VALÈNCIA. Habitual en el circuito de festivales internacionales, el cineasta libanés Karim Kassem cuenta con un acelerado ritmo de producción que le ha permitido estrenar hasta cuatro películas en un breve período de cuatro años. Tras 'Only The Winds' (2020), 'Octopus' (2021) y 'Thiiird' (2023), trae a competición del certamen valenciano -y por primera vez seleccionado en un festival en España- una nueva película con la que continuar explorando el lirismo espontáneo que late tanto en las vidas de sus protagonistas como en los paisajes que, apenas sin manipular, su cámara captura.
‘Moondove’ es una propuesta fronteriza de ficción documental que se mueve entre tres historias de una zona rural del Líbano. Un seguimiento de sus habitantes y los paisajes psicológicos que les definen, estrechamente vinculados al factor más terrenal de su cotidianidad: los cultivos, las fases lunares, la falta de agua. Y es que, tanto esas vidas que lleva a la pantalla como los paisajes que filma están marcados por un mismo hilo invisible que los atraviesa: la cosecha ha terminado, pero una sequía particularmente severa condiciona todo a su alrededor. En su paso por la Mostra, Karim Kassem -que dirige, coescribe y es responsable de la fotografía de la película- ha señalado que “se pueden hacer muchas películas sobre la guerra y esta es una de ellas aunque no haya bombas ni sangre”. La suya, según añade, “trata de la escasez de agua (en toda la película no la vemos físicamente) y de la guerra. En concreto, de la guerra por el territorio y por el agua, que es lo que está movilizando ahora mismo a tantas personas en Líbano”.
Kassem, una de las voces más interesantes de la cinematografía libanesa actual, se aproxima a las vidas de estos habitantes de zonas rurales para radiografiar sus días desde un plano cotidiano hasta una vertiente más existencial. En esta historia coral predominan los oficios, desde los más mecánicos hasta los de quienes cultivan las tierras y crían animales, pero en los diálogos que cruzan sus protagonistas también hay espacio para reflexionar acerca del amor, la familia o la relación con el trabajo. En este sentido, ha enmarcado este trabajo con la voluntad de “querer rodar para que ese entorno sea recordado”.
Una apuesta marcada, además, por un diseño de sonido rendido a lo sensorial. Los ruidos y notas sonoras que se desprenden de la naturaleza y sus gentes se ordenan armónicos como si de melodías se tratase. Según su director, entre los propósitos que alberga esta película está el de recuperar el protagonismo de esa gente de mayor edad “que en muchas ocasiones quedan olvidados". Actores no profesionales originarios de la zona, y fruto de un trabajo de investigación que se alargó durante dos años hasta que al fin “pudo construir un vínculo de confianza donde poder trabajar sin límites con todos ellos”.
La 39ª edición de Mostra de València-Cinema del Mediterrani está organizada por el Ayuntamiento de València, cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura, Palau de la Música, València Film Office (Fundació Visit València), el patrocinio de Hyundai Koryo Car y À Punt Mèdia como medio oficial y principal partner del foro de coproducción València Films Afers.