VALÈNCIA. El dinamismo de la actividad promotora en València se estanca en lo que va de año. Varios son los proyectos que en estos momentos hay en marcha en la ciudad, incluso algunos suponen la construcción de barrios desde cero. Pero lo cierto es que este 2021, las solicitudes para iniciar vivienda de obra nueva en la ciudad no han recuperado los altos niveles de ejercicios anteriores. Una circunstancia que contrasta con el fuerte tirón de las reformas y rehabilitaciones, que ahora mismo concentran un volumen importante de las licencias de obra que han entrado al Ayuntamiento de València.
De acuerdo con las cifras de la concejalía de Urbanismo del consistorio valencianos, que dirige Sandra Gómez, en los primeros seis meses de 2021, se han registrado licencias para la construcción de 843 nuevas viviendas, una cifra muy similar a la del mismo periodo de 2020, ejercicio marcado por el confinamiento y el parón de la economía por la pandemia. Aquel año se pidieron hasta junio licencias para 816 viviendas en toda la ciudad, mientras que este año el número se eleva solo un 3%, pese al nuevo contexto económico.
De esta forma, la obra nueva rompe la tendencia de los últimos años, cuando por estas fechas se habrían solicitado licencias de obra para más de 1.600 viviendas. Cierto es que suben este año, pero el volumen sigue siendo menor que en ejercicios anteriores. Así, de 2015 a 2016 se pasó de de 329 solicitudes a 1.319, cuatro veces más. El siguiente año la subida fue de casi el doble, con 2.483 solicitudes; y en 2018 fueron 2.990, un 20% más; y ya en 2019, se llegaron a las 3.223. En 2020, el año completo se cerró con 1.692 peticiones para nuevas viviendas.
En cambio, las licencias para reformas y rehabilitaciones se encuentran en un momento alcista. Tanto es así que hasta junio se han presentado 717 solicitudes para este tipo de obras, así como otras 334 para declaraciones responsables. El duro confinamiento y el estado de muchos edificios en la ciudad han provocado un aumento en este tipo de obras.
Pero, además, los fondos europeos también han generado un importante revulsivo para esta actividad, ya que una importante parte del montante se dedicará a este tipo de actuaciones. De hecho, la Comunitat Valenciana recibirá un total de 175 millones de euros de los fondos europeos para rehabilitar entornos residenciales y edificios públicos.
Desde la Asociación de Promotores de Valencia (Aprova) achacan el estancamiento en las peticiones para vivienda de obra nueva en la falta de solares en la ciudad. "No somos capaces de encontrar suelo ahora mismo en València. Tal como están ahora los indicadores macroeconómicos deberíamos estar moviéndonos pero no hay oportunidades en la ciudad", señalan fuentes de Aprova. "La covid no ha coartado la iniciativa privada porque el sector inmobiliario en residencial se ha comportado bien este tiempo. El problema es esa escasez de parcelas que puede acabar tensionando el mercado", insisten.
Tanto es así que muchas compañías se han decantado por iniciar proyectos en zonas del área metropolitana de València, muy próximas a la ciudad. De este modo, enclaves como como Torre en Conill (Bétera), Torrent o Quart de Poblet concentren ahora importantes proyectos en marcha tanto de grandes compañías nacionales como de empresas más locales. Aunque desde hace años los municipios próximos al cap i casal registraban cierto dinamismo, ahora su presencia es mayor y la obra nueva coge ritmo en estos municipios impulsados, a su vez, por el auge de los adosados.
Por otro lado, la situación epidemiológica también ha tenido su impacto en la obra nueva. Muchas compañías permanecieron durante meses reteniendo actuaciones a la espera de conocer la evolución de la pandemia y el comportamiento del mercado. De hecho, un informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), sobre el segundo trimestre del año, admite que la pandemia ha provocado "una distorsión" en el mercado dado que "durante meses la paralización de nuevas operaciones fue total y muchas de ellas cambiaron el destino final de venta por el de alquiler".
"Esto ha supuesto una histórica aceleración en la caída de oferta disponible de vivienda de obra nueva ante una fortalecida demanda de los proyectos en desarrollo", advierte. Así, respecto a diciembre de 2020, el documento apunta que el número de promociones a la venta ha descendido en un 17% en València, mientras que el número de viviendas disponibles se ha reducido un 31% en la ciudad.
"Los datos son contundentes y muy preocupantes, mostrando los efectos que ha tenido la incertidumbre asociada a la pandemia respecto a iniciar nuevos proyecto. A ello se suma la falta de suelo y los plazos administrativos. De no corregirse este desequilibrio, se tensionarían los precios de venta al alza, debido a la relevante disminución del stock", advierte el informe.
Pero, además, el sector se enfrenta al fuerte encarecimiento de los costes de la construcción provocado por la subida de los precios de las materias primas y la falta de suministro de algunos materiales. Así, materiales como el acero corrugado han aumentado un 78%, el cobre, un 102% o el alumino, un 56%, desde los mínimos de 2020, de acuerdo con los datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan).
Y este aumento está impactando directamente en los márgenes de las empresas, que en muchas casos se están replanteando proyecto porque estas subidas pueden llegar a recortar casi a la mitad de su beneficio de un proyecto de obra nueva. Además, la falta de material está afectando los tiempos de entrega de los inmuebles por escasez de suministro. Un escenario que también podría postergar la puesta en marcha de nuevos proyectos y ensombrecer las perspectivas para los próximos meses del año.