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El presupuesto del Ayuntamiento de València crece moderadamente y acusa el contexto

La crisis y otras 'cargas' ya afectan a las cuentas de València: freno en inversión y reducción de deuda

Borja Sanjuan y Joan Ribó en los presupuestos municipales de 2023 del Ayuntamiento de València
15/11/2022 - 

VALÈNCIA. Los presupuestos municipales del Ayuntamiento de València crecerán en 2023 hasta su cifra más alta. Pero lo harán de manera moderada: un 3,16% hasta los 1.043 millones, como publicó Valencia Plaza. Y con un frenazo a la tendencia sostenida en los últimos años, creciente en el apartado de inversiones y decreciente en la deuda municipal. Lo que evidencia que las cuentas municipales, elaboradas por Compromís y PSPV, empiezan a acusar el contexto económico y social.

El presupuesto del próximo ejercicio presentado este lunes por el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, sube 32 millones de euros respecto al de 2022. Pero eso sí, no lo hará por un incremento de las inversiones, cuyas partidas entre unas cosas y otras se reducen un 1,8% respecto al año anterior, pasando de 137,6 millones de euros a 135,2 para el año que viene.

"Mantener el esfuerzo inversor es una de las prioridades del gobierno municipal para continuar mejorando nuestros barrios y pueblos y favorecer la actividad económica", señaló el alcalde, quien junto al edil de Hacienda puso el presupuesto en un contexto de inflación y crisis energética. Se trata, de esta manera de una reducción sensible que evidencia una congelación en el ritmo inversor municipal tras varios años de tendencia expansiva.

En 2022, por ejemplo, ha habido una subida presupuestaria muy importante del 43,1% en materia de inversiones, y el año anterior -pospandemia- el crecimiento fue del 14,2%, gracias en buena parte a la inyección de fondos europeos y de los planes de recuperación. Pero antes del estallido de la crisis sanitaria, también se registraron subidas como el 7,1% en 2020 o el 11,4% el año anterior. También el pasado mandato.

Foto: KIKE TABERNER

Además, hay que tener en cuenta que un trozo nada desdeñable del pastel de las inversiones del próximo año se destinará exclusivamente al primer pago de las obras del soterramiento de las vías y el canal de acceso, que el Ayuntamiento debe financiar al 25%. Una suerte de 'carga' a la que hacer frente y que en 2023 asciende a 31,4 millones de euros, más del 23% del total de inversiones municipales.

De esta manera, el Ayuntamiento destaca entre las nuevas inversiones 5,8 millones para el Pla Edificant en colegios financiado por la Generalitat, otros 3,7 para acabar la rehabilitación del Palau de la Música, 16 para la red de saneamiento, 5,2 millones para el nuevo polideportivo en una de las naves del Parque Central o 3,9 para un centro de servicios sociales en otra nave y un centro municipal en Benicalap. Además de actuaciones en bomberos (3,9 millones), l'Albufera (1,9 millones) o parques y jardines (1,5 millones).

Asimismo, con los fondos Next Generation se financiarán 14,5 millones para la instalación de 274 cámaras para controlar la futura Zona de Bajas Emisiones que debe estar en marcha antes de acabar el próximo año, así como para nuevos carriles bici y obras de accesibilidad. A lo que se sumaría una partida de 2,4 millones para puntos de recarga de vehículos eléctricos y placas solares en mercados municipales. Entre otras cosas.

La reducción de la deuda se estanca

Para mantener cierto ritmo inversor en un contexto delicado, y dado el estancamiento de la recaudación -sube un 0,07%-, el Ayuntamiento tendrá que recurrir a préstamos bancarios por 35 millones de euros. Y como amortizará otros 37, la reducción de la deuda será de apenas dos millones, una cantidad mínima en comparación con la senda que había mantenido el Ayuntamiento de València desde 2013, saneando las cuentas a una media de 83 millones de euros anuales hasta la pandemia.

El Plan de Ajuste impuesto por el Gobierno central de Mariano Rajoy en 2012 para solucionar el problema de 964 millones de deuda del Ayuntamiento permitió reducir de manera considerable los pasivos hasta 2018, cuando el Ayuntamiento se libró de la 'tenaza' presupuestaria cuatro años antes de lo previsto, y siguió la tendencia hasta 2020. Durante esos ocho años, se amortizaron más de 666 millones de euros.

