VALÈNCIA. El siglo XX está de moda. Todo lo retro vende. La moda de las emblemáticas décadas del siglo pasado se puede llevar sin excepción. Los grupos del siglo XX se reúnen y hacen giras de reunión que lo petan. El cine hace remakes o vuelve sobre los géneros que lo petaron antaño. Sí, el siglo XX es lo más, pero curiosamente, usted, que pertenece a ese siglo de cabo a rabo, no. Usted no mola ¿y eso por qué? ¿cómo es posible? si ha escrito a máquina y jugado a corre que te pillo que no puede ser más siglo XX. Pues precisamente por eso.
Pero no gima. Hay formas de enterarse de qué hay que hacer para no ser una reliquia andante del siglo XX en el XXI. Hay una escuela gratuita que explica desde hace una década todos los complementos del futuro: el reality de las Kardashians. Si usted sigue este programa temporada tras temporada igual molar, no mola, pero no estará extraviado en este siglo. Con Kim hemos aprendido a vestirnos, aprendimos el significado de lo que es un vídeo viral, el poder de las tetas. De qué va Snapchat, nos enseñaron a hablar por teléfono con sus FaceTime. Nos lo han dado todo.
Como prueba de que las enseñanzas no cesan, les pongo unos ejemplos de las últimas lecciones que nos han dado en los capítulos de la temporada catorce:
1. Transportistas gestacionales
En España tuvimos el debate el año pasado. Tener un hijo deja secuelas permanentes en el cuerpo de una mujer, el alquiler de su vientre para engendrar hijos se parece bastante a la venta de órganos. Pablo Iglesias, con una metáfora oportuna, habló de que la legalización de esa práctica iba a suponer la creación de establos de mujeres en los países menos desarrollados. Pero en Estados Unidos no. Allí les da igual.
Es legal. Kim y Kanye West han tenido su tercer hijo con un vientre de alquiler. No han revelado el nombre de la madre, aunque se especulo con que podría ser su hermana, Kylie Jenner, quien tiene su propio reality. En una entrada de su blog, Kim ha querido zanjar toda polémica. Tuvieron a su tercer hijo porque el médico le dijo, a sus 36 años, que sería peligroso para su salud y la de su bebé volver a parir. Por eso contrato a una mujer a la que denominó "transportista gestacional". La "transportista" le cobró 45.000 dólares.
Pero la verdadera polémica llegó cuando Saint, su hijo de dos años, se pasó la Nochevieja ingresado en el hospital con una neumonía. Kim comentó el percance por redes sociales y las masas le dieron su apoyo. Pero el calor humano no le duró ni una semana. Cuando volvió a sus ocupaciones habituales, publicar fotos, a menudo desnuda, como fue este caso, se le echaron encima. ¿Qué hacía poniendo fotos sugerentes en la cama con un hijo en el hospital? Dramón. Lección: si se supone que estás triste, o enfermo, no metas en las redes estados de ánimo positivos. A las masas las descoloca.
2. Cuidar de los ancianos
Kris Jenner, madre de las Kardashians y demás, se ha traído a su anciana madre de San Diego para tenerla más a mano porque ya está mayor. Debe andar por los noventa y pico años, superó algún cáncer. Está delicada. Un gesto loable. Hasta el punto de que Kris, cuando su madre no le contesta al teléfono, se pone histérica ¿Solución? Le ha comprado unas zapatillas con un localizador GPS para tenerla siempre situada. No tardaremos en verlos por aquí.
3. No parecer anciano
El siglo XXI nos ha traído sucesos fascinantes como ver a varones de mediana edad que acuden a un centro de depilación láser a hacerse las orejas para no asustar a los niños cuando cae la tarde. Creíamos que habíamos visto todo en este aspecto, pero Kris Jenner ha mostrado que aún se puede ir más lejos. En su lucha contra el envejecimiento, lo que le angustia a ella es que tenía las orejas demasiado largas. Mitad edad, mitad llevar pendientes pesados, el lóbulo del pabellón auditivo se había dilatado con los años. Una operación de reducción de oreja ha sido la solución. Vayan pidiendo hora.
4. Boom moral
Ya se habla de que en el siglo XXI estamos experimentando, sufriendo o gozando, como usted quiera, un boom moral. No hay más que ver lo que le ha pasado a Woody Allen estos días, que está siendo vilipendiado por algo que no pudieron haber sospechado antes los que le conocían, era imposible pensar que un señor que se ha casado con su hija iba a sentir cierta inclinación hacia las adolescentes. Qué decepción. Las Kardashians, por su parte, también sufren a diario el boom moral, pero el caso de Kendall ha sido de extrema gravedad.
Ha protagonizado un anuncio de Pepsi en el que se unía a una protesta callejera y lograba que los policías dejase de dar palos ofreciéndoles una botella del aludido refresco de sabor a cola. Querían abogar por la paz en el mundo, pero el spot se ha considerado un insulto a los que protestan y los palos que se llevan, especialmente en un país donde a menudo estas manifestaciones se deben a problemas raciales. En esta civilización tan sofisticada donde se puede acceder a cualquier información, a nadie le dio por arremeter contra el guionista. Todos han ido contra ella y el palo ha sido gordo ¿Solución? Sospechamos que se ha hecho un retoque en los labios para empezar 2018 con mejor vibra.
No es extraño, visto lo visto, que todas ellas hayan acudido al empleo del futuro, váyanse preparando antes de que se pipe CCC: el media training. Consiste en ponerse en manos de expertos que corrigen y te ayudan a aparecer en los medios y hablar en público. Dejar de repetir las mismas palabras de forma obsesiva, como "like" en este caso, o de reírse como casquivanas como Kourtney en cada pregunta son algunas de las lecciones que tomaron. Usted también puede. Prepárese para brillar cuando le pregunten un día por la calle reporteros de televisión si llega a fin de mes "con la que está cayendo".
5. Eso no se lo dice usted a mi sudor
Pocas cotas de delirio mayores se están alcanzando en este maravilloso siglo XXI que las relacionadas con la comida. En las Kardashians, por supuesto, una de ellas ejerce el papel de brasas de la alimentación que, a estas alturas, no debe faltar en ninguna familia de bien. Se trata de Kourtney, que va echando broncas si de repente descubre que la leche de almendra que hay en el frigo no está hecha a mano por el charcutero. En una ocasión, la discusión con Kim fue tan lejos que decidieron medirse los sudores. Es decir, llevar su sudor en un frasquito al médico para que lo analicen y ver quién está más sana. La cosa fue tan grave que tuvieron que echar una prórroga de desempate sacándose también sangre y aún así salió que estaban las dos igual, lo que fue dramático para Kourtney, que es la que está obsesionado con lo orgánico. A ver lo que tardamos en ver un pique de estas características en el Congreso de los Diputados del Reino de España.