DE MODA

El perfume, la esencia de la personalidad 

La historia de los perfumes se remonta al antiguo Egipto y ahora, de lo que se trata es de saber elegir el adecuado para cada momento y cada persona

6/10/2015 - 

VALENCIA. Trasladarte a una estación del año, a una historia de amor, a ese lugar donde están las flores que siempre te han gustado o a esa playa a la que ibas de pequeño y que consideras como tu pequeño paraíso. ¿Quién no ha recordado algo así cuando se ha acercado a una persona y ha olido su perfume? Y es que cada fragancia tiene su propia historia y su manera característica de dejar huella en la piel. Nos da la oportunidad de mostrar una parte muy personal de nosotros.

Un perfume es tan importante en su elección como una prenda de ropa, hay que elegirlo a conciencia. Es lo primero que captas, así que es muy fácil transmitir una buena o mala impresión. El aura que desprenden los frascos tiene una enorme capacidad de evocación, lo que ocasiona que lo asocies a una determina persona cuando te reencuentres con ese olor.

"Su perfume olía a perfume, igual que los demás perfumes. Pero en ella parecía un olor natural", decía la escritora Simone de Beauvoir. Puede que haya un perfume que te encante en alguien pero que no deje la misma estela en tu piel. Hay que saber elegirlo y sobre todo tener claro que es el que va a marcar tu presencia.

La mujer y los perfumes míticos

Hay un estudio publicado en la revista Plos One que afirma que el olor que desprende el perfume puede hacer más atractiva a una mujer, y más aún si esa estela le identifica. Pero, ¿cómo saber qué perfumes míticos nos representan?:

Chanel nº5: Es el perfume más conocido del mundo. El frasco capta tu atención. Posee la forma de una chaqueta de Chanel: recta y moderna, lo que le genera un sentimiento de exclusividad. Cuenta con ingredientes como los lirios, la vainilla y el sándalo, que lo convierten en un perfume orientado a la mujer de fuerte personalidad, trabajadora e independiente. Ese tipo de chica que allí donde se encuentre deja huella. La que atrapa a los hombres por la seguridad que transmite. La que dice las cosas sin tapujos. Este tipo de mujer:

Narciso Rodríguez For Her: Imagínate a una mujer con un vestido de tubo de seda blanco y peinada con una diadema trenzada rubia. Ahora intenta evocar el olor del almizcle blanco, el de la rosa, el azahar y el amberlyn. Seguro que te viene a la mente una mujer soñadora. Elegante pero tímida. Mujer y a la vez, niña que necesita sentirse protegida. Romántica y sentimental. Esas chicas que hechizan por su alma e inteligencia emocional.

"Siempre he sido consciente de cómo los hombres miran a las mujeres, de cómo las mujeres seducen a los hombres, y eso inspira mi trabajo y la manera en que veo a las mujeres", cuenta el diseñador.

Ángel de Thierry Mugler: O lo amas o lo odias. No hay frase que lo pueda describir mejor. El frasco es una estrella que está inspirado en una fuente de cristal. Entre diosa y niña-mujer. Este perfume refleja a una mujer dulce que tiene debilidad por el chocolate, los caramelos, la vainilla, la mandarina y el melocotón. Vestida con un traje blanco de cuerpo sirena y brillantes de Swarovski. ‘La constelación de las rubias’, o así lo llamaban antes. Mujeres inocentes pero a la vez sensuales. Solo aquella mujer que tenga ese toque de infantilidad puede llevarlo. Los hombres han llegado a decir que es una trampa para chicas, aunque muchos chicos, cada vez más, utilicen este perfume.

‘Siempre quise hacer un perfume que pudiese tener una resonancia común en todo el mundo, algo que se aproximase a la ternura, a la infancia. Quería establecer un contacto sensual con Ángel, que despertase incluso las ganas de comerse a la persona amada’, asegura Thierry Mugler.

Elie Saab Resort Collection: Piensa en el ruido del mar. Después, intenta oler el jazmín y la flor de azahar del naranjo. Ahora, imagina un frasco con los colores azulosos y verdosos cristalinos del mar. El perfume refleja la inmensidad del océano y la libertad. Es el tipo de mujer relajada y optimista. Elegante y con clase. Va vestida con un vestido vaporoso largo y su estación favorita es el verano. Si eres una mujer con mucha personalidad, este es tu perfume.

Viva La Juicy de Juicy Couture: Es de esas fragancias que cuando la ves en la perfumería, piensas: ¡Flechazo! El frasco perfecto para mujeres muy femeninas. Tiene un lazo gigante rosa y el tapón da sensación de piedra preciosa. Está creado para una mujer sofisticada, coqueta y con un toque de niña. Va vestida con un vestido ajustado con la espalda al aire y se anuda con un lazo en el cuello. Huele a caramelo, praliné, sándalo, vainilla, gardenia y jazmín. Una mezcla que tiene como resultado un olor maravilloso.


