VALÈNCIA. La euforia de los primeros macrofestivales sin restricción alguna (como el SanSan o Viña Rock) confirman lo que ya se esperaba: la gente quiere recuperar el tiempo perdido desde 2020. El formato de música en directo para un público masivo ha sido uno de los grandes afectados por estos meses de parón, pero la vuelta a la normalidad esta encontrándose con una explosión de festivales urbanos en la ciudad de València, que no parará durante la primavera y el otoño.
Si hace menos de una década, prácticamente solo el Festival de les Arts llenaba la agenda, mientras los macrofestivales se trasladaban a Benicàssim o Burriana, ahora no pocas citas musicales de diferentes tamaños y públicos se han instalado en València, teniendo como espacio de referencia la Ciutat de les Arts i les Ciències. Este diario ya ha analizado las dificultades y fortalezas de este sitio, pero en los términos actuales, un embudo de peticiones para celebrar allí citas musicales puede ser contraproducente y más que limitado.
A València le faltan espacios donde celebrar festivales. Además de la Ciutat, el pabellón Casal España Arena no se inaugurará en 2024 y sus funciones son las de una sala subierta, en un paralelismo posible con un Palau Sant Jordi o un WiZink Center, por lo que tampoco servirá a algunas propuestas de la ciudad. Por otra parte, el espacio de Marina Sur, que este verano acogerá el concierto de Rosalía, se dedicará a partir del año que viene a actividades logísticas del Puerto de València, por lo que se perderá como espacio musical. Fuera de eso, tan solo queda la Plaza de Toros, porque otros escenarios posibles como La Punta se descartan por las complicaciones burocráticas y la inseguridad jurídica.
Con todo esto, tanto en la Comunitat Valenciana como en la ciudad de València la explosión de festivales es una realidad. La pandemia, explican fuentes de Turismo, elevó el número de solicitantes a las ayudas de Meditarranew Musix de aproximadamente 40 a más de 130. Esto respondía a que los grandes festivales montaron productos paralelos para poder realizar eventos con las condiciones de la pandemia y para cobrar las ayudas directas al sector que se activaron. Este año ya se ha empezado a desinflar —las cifras son más cercanas a 70—, pero sin llegar a bajar, ni mucho menos, a los niveles de 2019.
Los factores pueden ser varios. Uno, claro, es la activación de esas ayudas de Mediterranew Musix, que han sido todo un revulsivo para las empresas. Pero otros factores puede ser la apaertura de la escena indie al mainstream, que ha ampliado de manera notable el público objetivo de los festivales. Si la media de edad sube, además, el formato también cambia: del atractivo de compartir días de camping (algo que en València parece imposible), al festival urbano en el que un espacio se transforma durante unas horas, y después de la programación se puede acudir a una discoteca, a casa o a un hotel. Esta opción interesa más a Mediterranew Musix porque genera mayor impacto turístico que los campings.
A la espera de nuevos recintos, sin duda València se ha sumado a la fiebre por los festivales de música, que a su vez están viviendo una época de transformación en forma y contenido.
De la palabra al hecho: aquí un vistazo a algunos de los festivales que se estrenan en los próximos meses en València.
Este mismo fin de semana se celebra el Valencia Flow Fest, una cita que quiere ligarse al colectivo LGTB con una oferta musical y divulgativa que tendrá lugar en Spook. Samantha Hudson, Racky Ripper, Taito Tikaro, LVL1, Isabella, Chelo y hasta 30 artistas actuarán en diferentes escenarios con estilos musicales tan diversos como el pop, underground electronic, house, circuit, hits, tropical disco o techno. También charlas de los principales activistas de la ciudad de València como Daniela Requena, Javier Gil, Angélica Saenz, Damián López, Miguel Garzón, con la presentación de Liz Dust. La cita quiere arraigarse y aprovechar la celebración de los Gay Games en 2026 para crear una red de eventos dedicados al colectivo LGTB.
Big Sound, que si bien tuvo una primera edición este verano en el estadio Ciutat de València, estrena el formato con el que fue diseñado y que se tuvo que cancelar en 2020. La propuesta es todo un golpe encima de la mesa para convertirse en el festival de referencia de la música urbana y latina de la ciudad, con nombres como C. Tangana, Nathy Peluso, Nicky Jam o Bad Gyal.
Diversity también se estrena en València y en la Ciutat de les Arts i les Ciències. También el concepto de festival quiere estar ligado al gran público, pero poniendo el acento en dar voz a reivnidicaciones como Black Lives Matter o también el movimiento LGTB. El cartel es muy ambicioso, con Iggy Pop, Maneskin, Black Eyed Peas, Christina Aguilera, Nicki Nicole, Zaz, Armin van Buuren o Martin Garrix, entre otros.