VALÈNCIA. La nueva producción de la compañía Taiat Dansa, ‘Juegos de Bauhaus’, sumergirá estos próximos 21 y 22 de diciembre al público infantil del TEM en el juego y en las vanguardias.
El fin de semana previo a la Navidad, los niños y las niñas accederán al teatro y se adentrarán, como en una aventura, en una puesta en escena que les irá desvelando los misterios del número tres y su carga de significados. Una exploración de las formas básicas -esfera, cubo y pirámide– y de los colores amarillo, rosa y negro.
A partir de la pieza para adultos de la compañía ‘TRES de Ballet Triádico’, las directoras de Taiat Dansa, Meritxell Barberá e Inma García, plantean en ‘Juegos de Bauhaus’ un recorrido por el arte, la artesanía, el diseño y la arquitectura inmersiva con la participación de la audiencia infantil.
Guiados y guiadas por las intérpretes de la pieza, con reminiscencias de la coreografía original, un nuevo personaje surgirá para guiar a la audiencia infantil por los distintos espacios. A través del juego, los niños y las niñas serán protagonistas del movimiento y descubrirán imágenes e ideas que los acercarán al arte y a los principios de la histórica escuela de arte y diseño Bauhaus y su filosofía.
La pieza recupera las posibilidades y la revolución visual, estética, espacial y performativa del ‘Ballet Triádico’ del ideólogo de la Bauhaus Oskar Schlemmer. Este icónico espectáculo, presentado por primera vez en 1922, desafió las convenciones del ballet clásico y modernizó el concepto del movimiento escénico, combinando arte, geometría, diseño y tecnología.
En esta creación centenaria, considerada una de las creaciones de danza más relevantes del siglo XX, los bailarines se transforman en figuras abstractas que parecen esculturas en movimiento, llevando al límite los límites de la expresión humana.
Las coreografías no solo exploran la relación del cuerpo con el espacio, sino que también dialogan con las innovadoras formas tridimensionales de los trajes, concebidos como obras de arte por sí mismos.
El título del ballet refleja su enfoque tripartito: tres actos, tres bailarines y tres colores predominantes, que simbolizan diferentes emociones y atmósferas. Cada acto explora un universo estético propio, desde lo burlesco y juguetón hasta lo formal y ceremonial.
Schlemmer concibió este ballet sinfónico como un laboratorio artístico donde se exploraba la síntesis de diferentes disciplinas: danza, escultura, pintura y diseño industrial. Su influencia sigue siendo palpable en el arte contemporáneo, la moda y el teatro experimental más de un siglo después de su creación.