El hombre y los perfumes míticos

Se suele decir que el perfume de un hombre se queda grabado en el inconsciente de una mujer. Hay estudios que revelan que el 90 % de los hombres utiliza el olfato para seducirles en sus citas. Estos son los perfumes masculinos que dejan huella:

Bleu de Chanel: Minimalista. Azul marino casi negro. La primera palabra que te viene a la mente al verlo es: intensidad. Si miras el frasco sin olerlo, ya puedes imaginar a qué tipo de hombre va dirigido. Muy masculino y elegante, seguro de sí mismo e independiente. Un hombre vestido con traje. Impoluto. Es ese tipo de perfume que se te queda grabado en la memoria. Su olor es fresco y amaderado. Nuez moscada, menta y jazmín son algunos de los aromas que hacen que te gires a su paso. ‘Siempre serás quien tú quieras ser’, finaliza el actor Gaspard Ulliel.

Gentlemen Only Casual Chic de Givenchy: Quien mejor que el actor Simon Baker para representar al hombre Gentlemen. Clásico, auténtico y romántico. Un hombre honesto, vestido con una camisa blanca desenfadada acompañado de una sonrisa seductora. El que vive intensamente. Este tipo de hombre es de estilo francés y huele a sándalo y jengibre. Nos transmite paz.

Le Male de Jean Paul Gaultier: Perfume mítico donde los haya. Sigue siendo uno de los más vendidos en España. La menta y la vainilla dejan una estela muy intensa en la piel. Es un olor que encarna la seducción. Hombre coqueto y a la vez dominador. Para el que le gusta destacar. Odia la rutina y es inquieto. El frasco -se viste o se desnuda- para las ocasiones especiales.

“Los hombres son capaces de llorar y que, por qué no, pueden seducir igual que ellas lo hacen. También los hombres tienen su lado femenino’’, afirma Jean Paul Gaultier.

Allure de Chanel: Los perfumes de Chanel son de los preferidos de los hombres. Visualiza un hombre que le encanten los deportes y que se sienta libre cerca del mar. Que le apasione viajar y odie sentirse atado. Sigue la moda pero ante todo tiene en cuenta la comodidad. Este hombre deja olor a emociones fuertes. El frasco es metalizado y le proporciona una apariencia robusta. Si te gusta la adrenalina, este es el perfume que te define.

Luna Rossa de Prada: Creada para el hombre moderno, el que no para de hacer cosas y siempre tiene la cabeza en su trabajo. Va en busca de la innovación. En sus ratos libres le gusta navegar. Va vestido con polos y camisas. Simple pero a la vez elegante. Huele mucho a menta y a la vez, se respira el olor a lavanda y ámbar. El frasco se inspira en los barcos de vela extremos y en la belleza elegante. Las mujeres lo califican como un olor atractivo y diferente.

El perfume se creó para seducir

El origen del perfume se encuentra en Egipto. Los egipcios fueron los primeros que consiguieron extraer aromas naturales quemando maderas, hierbas y flores. En principio, se utilizaba para honrar a los dioses, pero más tarde lo comenzó a utilizar la realeza egipcia. Cuenta la leyenda que Cleopatra utilizaba sus aceites perfumados para seducir a los hombres. Las egipcias seguían su paso y siempre llevaban colgando en sus cuellos recipientes de barro que contenían maderas aromáticas. De hecho, también dicen que cuando se abrió la tumba de Tutankamón, hallaron aceites perfumados –y no pocos-.

A los egipcios les siguieron los romanos, lo que más utilizaban era el incienso. Tenían la costumbre de perfumarse cada parte del cuerpo con un aroma diferente, como el tomillo para sus rodillas o la menta para los brazos. Eran adictos a los perfumes, lo perfumaban todo: camas con pétalos de rosa, fuentes con agua perfumada e incluso perfumaban a sus propios caballos.

El primer perfume fue creado a principios del siglo XIII por el químico italiano Juan María Farina y se llamaba Agua de la Reina. El nombre viene por la Reina Isabel de Hungría y aseguró que con este elixir rejuveneció, al igual que todas las damas que lo utilizaron en aquella época. A día de hoy, se sigue utilizando como perfume corporal y cuesta alrededor de 45 euros.

Saber perfumarse, tan importante como el perfume

"Ponte perfume donde quieras recibir un beso", decía Coco Chanel. Perfumarte donde debes te ayudará a causar la impresión que deseas. En muchas ocasiones, la gente se equivoca y piensa que por llevar más perfume va a oler mejor. Error. La clave es aplicarse unas gotitas en el cuello, en las muñecas, detrás de las orejas, en el codo y detrás de las rodillas. Estos son los lugares en los que bombea la sangre, lo que ocasiona que el aroma se disperse.

El mejor momento para ponérselo es después de la ducha y es aconsejable acompañarlo de una crema corporal. Y sobre todo, no hay que frotar el perfume, porque en lugar de penetrarse en la piel lo único que se consigue es que la fragancia se desgaste.

También se puede perfumar la ropa, pero siempre de una manera sutil. No todas las prendas desprenden el aroma igual, las mejores son el algodón, la lana y la seda. Y muy importante: no mezclar las fragancias en los tejidos, puede causar un olor desagradable. Tampoco hay que dejar los perfumes en lugares que les pueda dar el sol, esto puede afectar a los ingredientes.

El escritor Patrick Süskind decía que en el perfume hay una fuerza de persuasión más fuerte que las palabras, el destello de las miradas, los sentimientos y la voluntad. Por tanto, si te perfumas bien, debes sentirte seguro porque sabes que la gente está pensando algo positivo sobre ti y que además, van a recordar tu olor. Pruébalo y ya podrás decir que posees el arte de saber perfumarte.