VALÈNCIA.Las obras de la segunda fase de rehabilitación del Palau De La Música de València se retrasarán unos meses y los plazos previstos ya se dilatan en el primer paso de su tramitación. Así lo ha explicado el director Vicente Llimerá en la rueda de prensa de presentación del programa de mecenazgo del auditorio. La razón es que la tramitación de la licitación obliga a cumplir unos plazos más largos.
La primera actuación, que a su vez es la más importante de esta segunda fase, estaba prevista para llevarse a cabo a lo largo de este verano. Sin embargo, las obras se retrasarán hasta el 22 de diciembre de este 2024. Aún se están ultimando los pliegos y es necesario que se actúe en un periodo vacacional, porque afecta a espacios en los que la Orquesta de València ensaya, y, por tanto, es la única manera de que no interrumpa el normal funcionamiento del auditorio y de su plantilla.
Esta obra es la que afecta a las inundaciones del vestíbulo del edificio anexo por el que entra cada día la plantilla del Palau y que, en último año, desde su llegada han tenido que cerrar tres veces porque se acumulaba medio metro de agua en un día lluvioso. Cuenta con un presupuesto previsto de 239.000 euros y un plazo de actuación de unos tres meses.
Concretamente, el forjado de la entrada de personal se debe extraer y construir uno nuevo 30 centímetros más bajo, lo que permitirá tener un depósito que recoja el agua y no se estanque, y a su vez esté conectado directamente al colector principal.
El Palau de la Música de València afrontará con esta actuación los inicios de una segunda fase de obras de rehabilitación, con un coste de 6,4 millones de euros y que se extenderán (en principio) hasta 2026. El informe encargado el pasado octubre reveló deficiencias como filtraciones, entradas de agua y mejoras pendientes.
El calendario de actuaciones se ha diseñado para no afectar la programación, evitando un nuevo cierre del edificio. Las obras se fraccionarán y ordenarán por urgencia y complejidad en cada anualidad. En 2025 se realizarán la mayoría de las actuaciones, finalizando en 2026 con la urbanización del entorno.
En todo caso, como el día del anuncio de esta segunda fase, desde el Palau de la Música se asegura que el público no verá afectada la programación, arrinconando las obras más farragosas fuera de la temporada de abono y minimizando las afectaciones en ensayos y oficinas. Esto es posible, a diferencia de las obras anteriores, porque el problema se centra en la canalización, no afectando a la estructura del edificio, lo que permite trabajos menos aparatosos.