VALÈNCIA. Fue el pasado viernes cuando, tal y como informó este diario, la Conselleria de Cultura procedió al traslado de las obras de arte custodiadas en una nave del el polígono industrial El Oliveral de Riba-roja de Túria, una de las zonas más afectadas por las inundaciones. Diez días después de la Dana, la Generalitat inició el traslado de su colección de arte contemporáneo, que consta de “alrededor de 170 obras”, así como de una parte de la colección del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) que estaba allí ubicada, un total de 128 piezas del IVAM, “mayoritariamente esculturas”, para proceder a una “primera evaluación” de los técnicos tras la que, tal y como informan este martes es un comunicado, se ha observado que las piezas “no presentan daños graves o irreparables”.
“Esta nave alberga, en su mayoría, esculturas de mediano y gran formato de materiales resilientes como el acero corten, el aluminio o el fibrocemento que permiten su conservación preventiva en niveles de humedad relativa menos exigentes que en el caso de otros materiales, como el papel”, explican desde Cultura en referencia a las piezas pertenecientes a la colección del IVAM, que suman obras de firmas como Andreu Alfaro, Mona Hatoum, Jaume Plensa, Soledad Sevilla o Miquel Navarro, entre otros. Por su parte, la colección de arte contemporáneo de la Generalitat -cuya ampliación lleva años paralizada- suma piezas de artistas como Alex Marco, Fermín Jiménez Landa, Edu Comelles o Patricia Gómez y María Jesús González.
Sin embargo, la pregunta ya no es qué piezas componen la colección de arte sino cuáles han sido dañadas y cuántas requieren de trabajos de restauración, pregunta que ha sido remitida por este diario a la Conselleria de Cultura sin recibir respuesta hasta el momento. Con todo, y aunque sin aclarar cuál es el volumen de afección que ha tenido la inundación de la nave en el patrimonio artístico valenciano, desde la Generalitat insisten en que “no se ha detectado daño grave o irreparable en ninguna de las obras” y, además, indican que se ha creado una comisión de técnicos con el fin de “supervisar estas actuaciones, garantizando así la seguridad de las obras de arte”.
En este sentido, desde la Generalitat subrayan que “la inspección de las primeras obras de arte evacuadas revela que las cajas de almacenaje han evitado daños graves o irreparables sobre las esculturas”, sin mencionar otros formatos, piezas que se conservan en “embalajes de madera diseñados específicamente para protegerlas” y que no se almacenaban “en contacto directo con el suelo, sino sobre estructuras”.
Esta revisión del estado de las obras llega, detallan ahora, tras una primera fase que consistió en el estudio de la situación de la nave y de su entorno inmediato y en la definición de los recursos humanos y materiales necesarios para, después, proceder a la limpieza del suelo “que hacía impracticable el acceso de maquinaria específica” y que se llevó a cabo durante varios días. “Tras diversas reuniones de trabajo se estableció la operativa para la evacuación externa de las obras de arte, que comenzó el viernes 8 de noviembre, siguiendo un estudio de prioridades de intervención”.