VALÈNCIA. La pasada semana la Diputació de València presentaba por sorpresa su nuevo proyecto para el Teatre Escalante. Si bien a finales de la pasada legislatura se había acordado la construcción de un nuevo inmueble como sede del teatro, propuesta asumida en un primer momento por el nuevo equipo de gobierno, la corporación provincial daba un giro de timón y ponía sobre la mesa hace unos días un cambio de planes. El Teatre Escalante fijará su sede definitiva en uno de los espacios del Instituto Valenciano de Audiofonología (IVAF).
Así lo anunció la diputada de Teatros, Rocío Gil, y la vicepresidenta segunda y responsable de Proyectos Técnicos de de la Diputació, Reme Mazzolari, en una convocatoria a medios la pasada semana. La noticia llegaba con sorpresa entre las asociaciones de artes escénicas, que se enteraban pocas horas antes de la rueda de prensa y, por tanto, del cambio de rumbo, una decisión que no ha sido recibida con los brazos abiertos, pues acusan al la corporación de haberla tomado de forma “unilateral”, “de espaldas al sector” y “rompiendo la hoja” de ruta iniciada hace tres años. “Este cambio supone poner el marcador a cero, poniendo en peligro la continuidad del proyecto. Después de tantos años sin sede, una entidad histórica como el Escalante merece un espacio de referencia”.
Así lo han hecho saber en un comunicado firmado por distintas asociaciones del ámbito de las artes escénicas, un texto en el que las entidades firmantes muestran su “disconformidad” frente a la decisión de rehabilitar el salón de actos del IVAF, lo que significa “no dotar al Centre Escalante de las infraestructuras mínimas que necesitaría un centro de producción pública, exhibición e investigación. Además de la limitación a la hora de producir y exhibir espectáculos de danza, circo y cualquier otra propuesta artística que requiera una mínima adaptación del espacio escénico”, explican.
Según señalan, durante el proceso de diálogo a través del que se acordó la construcción de una nueva sede se compartió un documento elaborado por el propio departamento de Patrimonio de la Diputació que señalaba que se trataba de una intervención arquitectónica “compleja, con un formato escénico mediano y un escenario limitado a la estructura existente, un documento que planteaba un tiempo estimado de ejecución de entre 45 y 49 meses. “Esta información se contradice en gran medida con lo anunciado esta semana generando bastante incredulidad entre el sector”, reza el comunicado. Por su parte, tal y como ha podido saber este diario, desde la Diputació se tiene previsto iniciar esta misma semana una ronda de reuniones con las distintas asociaciones profesionales para presentarles el proyecto.
Las entidades firmantes son: AAPV Actors i Actrius Professionals Valencians; APDCV Professionals Dansa de la CV; AVETID Associació Valenciana d'Empreses d’Arts Escèniques; APCCV Associació Professionals de Circ Comunitat Valenciana; GC Gestors Culturals; ADVAEM Associació de Distribuïdors Valencians d’AAEE i Música, y COMITÈ ESCÈNIQUES Creadors i Creadores d’Arts Escèniques.
Por su parte, desde la Diputació se argumenta que la sede del IVAF supondrá un ahorro presupuestario, pues se prevé una partida de unos tres millones para su adecuación, así como en el calendario, con la promesa de que esté listo antes del final de la legislatura. “No se trata de buscar la solución más rápida, sino de buscar la solución idónea y estamos convencidos de que la hemos conseguido, racionalizando el gasto y acortando notablemente los plazos para que el Escalante, no más allá del 2027, sea una realidad”, expresó Mazzolari durante la presentación del proyecto.
Este cambio de ubicación también ha recibido las críticas de la oposición, que consideran que el movimiento ha “hipotecado” el futuro del teatro. “La construcción del nuevo teatro en Beniferri, fue la que eligió el sector por amplia mayoría, el espacio del IVAF no recibió ni un solo apoyo por no disponer de las infraestructuras ni de los espacios necesarios”, expresa la anterior diputada de Teatros, Glòria Tello (Compromís). “Con todo, se observa que el PP ha actuado de espaldas a los y las profesionales de las artes escénicas, de espaldas también a los vecinos y vecinas de Beniferri que veían con ilusión la ubicación del teatro en sus calles”, ha criticado Tello, quien señala que “tampoco es cierto cuando alegan reducción de plazo, como otra de las razones que les ha conducido a cambiar el rumbo y empezar de cero”.
Cabe recordar que fue en el año 2016 cuando el teatro dependiente de la Diputació de València tuvo que abandonar su sede histórica tras detectar graves daños estructurales, momento desde el que ha continuado operando sin sede estable, llevando su programación por distintos escenarios de la ciudad, como la nave de Ribes o el Teatre el Musical, entre otros. No fue hasta 2021, un lustro después, cuando se acordó la construcción de una nueva sede en el entorno de las avenida Cortes Valencianas, una opción que se eligió de entre tres, pues también se incluía la reforma de la antigua sede del Escalante así como el espacio del IVAF.
El antiguo Escalante, ubicado en la calle Landerer, se descartó por varios motivos, el principal que se trataba de un inmueble que no era propiedad de la Diputación, con lo que habría que adquirirlo y, después, llevar a cabo una costosa rehabilitación. Entre el IVAF y el edificio de nuevo construcción fue la segunda opción la que ‘ganó’ la partida, en gran medida por la posibilidad que daba de hacerlo a la medida de las propuestas de los profesionales desde el punto de vista técnico o de aforo.