VALÈNCIA. La voracidad musical de Koko-Jean Davis, vocalista afro-catalana nacida en Mozambique pero residente en Barcelona, se puso a prueba durante la pandemia, pero está saliendo de ella con más hambre y ritmo que nunca. En su nueva aventura con The Tonics, formación con la que ya había puesto patas arriba la escena soul y rhythm’n’blues barcelonesa años atrás, han cambiado su hábitat natural del directo (pese a haber actuado más de 25 veces desde que acabó el confinamiento) potenciando el del estudio de grabación, gestando sus dos primeros EPs en 2020: Hairwhip (Do The Do) –publicado justo antes de la pandemia – y Please Mr. Milton, ambos producidos por Dani Nel.lo. Ahora presentan Shaken & Stirred, un flamante álbum de debut con grandes dosis de soul, blues y rock’n’roll, todo envuelto en el espíritu musical de Nueva Orleans. Es decir: Koko-Jean & The Tonics en estado puro.
Todas las tradiciones musicales de las que bebe la banda quedan expuestas en Shaken & Stirred. Su primer adelanto, Pattin' Juba, es un revival de un folklore afro-americano que empieza funky groove y se va acelerando hacia un ritmo alegre de góspel. Este tema nos revela las raíces del swampy blues y del claqué, recuperando la referencia a una forma de danza con la que purgaban sus males los esclavos, y ahondando de paso en el blues aricano. Por el contrario el segundo, Never Said No, su canción más “pop”, abraza ritmos de rock’n’roll sesentero al estilo yeyé, sin que eso le reste un ápice de carisma y de esa actitud soulera que ha hecho célebre a Koko-Jean y su tropa. Es fácil imaginar que New Orleans bebe directamente del inconfundible riff de guitarra a lo Bo’ Diddley. Es un second line inspirado por el Mardi Gras de la gran ciudad de Louisiana. Y temas como Hard To Say Goodbye, donde Koko-Jean registra su primer dúo con la voz de Víctor Puertas en homenaje al bluesman barcelonés recientemente fallecido Amadeus Casas, y Leaving Trunk, versión del mítico tema del gran Taj Mahal, exudan blues por los cuatro costados.
No faltan guiños temáticos románticos y a la vez reivindictivos en Shaken & Stirred. Practice What You Preach trata sobre una persona que está atrapada en una relación controladora, pero cuya pareja es menos que perfecta; y What You Mean to Me, en forma de preciosa y desgarradora balada entre el blues y el rock progresivo de los 70, es en realidad una carta de amor agradeciendo a los ex por el crecimiento emocional a pesar de la experiencia tumultuosa, pero confesando que por fin se ha liberado del dolor porque le ha perdonado. Por otra parte, temas como From the Country to the City y Movin’ On reflejan el poder de la perseverancia y la lucha por un futuro mejor para la sociedad. La primera, sobre un trasfondo muy dixie y country-góspel, cuenta la historia de una chica negra de campo que sueña con emigrar a la gran ciudad para vivir la rebeldía del rock’n’roll. La segunda, en cambio, es una canción protesta que recuerda las manifestaciones del año 1968 en Estados Unidos contra la Guerra de Viet-nam y las injusticias sociales y raciales de aquellos tiempos y del presidente. Construida en base a un patrón de blues 6/8 e inspirada en una canción de Sharon Jones, adapta el poema I Look At The World del histórico activista y escritor afroamericano Langston Hughes.