VALÈNCIA. La propuesta del PSPV apoyada por Compromís de imponer una tasa turística especial para los pisos turísticos de hasta seis euros diarios ha sentado muy mal en el sector. Además de considerarla un "ataque frontal" a la competencia entre los diferentes operadores turísticos, los dueños de viviendas turísticas niegan la mayor: el motivo alegado por la vicealcaldesa, Sandra Gómez, de que el impacto económico de este tipo de alojamientos es menor que el de otros como hoteles o albergues.
Gómez aseveró que es "injusto" que los hoteles, que aportan "más a la sociedad" y "generan empleo, pagan IAE y tienen más impacto positivo", paguen "lo mismo que quien no lo hace", en referencia a los pisos turísticos. Aunque realmente la tasa la pagarían los turistas, la también edil de Urbanismo cree necesaria esta distinción dentro del sector turístico, dado que las viviendas turísticas tienen más "externalidades negativas" como su impacto en el precio de los alquileres, los "problemas de convivencia" o el menor impacto económico.
Pero en la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de la Comunitat Valenciana (Avaec) rechazan las aseveraciones de la vicealcaldesa y exponen datos con los que invalidar los argumentos de Gómez para aplicar un gravamen turístico especial a este subsector. Así, aunque los establecimientos hoteleros generarían más empleo, las viviendas de uso turístico son las que resultarían en mayor gasto para el comercio minorista.
Así, la asociación expone datos de la misma Oficina de Comercio y Territorio Pateco -entidad del Consejo de Cámaras de Comercio valencianas-. Según sus estimaciones para 2019 -reflejadas en su informe anual de distribución comercial-, los turistas que se alojaron en el último año de prepandemia en "segundas residencias o pisos turísticos" gastaron casi 1.340 millones de euros, lo que supuso casi dos tercios -63,2%- del gasto turístico total en comercio al por menor. La mayoría de este dinero se dedicó a la compra de productos de alimentación y consumo diario.
En la plataforma señalan que se trata de un impacto en el comercio mucho mayor al de los turistas que se alojaron ese mismo año en establecimientos hoteleros, que según el informe de Pateco, realizaron un gasto comercial estimado en 416 millones de euros, la mayoría de los cuales se gastaron en "productos de consumo ocasional" como ropa, calzado, souvenirs, tecnología, etcétera.
Con ello, los propietarios de viviendas de uso turístico insisten en que sus huéspedes "gastan en la ciudad más que los que se hospedan en hoteles". Y aunque el dato incluye turistas alojados en "segundas residencias", a la postre es el triple del gasto de turistas hoteleros, por lo que, al menos, sería aventurado señalar lo contrario.
Por el momento, la proposición de ley que tramitan les Corts Valencianes proyecta una tasa turística municipal diaria de 0,5 euros para los albergues, otra de 1,5 euros para los hoteles, y otra de 2 euros para los hoteles de cinco estrellas. Así, la idea de los socialistas de la ciudad de València pasa por imponer una tasa turística de 6 euros para las viviendas de uso turísticos.
Sobre ello, el alcalde de València, Joan Ribó (Compromís), dijo este martes que ve "totalmente razonable" gravar más a los apartamentos turísticos frente a los hoteles porque "causan más problemas y generan menos empleos", pero recalcó que esta distinción debe incluirse en la Ley de la tasa turística autonómica para que "no se quede en palabras y en una buena voluntad". "Yo se lo diré a mi partido pero que todo el mundo lo diga", exhortó.
Al respecto, incidió en que la tasa turística se ha de poner ya porque "nos guste o no está afectando a la gran mayoría de servicios municipales y es lógico que no lo paguemos los valencianos sino la gente que está disfrutando de la ciudad como pasa en Venecia, Barcelona, Amsterdam y en la inmensa mayoría de las ciudades europeas".