Medio siglo de unión comarcal: la Fundació Horta Sud celebra su 50 aniversario 

VALÈNCIA. La celebración del 50 aniversario de la Fundació Horta Sud reunió a más de 250 personas en l’Auditori de Torrent. Representantes del tejido asociativo comarcal, así como de la política local y autonómica, no dudaron en acudir al evento que sirvió para recordar la trayectoria de la entidad hasta la fecha y abordar sus expectativas de futuro.

Media hora antes de comenzar, ya había cola para realizar entrevistas y posar en el photocall. Grandes sonrisas invadían la sala con un sentimiento de orgullo y superación, acompañado de abrazos y mensajes de enhorabuena entre los miembros del equipo.

En el acto, se reflexionó con ilusión acerca de los avances conseguidos desde su origen en 1972 con la creación del Instituto Pro-desarrollo. Una primera iniciativa que evolucionó y se expandió con el paso del tiempo y la adaptación al contexto social. Según expresó la presidenta de la Fundació, Inma López: "Es una entidad cívica que potencia el asociacionismo con una clara vertiente comarcal. Intentamos crear comunidad, creemos en el poder de las personas, entre todos y todas podemos tener un mundo mejor".

Así, a través de cursos de formación, innovación y ayuda aporta recursos a las asociaciones para que lleven a cabo sus propios proyectos. A su vez, patronato, empresas y ayuntamientos colaboran para mejorar el nivel de vida de las localidades vecinas; un trabajo de cooperación que da sus frutos y, medio siglo después, continúa en auge con la puesta en marcha de nuevas iniciativas, como la reciente "Serà l’Horta Sud 2030".

Inma López también reivindicó la necesidad de contar con el apoyo de la Mancomunitat, con quien están en constante contacto, y la importancia de que las autoridades políticas depositen su confianza. Así lo reflejaron con su presencia la diputada provincial Dolors Gimeno; la consellera y vicepresidenta de la Generalitat, Aitana Mas; y la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Isaura Navarro. Asimismo, estuvieron presentes las alcaldías de varios consistorios, entre las que se encontraban Toni Saura, alcalde de Alaquàs; José Cabanes, de Sedaví; Jesús Ros, de Torrent; Eva Sanz, de Benetússer; y Jesús Monzó, de Catarroja.

Isaura Navarro, que comenzó su nueva etapa en el Consell la semana pasada, declaró a Valencia Plaza: "Es impresionante cómo han fomentado la participación de la ciudadanía, que está llena de héroes y heroínas que dedican muchas horas a mejorar los servicios sociales, la educación y la sanidad desde la reivindicación. Necesitan plataformas como una fundación que les dé formación; es fundamental y se trata de construir democracia".

Respecto a los retos pendientes, afirmó: "A las mancomunidades les falta mucho impulso para hacer más cosas, tenemos que pensar desde lo pequeño a lo global. La preocupación de la Fundación, el trabajo que hace fomentando la agricultura de proximidad y la concienciación medioambiental tan necesaria en esta situación de emergencia climática ayuda a la labor que hacemos desde la Conselleria. Todos y todas tenemos que ser ecologistas".

Avances desde la transición

La moderadora del acto, la actriz María Almudever, recordó algunos de los acontecimientos históricos vividos a lo largo de estos 50 años: la caída del muro de Berlín, el fin del apartheid en Sudáfrica, el cambio de la peseta al euro o la aprobación del matrimonio igualitario en España son algunos ejemplos antiguos. Aun así, la entidad es anterior a todos ellos, un hecho que resalta todavía más el gran esfuerzo realizado durante estas cinco décadas y que se impulsó en la transición tras la dictadura. Una labor que pretende perdurar todavía durante mucho más tiempo.

Los expresidentes José María Peiró (desde 1981 hasta 1987) y Alfred Domínguez (desde 2005 hasta 2018) debatieron sobre la experiencia vivida en épocas pasadas y la gestión actual. Alfred Domínguez quiso destacar una medida concreta que tuvo una repercusión significativa: la creación de unos nuevos estatutos y patronato que respondiesen a los intereses reales de la Fundació, con un máximo de 14 miembros. Además, insistió en el concepto de la amistad cívica -un conjunto de personas que forman parte de un mismo territorio y tratan de mejorar la sociedad- y el de interdependencia desde un punto de vista positivo, entendido como la necesidad de cooperación y ayuda externa.

Por su parte, José María Peiró destacó como buenas prácticas en la trayectoria la capacidad de negociación, la confianza en Europa y la voluntad de promover un cambio. También incidió en la importancia del aprendizaje desde distintas fases: aprender a entender, a construir, a convivir y a ser. 

Responsabilidad y valores

Los encargados de situarse al frente de la entidad a finales del siglo XX y principios del nuevo siglo,  Pepe Ferrís (1992-2001), Vicent Comes (2001-2004) y Enric Martí (2004-2005), aprovecharon la jornada para dar su visión y abrir paso a la reflexión a través de un debate. En este, una de las ideas principales de los expresidentes, desarrollada por Comes, fue la clave de enseñar mientras se transmiten principios: "Sin los valores, la formación de la Fundació no tendría sentido", subrayó. Asimismo, se hizo hincapié en garantizar que la sociedad civil goce de su propia independencia frente al poder político, pese a ser apoyada por las administraciones públicas. 

De esta manera, la Fundació Horta Sud se constituye como un espacio cívico de reflexión y acción que, a lo largo de su recorrido, se ha dedicado a ayudar, formar e innovar sin descanso. Ahora, plantea nuevas actividades para continuar con lo que mejor se le da, hacer comarca, y apostar por nuevos modelos que permitan que este sea, tan solo, el primer gran aniversario de muchos.