Foto: EDUARDO MANZANA

Con la pandemia, la curva fue aplanándose y entre el año de la pandemia y 2022, el ritmo de saneamiento ha sido mucho menor, de unos 32,3 millones cada año de media. Pero el año que viene, esta tendencia casi va a quedar congelada, al reducirse la deuda apenas dos millones. Se prevé acabar el año próximo con 230 millones de deuda consistorial.

Subida en personal, energía y otras 'cargas'

Así las cosas, si el incremento presupuestario municipal no se debe a las inversiones, ¿a qué se debe? El Ayuntamiento de València, como otras administraciones, va a tener que hacer frente a la inflación: a la subida de los costes de suministros, de la energía y también de los materiales y los salarios. Por ejemplo, uno de los principales capítulo de gasto, el de personal, subirá un 4,4% -14,3 millones- hasta los 338,8 millones de euros para hacer frente a nuevas contrataciones y a la subida salarial de los funcionarios, sumada al plus por aplicación de la carrera funcionarial.

Por poner otros ejemplos, los costes de la energía se dejan notar y mucho en la factura municipal: se dispara un 41,6% el gasto en alumbrado público hasta los 12,2 millones de euros -3,6 más que en 2022-; y también el coste de la luz en edificios públicos, que sube un 76% hasta los 7,5 millones -3,2 más-. Otro ejemplo, la limpieza y recogida de basuras sube un 7,5% hasta los 86 millones -6 más-.

A ello habrá que sumar otras 'cargas' que el consistorio tendrá que asumir el próximo año. Una de ellas es el pago del impuesto estatal por el uso de vertederos, un tributo que el Ayuntamiento de València asumirá por primera vez para que no lo paguen los vecinos. La partida asciende a 4,6 millones de euros. Y a ello habrá que sumar los 3 millones de euros que el consistorio tiene previsto para asumir por completo, al menos temporalmente, la gestión de La Marina una vez el consorcio que la dirige se extinga el próximo año.

"Equilibrio financiero"

Ribó celebró ser la primera gran ciudad que presenta sus presupuestos: "Las cosas las podemos cuadrar y las cuadramos y funcionan de forma adecuada", señaló el primer edil, gracias al "equilibrio financiero" y a una "gestión eficiente y honrada" durante "siete años", aseveró. Y explicó que las nuevas inversiones se hacen con "la congelación de los tipos de todos los impuestos y tasas municipales".

Así, el alcalde y el edil de Hacienda, Borja Sanjuán, celebrbaron "el presupuesto mejor dotado de la historia" del consistorio y resaltaron que se aprueba "en un contexto económico que no es expansivo sino delicado y preocupante". De hecho, recalcaron que parte de los gastos suben para "hacer frente al incremento generalizado de precios" y "continuar dando el mismo servicio a la ciudadanía".

"Insensibles"

El PP en el Ayuntamiento de València calificó de "insensibles" los presupuestos, con "áreas olvidadas" en las que hay "disminución de gastos", mientras que Cs cecnsuró su "insuficiencia" para actuar "en los tres grandes problemas de los valencianos: vivienda, limpieza y seguridad".

La portavoz del PP en el consistorio, María José Catalá, denunció que entre las áreas que "sufren una disminución de gasto" están Policía Local (-10%), Vivienda (-34%), Comercio (-35%) y Jardinería (-3%), Emergencia Climática y Envejecimiento Activo (-11%)". Por lo que indicó que el alcalde "termina un ciclo" con estos presupuestos, unas cuentas que "vuelven a nacer de espaldas a la difícil situación económica" actual al negarse "sistemáticamente a bajar impuestos mientras los vecinos no pueden hacer frente a las facturas".

Por su lado, el portavoz de Cs, Fernando Giner, reprochó al gobierno municipal que "a las principales preocupaciones de los valencianos: vivienda, seguridad y limpieza" destine partidas que "son más que insuficientes", y destacó "la caída de un 23%" en vivienda con respecto a 2022. Igualmente, manifestó que las partidas para limpieza y seguridad "dejan mucho que desear". "En limpieza solo aumenta el presupuesto un 3,6% respecto al año anterior" aunque "es una de las principales quejas de los vecinos" y señaló que en seguridad "otra vez" se tira "por lo bajo".

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