VALENCIA. Apenas quedan unos meses para que se cumpla el 20 aniversario de la declaración de la Lonja como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el gran símbolo de una ruta de la seda de la que Valencia se ha convertido en capital para 2016. Sin embargo, ésta no pasa sólo por el cap i casal y tiene repartidas por el área metropolitana auténticas joyas que mantienen viva la llama de la tradición. Prueba de ello: la fábrica Garín de Moncada, en activo y con un proyecto para resultar en museo, eso sí, a la espera de materializarse.
La Diputación de Valencia concedió al municipio en 2014 una subvención de 55.000 euros para rehabilitar la estructura y la cubierta de la histórica fábrica y poner freno así a las filtraciones de agua, entonces propiedad de la empresa Hermanos Garín y que fue comprada por el ayuntamiento a través de una permuta con el fin de habilitarla como futuro museo.
La colección está compuesta por unas 7.000 piezas entre maquinaria, espolines, herramientas, bocetos de finales del siglo XVIII, dibujos, cartones y una amplia documentación, además de once valiosos telares Jacquard del siglo XIX. Desde un punto de vista arquitectónico, el edificio está dividido en tres partes: una sección de telares, otra de telares con lanzadera y otra de 'pinçà'.
La tradición de la seda en Moncada no se queda exclusivamente en la fábrica Garín, fundada en 1820 tras 81 años en activo. "El comercio se ve reducido a la exportación de seda y otros frutos sobrantes en Valencia” explicaba Pascual Madoz en su 'Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar' (1850).
Tras pasar por varias manos, fue la familia Garín que convirtió el espacio, antes conocido como 'fábrica del Capell', en una de las grandes compañías creadoras de brocados y espolines. Durante el XIX, catedrales, conventos y las más importantes iglesias hicieron numerosos encargos a la empresa. Actualmente, pueden encontrarse piezas elaboradas por la casa en los Museos Catedralicios y Conventuales de toda España.
Sin embargo, a pesar del gran valor del espacio, su proyecto de musealización parece no avanzar, un plan que desde las asociaciones Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, la Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano (APIVA) y la Plataformad´Acció Patrimonial de l´Horta Nord piden siga dando pasos adelante.
Estas entidades explican que lo primero que se tiene que hacer es declarar los fondos “colección museográfica”, momento a partir de cual la fábrica Garín “podrá abrirse al público con un horario regulado e incluso con visitas guiadas para que su rica colección pase a convertirse en un verdadero reclamo turístico, que beneficiaría económicamente a Moncada. La puesta en marcha del Museo de la Seda atraería a los visitantes; su cercanía a Valencia y la fácil comunicación facilitaría esta conexión entre Moncada y Valencia, otro centro referente de la seda desde el siglo XV".
“Desconocemos el estado actual de estos trámites, pero parece que están paralizados” - explican las asociaciones – por lo que pedimos al Ayuntamiento que agilice los trámites porque no puede dejar pasar la oportunidad de la Ruta de la Seda”. Asimismo, también piden que se aceleren los trámites burocráticos para que la fábrica reciba los fondos de la Diputación de Valencia para acometer las obras de rehabilitación de las naves. El proyecto recibió hace poco menos de un mes el visto bueno del secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, que visitó el inmueble acompañado por la alcaldesa de la localidad, Amparo Orts.
Por su parte, las celebraciones en torno al 20 aniversario de la catalogación de la Lonja como Patrimonio de la Humanidad continúan, inmueble que acogerá del 9 al 12 de junio el segundo encuentro del Programa Unesco Ruta de la Seda. "Este segundo encuentro nos permitirá consolidar la Red Internacional y su plan de acción para los próximos dos años", explicaron hace apenas unas semanas desde la Unesco.
El primer encuentro del Programa de la ruta de la seda se celebró el pasado mes de mayo en la ciudad china de Xian (kilómetro cero del recorrido de la ruta), evento en el que España pidió una revisión de los mapas históricos de la ruta que terminaban en Venecia para que se incluyera Valencia.