se traduce en calidad educativa.

- Al inicio planteaba como reto la notoriedad, ¿y por ende el crecimiento?
Queremos que los valencianos vean la Universidad Europea como una opción más dentro del sistema valenciano y le tengan el mismo aprecio que al resto. Esto no se ha conseguido porque solo tenemos cuatro años, pero lo vamos a conseguir. Incrementar nuestro volumen de titulaciones significaría que vamos por el buen camino, pero ten en cuenta que ahora va a salir nuestra primera promoción. Otro mensaje es que queremos mostrarnos abiertos a colaborar con todo el mundo en cualquiera de los ámbitos: desde la Arquitectura, la Sanidad, el Derecho… Y sí, claro, también con la Administración.

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