VALENCIA. Las Fallas están a un pasito de convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, veredicto que se publicará el próximo 2 de diciembre y que lleva años en la cocina. Siendo como se trata de una festividad de carácter multidisciplinar, todos los ojos se posaron en aquellos elementos destacados en el informe oficial y que, a la postre, serán la llave para que la fiesta sea o no declarada Patrimonio Inmaterial por la Unesco en apenas unas semanas. En este caso, es la vinculación en el tiempo con la tauromaquia la que propició que la Plataforma Carles Pinazo, que trabaja en defensa de los derechos de los animales, iniciara una campaña de recogida de firmas para asegurarse de que la unión entre Fallas y tauromaquia no se formalizaba, una campaña que lejos de quedarse en en circuito cerrado ha llegado a la Organización de las Naciones Unidas.
"Reconocer la fiesta de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es, en estos momentos, reconocer también como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la práctica medieval de torturar toros en público, dando fuerza a una práctica cada vez más rechazada socialmente y que nos remite a épocas oscuras de nuestro pasado", explican desde la plataforma en un texto difundido a través de la página web Change, en la que han alcanzado aproximadamente 12.000 apoyos. La entidad aducía que las corridas son “uno de los ejes centrales” de la celebración, que consideran “una de las fiestas más bellas y abiertas del mundo” aunque “no podemos compartir que éstas se reconozcan como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad mientras sean sinónimo de la tortura y muerte pública de cientos de animales inocentes”.
La alegación, presentada a la Unesco por parte de la Plataforma Carles Pinazo, ha tenido su respuesta por parte de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, quienes han remitido un documento en el que desvinculan las corridas de toros de la fiesta, pues las primeras “están organizadas por una sociedad privada sin relación directa con los organizadores de las Fallas” y las comisiones “no las alientan”. Por ello, desde la Conselleria de Cultura se indica que, aunque la intención no ha sido ocultarlas a la delegación de la Unesco, las corridas no forman parte de la fiesta ni del expediente, para lo que adjuntan el programa de actos de 2016.
Si bien, aunque el gobierno autonómico afirma que es “incorrecta” la acusación de la Plataforma Carles Pinazo, cuyos representantes indican que desde los canales de comunicación del Ayuntamiento de Valencia y Junta Central Fallera se ha hecho difusión de las corridas, sí admiten que en el pasado éste fue el caso. Por otro lado, mientras que la plataforma animalista demanda que las fechas entre unas y otras no sean coincidentes, la Dirección General de Cultura y Patrimonio aduce que este es un hecho en el que no puede intervenir la administración pues, reiteran, es una actividad organizada por una sociedad privada, aunque la plaza de toros depende de la Diputación. Aún así, sí desvinculan de una manera formal la tauromaquia de la fiesta, explicitando los límites entre una y otra.
“Siendo conscientes de que se trata de un tema cada vez más sensible, trabajamos para establecer distinciones claras y para evitar cualquier posibilidad de amalgama entre las dos fiestas”, reza la respuesta de la Conselleria de Cultura. Para justificar esto, el gobierno ha facilitado a la Unesco la programación de los actos de Fallas de este mismo año y distintas capturas de pantalla de los canales oficiales de comunicación para así demostrar que ya no se hacen eco de las corridas.
Este documento se ha hecho público apenas tres días antes de que la secretaría de la Unesco anunciara que las Fallas cumplen "satisfactoriamente" los cinco criterios requeridos para formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta candidatura, propuesta por el Consejo de Patrimonio Histórico de España, donde está representado el Ministerio de Cultura y las comunidades autónomas, se decidirá en la próxima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda de Patrimonio Cultural Inmaterial que tendrá lugar del 28 de noviembre al 2 de diciembre en Addis Abeba (Etiopía).
En el informe se destaca que la festividad valenciana "impulsa la creatividad colectiva y la protección de artes y oficios tradicionales" y que su inclusión "permitiría a otros festivales de fuego nacionales e internacionales y a sus respectivas comunidades en la región mediterránea llamar la atención y ser más conscientes de la importancia de su patrimonio”. Del mismo modo destaca que la fiesta permite la continuidad de distintas habilidades, oficios y métodos y que "el uso de tintes satíricos, poemas y otras publicaciones también puede ser visto como una importante fuente de inspiración para que el patrimonio cultural inmaterial sea relevante en el mundo contemporáneo".