La autora asegura que "nunca" ha disfrutado tanto como con 'El regreso del catón'
VALENCIA. Lo explica la propia Matilde Asensi (1962, Alicante) siempre que le preguntan. Regresar a El último catón, recuperar los personajes, no fue una idea suya. Aunque ella sea al final la responsable de la novela, la propuesta partió de sus lectores, de los fans, quienes en los últimos años, y especialmente a través de las redes sociales, le insistieron en ese sentido.
“No podía imaginármelo. 14 años después de salir el libro, la gente seguía pidiendo el catón. Era casi obsesivo”, confiesa. Así que se puso manos a la obra, para felicidad de su editorial, Planeta, y deleite de sus numerosos fans. Felicidad para Planeta porque El último catón, su tercera novela, con sus ventas millonarias, fue la obra que convirtió a Asensi en un best seller mundial. Y felicidad para los lectores, porque Asensi regresaba a algunos de los personajes con las que más se encariñó su público, la ex monja Ottavia Salina y su marido Farag Boswell.
Dice Asensi que reencontrarse con los personajes fue fácil. Pero, admitía este martes a Europa Press, que a pesar de caminar sobre terreno seguro, lo ha hecho con las dudas de todo escritor, hasta el punto de confesar que continúa sintiendo el mismo miedo a la respuesta del público cada vez que se publica uno de sus libros. Cree que ese sentimiento es bueno porque hace que "trabaje el doble para que sus obras sean lo que son". "El día que no tenga miedo me habré convertido en una tonta; si no tuviera miedo y me creyera maravillosa, mis libros se resentirían porque daría por sentado que cualquier cosa que escribo es buena", sentenció.
En esta ocasión los personajes de El último catón vuelven para resolver un nuevo misterio de carácter bíblico: el paradero de los restos mortales de Jesús de Nazaret. Ottavia y Farag emprenderán una aventura que comienza en Canadá y llega hasta Tierra Santa, pasando por Mongolia, Estambul y la Ruta de la Seda. Todo comienza en Toronto, cuando ambos reciben la visita del octogenarios formado por Becky y Jake Simonson, archimillonarios y benefactores de la universidad de esta ciudad, tras una cena de gala, marco que sirve para retomar los personajes originales y presentarlos en su nuevo contexto.
Los dos millonarios les muestran un relicario y una carta del siglo XII en la que Dositheos, Patriarca de Jerusalén, se dirige a Nicetas, Patriarca de Constantinopla, para contarle que se ha hallado en Nazaret un sepulcro con nueve osarios que pertenecen a Jesús de Nazaret y su familia. Y les hacen una propuesta: que busquen esos osarios, ahora perdidos. Esa misma noche aparece inesperadamente en casa de Ottavia y Farga el Catón de los staufirolakes, su amigo Kaspar, con su pequeño hijo Linus, y les anuncia que ha renunciado a la dignidad de Catón con la intención de reintegrarse a la vida “normal”. Cuando sus amigos le cuentan la propuesta de los Simonson, él se entusiasma con la idea.
A partir de ahí comienza una aventura en la que se mezclan toda clase de referencias literarias e históricas, incluidas alusiones a personajes como Marco Polo, en un continuo discurrir de sucesos y aventuras. Asensi no reniega de ese concepto de divertimento que le lleva a alterar la Historia y en las entrevistas promocionales insiste en el carácter lúdico de sus libros. “Hay una cosa que es obvia; es un libro de ficción. Otra cosa es que me base en hechos históricos o reales”, matiza. No sucede con ella pues como con otro rey del best seller, Dan Brown, quien se ha llegado a creer sus propias novelas.
El regreso del catón es pues una aventura, pura y dura, "contada en tono divulgativo y no como un tocho erudito", desarrollada alrededor de la figura de Jesús que sirve además a la novelista para hablar de la "marginación" que sufrieron tras su muerte los apóstoles y sus familiares, "los verdaderos destinatarios de su mensaje", y cómo, posteriormente, Pablo de Tarso, "ciudadano romano que hablaba griego, se apodera de la historia y la reescribe" inaugurando la doctrina de las iglesias cristianas. En su novela aprovecha, además de para hacer divulgación de muy diferentes materias, para criticar a la Iglesia y las luchas de poder que la han condicionado. “Es una jerarquía humana y en ella abunda la testosterona. Luchas de poder hay sí o sí”, comenta.
Pero es sobre todo un homenaje de la autora a sus lectores, a los que les proporciona lo que ellos le han pedido. A diferencia de Conan Doyle, que tantas amarguras le reportó su personaje más famoso, Sherlock Holmes, Asensi se ha encontrado a gusto volviendo a lo que describe como “una vieja familia”.“Reencontrarme con los personajes ha sido fantástico”, dice. De hecho, en la entrevista promocional facilitada por Planeta reconoce que no estaba de buen humor cuando se puso manos a la obra, "pero fue coger la voz de Ottavia y todo, de repente, era fácil". "No he disfrutado nunca tanto como con este libro. Me sentía una yonki. Estaba esperando para volver a ellos. Ha sido genial". Una afirmación que a buen seguro compartirán muchos de sus fans.