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la recaudación por impuestos se estanca

El presupuesto de València crecerá un 3% gracias a las transferencias del Estado

26/10/2022 - 

VALÈNCIA. En un contexto de estancamiento económico, los presupuestos del Ayuntamiento de València continuarán su senda expansiva sostenida durante los últimos años pese a la pandemia y el panorama inflacionista. Las cuentas del consistorio, gobernado por Compromís y PSPV, seguirán creciendo en 2023, aunque esta vez de manera sensible: subirá un 3,16% hasta alcanzar casi los 1.043 millones de euros.

En términos absolutos, el consistorio proyecta una subida de casi 32 millones de euros sobre los 1.011 millones que presupuestó en las cuentas de 2022. De esta manera, como ocurrió ya en el año post-pandemia (2021), cuando el presupuesto creció apenas un 2%, el contexto obliga al gobierno municipal a frenar la expansión de las cuentas, pero evitará una merma presupuestaria especialmente gracias a las inyecciones de otras administraciones, y en gran parte del Gobierno central.


Según las previsiones de ingresos realizadas por la concejalía de Hacienda, que dirige el socialista Borja Sanjuán, el panorama para el año que viene será el siguiente: la recaudación por impuestos y tasas prácticamente se estancará y serán las transferencias externas, donde se incluyen los fondos europeos, las que tirarán del carro presupuestario en un contexto complejo, en el que además también aumentará sensiblemente la suscripción de deuda.

Así pues, los ingresos impositivos subirán apenas 360.000 euros (0,07%) hasta los 502,2 millones. Pero no por la partida de los grandes impuestos como el IBI, el impuesto de vehículos, el IAE, las plusvalías o el impuesto de construcciones, cuyo saldo global será de 750.000 euros en negativo. Sino por el tirón de las tasas municipales y precios públicos, donde se incluye la recaudación de la ORA y otras tasas como la de licencias, alcantarillado, cementerios o mercados, que subirá más de 1,1 millones de euros.

Hay que recordar que el gobierno municipal ya había anunciado que no se tocarán los impuestos municipales, ni al alza ni a la baja. La última reforma fiscal se aprobó en 2019, a principios de mandato, para subir diferentes gravámenes como el IBI, el impuesto de obras (ICIO), la tasa de alcantarillado, el impuesto de vehículos o la tasa de terrazas -bonificada durante la pandemia-. Y desde entonces el nivel impositivo se ha mantenido grosso modo.



Donde el gobierno local, dirigido por Joan Ribó, prevé un subidón de ingresos es precisamente, como se ha comentado, en las inyecciones externas: las transferencias corrientes y de capital. En 2023, estas partidas crecerán 25,7 millones de euros (5,5%) hasta los 490,7 millones. Aquí entran transferencias directas de la administración central -para ponerlo en contexto, el año pasado supusieron casi el 90% del total corriente-, de la Generalitat y otros organismos. Y también programas como los fondos eurpeos Next Generation para realizar inversiones y el Pla Edificant.

El próximo año también aumentará la deuda adquirida por el Ayuntamiento de València. Así, si en 2022 tuvo líneas de financiación bancaria por valor de 32 millones de euros, el próximo año, esta partida aumentará hasta los 35 millones, un 9,3% más. Aunque esto no significa necesariamente que tenga que aumentar la deuda total que tiene el Ayuntamiento, pues el próximo año también vencerán otros títulos, según fuentes de la concejalía de Hacienda, por un valor similar a los que se adquieren, aunque esta cifra se desconoce todavía.



La ciudad con menor deuda per cápita

Este martes, la vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, expuso los datos del último boletín estadístico del Banco de España sobre la deuda de las administraciones públicas del segundo trimestre de 2022, según el cual València es la gran ciudad española con la menor deuda por habitante y la segunda con menor deuda financiera.

En el documento del Banco de España, València aparece con una deuda de 252 millones dentro del apartado de las ciudades de más de 500.000 habitantes. Sólo Sevilla se ubica por debajo de la deuda de València con 238 millones, pero en el ratio de deuda por habitante la capital valenciana es la gran ciudad que registra el mejor índice.

Así, informa, frente a los 319 euros por habitante a los que se reduce la deuda de València, la de Madrid, Zaragoza y Málaga, todas ellas gobernadas por el PP, se dispara hasta los 576, 945 y 464 respectivamente. Barcelona, por su parte, registra una deuda por habitante de 483 millones de euros y Sevilla de 348.

"A la ciudad de València le sientan bien los gobiernos socialistas frente al despilfarro de los gobiernos anteriores del PP, que dispararon la deuda municipal por encima de los 1.000 millones de euros y arruinaron este ayuntamiento, que incluso fue intervenido por Montoro con un plan de ajuste", señaló Gómez.

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