La comisión de investigación en su primera reunión. Foto: KIKE TABERNER.VALÈNCIA. Quién debía hacer qué y si realmente lo hizo. Ese es el interrogante fundamental para depurar responsabilidades directas en el caso del fraude de cuatro millones de euros perpetrado contra la EMT de València. Y esas son preguntas que se harán a lo largo de las sucesivas comparecencias de la comisión de trabajo creada para tal efecto, y cuya organización ya ha generado la primera gran crisis en el seno del gobierno municipal de PSPV y Compromís.
Se trata así de uno de los puntos clave sobre el que la oposición ha pedido ya un amplio catálogo de información. La documentación que ya se conoce, deja en el aire numerosas cuestiones que deberán ser resueltas. Y es que, según los correos electrónicos cruzados entre la trabajadora ahora despedida, Celia Zafra, los presuntos defraudadores, y el banco, Caixabank, hubo una directiva de la empresa, la jefa de Gestión, María Rayón, que sí recibió correos procedentes de la entidad bancaria a partir del 17 de septiembre, casi una semana antes de que se descubriera el fraude.
Sin embargo, esta empleada se encontraba de baja maternal, tal y como han corroborado varias fuentes de la empresa, por lo que resultaría comprensible que no hubiera atendido al correo electrónico de la EMT durante este período. Ahora bien, la pregunta que surge a continuación es si había algún otro directivo que asumiera sus funciones mientras estaba inoperativa. Nadie hasta el momento ha podido resolver esta duda, pero la presidenta de la comisión de trabajo, la edil socialista Elisa Valía, rompió el silencio que el resto de dirigentes de Compromís han impuesto hasta el momento y respondió al respecto.
Valía negó que existiera ningún archivo donde esté reflejado que la mencionada directiva tuvo un sustituto durante su ausencia. "No hay ningún documento que recoja una decisión concreta sobre quién asumía las funciones de la señora María Rayón", sostuvo la edil socialista ante preguntas de los periodistas. Y es que, en el informe elaborado por la propia EMT acerca de los protocolos de control de los pagos y la contabilidad, tampoco se explicita que hubiera alguien que tuviera que asumir sus funciones en caso de baja o época vacacional.
Lo cual, por otro lado, corroboraría que no hubo ningún sustituto de Rayón en su ausencia, dado que el documento sí que explicita cuál es el sistema de sustitución en las funciones concretas de comprobación bancaria. Este procedimiento, que presumiblemente era diario, correspondía a trabajadores de rango inferior al equipo directivo, pero quien asumía las funciones en caso de baja o de vacaciones, "siempre es su superior (el director de Administración -Celia Zafra-)". En este caso, sí que está explicado detalladamente quién debía asumir las funciones de revisión. No así con las funciones de María Rayón.
La segunda reunión de la comisión de trabajo creada en el seno de la EMT y conformada por el Consejo de Administración aprobó este miércoles quiénes serán los primeros en ser llamados a desfilar por la segunda planta de la sede de la empresa municipal. Los tres primeros serán llamados para acudir el próximo 30 de octubre, y son la exjefa de Administración, despedida fulminantemente, Celia Zafra; el presidente de la EMT y edil de Movilidad, Giuseppe Grezzi; el gerente de la empresa, Josep Enric García.
También están apuntados en la lista para próximas reuniones la jefa de Gestión, María Rayón; cinco empleados de la entidad bancaria que tramitó los pagos, Caixabank; la asesora jurídica de la EMT, Virgina Álvarez; la jefa de Finanzas, Esmeralda Aparisi, cuyas funciones también se desconocen; así como un representante de Bankia, donde la empresa tiene otras cuentas.
Tendrán lugar dos sesiones al mes de unas dos horas aproximadamente. Los llamados a declarar deberán acudir siempre de forma voluntaria, como en el caso de las comisiones de investigación creadas en el Ayuntamiento, y está por ver si Grezzi podrá asistir a aquellos encuentros en los que comparezcan empleados de la empresa, después de las discrepancias mantenidas este miércoles.
El concejal del PP y consejero de la EMT Carlos Mundina lamentó a la salida de la comisión que ésta no haya aprobado sus propuestas de comparecientes, que incluían al alcalde de València, Joan Ribó, como presidente del Ayuntamiento, y al concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Pere Fuset, puesto que es quien "lleva el servicio y todas las tecnologías".
"Entendíamos que su participación -la de Fuset- debería ser esclarecedora por la tardanza que venimos denunciando de la Plataforma integral de Administración Electrónica (PIAE), que seguro que hubiese dotado mayor seguridad", expresó Mundina. Una cuestión que los socialistas rechazaron porque el alcalde ya comparecerá este jueves en el pleno extraordinario sobre esta situación.
"Queremos que la comisión se desarrolle con el máximo rigor y que se respete el trabajo, no queremos teatros ni ruido innecesario porque va en detrimento del rigor y la calidad", manifestó el PSPV, para apostillar que la comparecencia tanto de Ribó como de Fuset, así como otras propuestas que había para que comparecieran la vicealcaldesa Sandra Gómez "no aportaban nada".
El representante de Ciudadanos en el consejo, Narciso Estellés, denunció que se hubiera "prohibido" hacer "ruegos y preguntas", por lo que señaló la decisión de convocar un consejo extraordinario "para resolver esas dudas que han quedado fuera de resolución". "Creo que estamos en una situación muy grave y que no se aclaren aspectos de la gestión de la empresa me parece gravísimo", insistió.
Por su lado, el concejal de Vox en el Ayuntamiento, Vicente Montañez, sostuvo que Grezzi actúa "con muy poca transparencia" y opinó que se están "vulnerando" los derechos de los miembros consejeros de la Comisión: "Se nos está negando el derecho que tienen todos los ciudadanos de que se tomen las medidas oportunas", apuntó al respecto.
