CASTELLÓ. Este sábado llega a Vila-real (Plaza Mayor, 23.30 horas) la banda de rock duro más grande del país: Mago de Oz. A sus espaldas, unas cifras de vértigo que se resumen en más de dos millones de discos vendidos de sus casi 20 álbumes publicados, discos de oro, de platino y de diamante, y sobre todo, un público fiel que no para de renovarse y que abarrota las giras interminables por todo el mundo. Pese a que acaban de publicar nuevo trabajo, el líder del grupo Txus di Fellatio, asegura que en el concierto sonará ‘Fiesta pagana’, ‘Hasta que el cuerpo aguante’, ‘Molinos de viento’, ‘La costa del silencio’ y el resto de sus canciones de siempre “para intentar que los que vengan a vernos conecten al máximo con nosotros y sean felices con nuestra música”.
No han sido pocos los cambios que ha tenido que hacer frente la banda, pero Di Fellatio continua siendo el motor de Mago de Oz. Aunque mantiene el mismo espíritu guerrero de siempre, él mismo reconoce que a sus 54 años está ya en la segunda parte del partido. En cualquier caso, señala que el sábado se podrá comprobar en Vila-real que el grupo tiene una salud de hierro.
-¿Qué concierto nos habéis preparado para este sábado en Vila-real?
-Estamos a mitad de la gira de nuestro último disco, y lo que se podrá ver en Vila-real es el espectáculo con el que estamos viajando desde hace dos meses. Hemos recorrido Sudamérica, donde hemos dado más de 30 conciertos, y cuando acabe el verano habremos sumado solo en España 50 más. Luego nos espera otra quincena de citas en Estados Unidos, pero antes estaremos en vuestra provincia. La propuesta que presentamos son cerca de dos horas de música donde hacemos un repaso a las canciones que nos han hecho más famosos, aunque también nos gusta tener un un ojo puesto en el presente y en el futuro.
Lo que pretendemos es que la gente que vaya al concierto el sábado pueda olvidar sus problemas personales, amorosos o económicos y se vaya a casa con una sonrisa. Si lo conseguimos será que hemos hecho bien nuestro trabajo. Al fin y al cabo, nosotros somos un poco como la medicina del alma, y nos gustaría que durante el tiempo que dura el concierto de Mago de Oz pudiéramos ser capaces de calmar, al tiempo que alegrar, el estado de ánimo de la gente que viene a escucharnos.
-Vuestras giras son una suma de conciertos día tras otro. Sois una de las bandas españolas que más conciertos agenda cada vez que salís a la carretera. ¿Cómo lo aguantáis y gestionáis después de casi cuatro décadas tocando directos?
- Bueno, es que es nuestro trabajo. Yo siempre digo lo mismo: es mucho más duro levantarte todos los días a las 8 de la mañana para buscar empleo cuando no hay manera de encontrar uno. O estar en una fábrica desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde. Lo nuestro es duro porque estamos viajando todo el rato, pero no me voy a quejar. Lo único que tengo que hacer es estar agradecido. Gano dinero y vivo muy bien haciendo lo que me gusta, y eso es un premio. Pero es que además, nuestro trabajo es el único en el que cada cuatro minutos te aplauden. Imagínate que soy electricista y que cada vez que instalo un enchufe el cliente me aplaude. Bueno, fuera bromas, del público recibes muchos aplausos que son auténtica gasolina. Cuando haces directos hay una sinergia siempre con el público que te da una fuerza brutal; es mágico.
-Hablando de giras, siempre las tituláis de una manera muy ingeniosa y divertida. El lema de esta, ‘Feliz no cumpleaños tour’, ¿se debe a que ya habéis perdido la cuenta de cuánto tiempo lleváis en los escenarios?
-No, no. Es un guiño a la novela ‘Alicia en el país de las maravillas’, de Lewis Carroll, donde el capítulo de la fiesta del no cumpleaños es uno de los más curiosos y chulos. Nuestro último álbum se llama ‘Alicia en el país del metalverso’, y es una adaptación libre de la obra de Carroll, de ahí a que hayamos escogido ese título para el actual tour.
--No solo sois incombustibles en los escenarios sino que Mago de Oz también pasa mucho tiempo en los estudios de grabación. ¿Cómo logras afrontar el reto de publicar un disco nuevo cada tres años?
-El día que no pueda será porque ha llegado el momento de dejarlo e irme a casa. Si no tuviera nada que contar o si nos hubiéramos quedado secos a nivel compositivo habría que plantearse cerrar el capítulo de Mago de Oz. Vamos a cumplir 37 años y hemos publicado 16 discos, y pese al vértigo que dan esas cifras seguimos teniendo una barbaridad de fans por todo el mundo y muchas cosas que decirles y que disfrutar con ellos.
Es como el escritor que tiene 60 novelas, a quien mientras no le ataque el demonio del folio en blanco ha de continuar. De todos modos, seamos sinceros, estamos ya en la segunda parte del partido, utilizando un símil futbolístico. Yo tengo 54 años en estos momentos y no quiero estar toda la vida como hasta ahora. Respeto a otros artistas que sí que lo hacen pero considero que a partir de los 65 años lo que debería hacer es dedicarme a ver obras y trabajos en construcción, como hace la gente mayor, y a vivir una vida más tranquila. Quiero seguir en la música otros 10 o 15 años, pero más tiempo no, por eso digo que estoy claramente en la segunda parte del partido.
--Sois una banda a la que el público le ha tratado muy bien y con una fidelidad que ya quisieran otros.
-Si, y es muy importante el hecho de que el nuestro es un público que se va renovando. Contamos con muchos fans que son muy jóvenes, y luego están los fans de toda la vida, que como es natural, a veces se cansan. Pero si, nuestro público es maravilloso. Esta semana hemos reunido a 20.000 personas en un concierto en Valladolid. Para que vaya tanta gente a verte actuar tienes que tener seguidores. La salud de Mago de Oz está muy bien.
--Vuestras canciones tienen siempre una pincelada reivindicativa. Como letrista de la banda no te debe de faltar material en estos tiempos que corren para próximos trabajos...
-No sé si somos tan reivindicativos en nuestras canciones como comentas. Yo intento siempre escribir letras algo poéticas o algo noveladas, porque me encanta leer y me encanta la literatura. De vez en cuando hacemos algo de crítica social, pero no demasiada. No somos Ska-P. Nosotros más que de política hablamos del aspecto humano o social de las cosas. Hemos escrito canciones a favor de la eutanasia, pero no por posicionarnos políticamente sino porque consideramos que una persona tiene derecho a decidir cómo y cuándo se tiene que ir de este mundo, al igual que cuando hemos cantado temas a favor de la libertad sexual. En ese sentido sí somos reivindicativos, pero siempre moviéndonos en el ámbito social.
--No es poco, teniendo en cuenta lo poco habitual que es hoy en día.
-Es cierto, sobre todo, con toda esta basura de la música urbana, donde las letras son muy perecederas, sexistas y vacías de contenido. Yo les llamo los McDonalds de la música: cantantes y canciones de usar y tirar.
--¿Es muy presuntuoso decir que sois la mejor banda de folk metal?
-No. Jejeje. A ver, la mejor, la mejor… Siempre va a haber alguien mejor que tu, aunque esté por llegar. Pero sí que creo que somos la banda más importante, pero no de folk metal sino de rock duro. Lo dicen los datos. Tenemos 11 discos de oro y ocho de platino. Nadie ha conseguido vender rock en este país como lo hemos hecho y lo seguimos haciendo nosotros. Héroes del Silencio son más grandes que nosotros, evidentemente, pero es una banda que lleva ya mucho tiempo inactiva. Ellos han sido el grupo más importante, pero en el pasado. Si Héroes del Silencio volviera algún día, Mago de Oz será la segunda. Mientras tanto, somos la primera. Puedes decir que el sábado se va a escuchar en Vila-real la mejor banda de rock duro de España.